Sucre salé — Restaurant in l'Alfàs del Pi

C'est un établissement qui laisse beaucoup à désirer. Ce que j'ai commandé (pendant mes vacances en septembre) dans ce lieu "une gaufre sans rien d'extra", ils m'ont servi une supposée gaufre dans laquelle c'était vu à travers, sans saveur (bien qu'elle n'avait rien d'extra, quelque chose sait, j'ai Je les mange depuis des années sans rien ajouter et je peux vous assurer qu'ils goûtent et n'aiment pas celui-ci qui n'avait goût de rien du tout).

A quoi il faut ajouter, qu'étant français et ne comprenant pas bien ce qui est demandé en espagnol, il faut du temps pour demander.

This is an establishment that leaves a lot to be desired. What I ordered (during my vacations in September) in this place "a waffle with nothing extra", they served me a supposed waffle in which it was seen through, without flavor (although it did not have anything extra, something knows, I have I've been eating them for years without adding anything and I can assure you that they taste and not like this one that didn't taste like anything at all).

To which we must add, that being French and not understanding well what is asked in Spanish, it takes time to ask.

Es un establecimiento que deja mucho que desear. Lo que yo pedí (durante mis vacaciones en Septiembre) en este sitio "un gofre sin nada adicional", me sirvieron un supuesto gofre en el que se veia a través de el, sin sabor (aunque no lleve nada adicional, algo sabe, llevo años comiendolos sin añadir nada y puedo asegurar que saber sabe y no como éste que no sabia absolutamente a ... nada).

A lo que hay que añadir, que al ser franceses y no entender bien lo que se le pide en español, se...

Lo único que tiene de francés el restaurante es la camarera, que ni comprende lo que le pides ni comprende siquiera su trabajo (tuvimos hasta que ponernos nosotros mismos la mesa y lo más surrealista es que nos cobraron 0,50 € el SERVICIO por persona). Y siguiendo con los acontecimientos surrealistas, el resto del personal se puso a tomarse unas cañas (brindis incluido), mientras su clientela esperábamos la nefasta comida que nos iban a poner sobre una mesa sucia y la camarera se peleaba por recobrar las ganas de vivir (porque las de trabajar estaba claro que no las tenía). Merci por sablarnos por una comida pésima. Huid de ahí...

Nos sentamos en una de las mesas. Nadie vino a pedirnos nota, había una mesa a nuestro lado y varias personas hablando en francés con las que compartimos miradas esperando a ser atendidos. Al final decidimos dejar de esperar y fuimos al bar de enfrente. Cual fue nuestra sorpresa cuando desde la otra acera nos dimos cuenta de las personas que nos miraba en la mesa de al lado (cerveza en mano) era el camarero.... Al parecer el francés no tenía ganas de atender al español.... una vergüenza. No recomendaría a nadie que no sea gabacho parece ser que no...