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Pasarelas del Río Genal
4.4
(360)
I first ate here in the mid-80s. Back then, it was fantastic; simple food, great BBQ, and friendly service. It had charm and quality.
We hadn’t been back since before 2020, and honestly, I wish we’d left the good memories untouched.
The place is now unrecognisable. There were only three tables with diners (one just having a cold tapa) and a few people at the bar, yet trying to get served was like an Olympic test of patience.
The acoustics are so bad that after waving like I was signalling a rescue plane, I resorted to the call I use to bring my horses down from the back of the property - still nothing. The barman clearly saw us but ignored us.
When I joked to the waitress that trying to get her attention had worn me out more than a gym session, she smiled, said she was on her own*… and then carried on ignoring us. No check-ins, no follow-up, no care.
The food? Just as disappointing. A pale shadow of what it used to be.
Sadly, a place that once had heart and quality now offers indifference and blandness. Shame.
*I’ve waited tables. Two of us managed 133 covers - taking orders, serving, clearing, prepping desserts and drinks, doing the bills, taking payments. So no, I don’t accept that excuse. _ /// ___- Comí aquí por primera vez a mediados de los 80. Por aquel entonces, era fantástico: comida sencilla, una barbacoa estupenda y un servicio amable. Tenía encanto y calidad.
No habíamos vuelto desde antes de 2020 y, sinceramente, ojalá hubiéramos dejado intactos los buenos recuerdos.
El lugar ahora está irreconocible. Solo había tres mesas con comensales (una solo tomando una tapa fría) y algunas personas en la barra, pero intentar que nos atendieran era una prueba de paciencia olímpica.
La acústica es tan mala que, después de saludar como si estuviera llamando a un avión de rescate, recurrí a la llamada que uso para bajar a mis caballos desde la parte trasera de la propiedad; nada. El camarero nos vio claramente, pero nos ignoró.
Cuando bromeé con la camarera diciendo que intentar llamar su atención me había agotado más que una sesión de gimnasio, sonrió, dijo que estaba sola*... y luego siguió ignorándonos. Sin registro, sin seguimiento, sin atención.
¿La comida? Igual de decepcionante. Una pálida sombra de lo que era.
Tristemente, un lugar que una vez tuvo alma y calidad ahora ofrece indiferencia y sosa. Una pena.
*He trabajado de camarera. Dos de nosotros tuvimos 133 comensales: tomando pedidos, sirviendo, retirando, preparando postres y bebidas, haciendo las cuentas y cobrando. Así que no, no...
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Una mala experiencia...es la segunda vez que vengo pero también la última... Ya sabía del año anterior que el servicio es pésimo pero me vi Casi obligado a repetir ya que no hay más mesones en la zona. Cuento detalladamente mi experiencia: Aún teniendo una reserva desde el día anterior para las 14:30 y llegando al establecimiento de forma puntual con mi mujer y mi dos hijos pequeños,nos dirigimos a la dueña del local a preguntar por nuestra reserva...esta señora muy poco profesional se dispone a consultar la reserva con la sorpresa que después de comprobarla,no nos dá ninguna contestación,nos deja de pié esperando con dos niños ,más de 20 minutos ( habiendo varias mesas libres con nuestras plazas),pasado los 20 minutos esperando,decidimos preguntar a otra camarera que era la que tomaba las comandas y parecía ser la encargada,la cual vuelve a consultar y a los diez minutos nos lleva a la mesa... Nos toman nota de la bebida y comida,la bebida se calentó por completo ya que la comida tardó bastante,cuando al fin llega la comida ahora tampoco traen pan... tuvimos que ir incluso a la puerta de la cocina para que nos dieran pan...la camarera que nos trajo la comida era lo más pésimo que puede existir en este noble y antiguo oficio y digo esto con todo uso de razón ya que al traer los platos levantó los mismos y dejo de caer literalmente los cubiertos de los cuatro comensales y uno a uno... Para pedir los postres otra nueva odisea eran helados y por poco no tenemos que ir a la fábrica a por ellos... Yo me pido un café y lo tuve que reclamar más de cuatro veces y más de media hora...ya cabreado y descontento,con educación me dirijo a la encargada y le digo que por favor ya no quiero el café,que me traiga la cuenta,que no puedo estar esperando más de media hora para un café ,a lo que me contesta: ah ! Vale ! Pasando totalmente... Al final por no marcharme sin pagar ,por tener más educación que ellos,tuvimos que ir directamente a la barra a pagar la cuenta. No lo recomiendo nada y sobre todo si vais con niños... Mal servicio,mala educación,gente poco profesional....no sé sabe quién es más inepto de todos... Repito nada...
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The worst meal I have ever had in Spain, and I can tell you I’ve had more hot dinners in Spain than Terry Tibbs has closed deals! The morcilla was raw in the middle, the chorizo was cooked in more salt than the Dead Sea. The solomillo was pre frozen and mushier than the new Sainsbury’s vacuum packed mince meat. The secret to the secreto ibérico is that it’s cooked to the consistency of a peasant’s boot and should big be ordered at any cost. The highlight of the meal was the gazpacho from a carton. A stray dog pissed against a flower pot by our table as we finished our ‘meal’, which about sums up our overall experience. Dine here...
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