Driven by two absolutely radiant and kind souls, GAMBO by Hostal Empuries is a true hidden gem nestled beside the ancient ruins of Empuries a place where authentic soul food meets the serenity of the sea. ✨
Every dish is prepared with genuine care and tenderness; it feels like the best kind of home-cooked meal, simple, honest, and made with love. The ingredients are seasonal, the flavors pure, and the quality consistently outstanding.
I’ve been coming here for the last two years, and every visit has been an absolutely amazing experience. The atmosphere is warm, relaxed, and welcoming, even for families and pets. 🐶
There are always a few thoughtful vegan options too. And please, don’t miss their dessert! The dates filled with walnut, honey, and sea salt have been on my personal craving list for two years: consistently divine! ✨
All in all, GAMBO is not just a restaurant; it’s an experience of warmth, soul, and connection. A must-visit for anyone walking along this beautiful stretch of coast to enjoy an authentic lunch or a romantic dinner by moonlight.
Thank you for always welcoming us with such tenderness...
Read moreChiringuito en una playa agradable, al abrigo de un muy buen hotel. El emplazamiento y la atmósfera son de gran valor, especialmente al atardecer y durante la noche.
El parking es de pago (2€/hora), con plazas suficientes (un sábado noche cualquiera de septiembre).
Concurrido, pero sin estar lleno al 100%, la carta dispone de varias opciones (bocadillos y tapas, principalmente). La comida (olivas, anchoas, algún sándwich, chipirones y bravas) estaban buenas.
Pero hay varias cosas que han de mejorar:
El servicio (un chico y una chica jóvenes) es un desastre, nefasto.
La chica es algo seca (creo que estaba agobiada por la carga de trabajo), el chico tomaba las comandas pero luego servía lo que quería.
Por poner un ejemplo, se piden tres sandwiches, se sirven sólo 2. Al reclamar el tercero, resulta que no había y que, además, la cocina había cerrado! Es decir, el chico nos podría haber advertido de que no había tal sándwich (uno de 13.5€) y ofrecernos el cambio, pero directamente, no lo sirvió.
El resultado es que nos quedamos con hambre pero, además, en la cuenta estaba el famoso sándwich no servido! 😭
Otra cuestión importante es que a las 20h de un sábado, no había vino tinto ni blanco! Sólo rosado. Resulta que el blanco, del cual habían hecho corto, lo habían puesto a enfriar y no empezaron a servirlo hasta las 21h... de tinto sí que no hubo opción (no me había pasado en la vida! Un restaurante/chiringuito sin vino tinto o blanco fresco en pleno sábado para cenar!).
Otra cuestión fue pedir gin tonics y comprobar que sólo tenían Seagrams! (Por la categoría del lugar, también extraño la falta de opciones).
La otra cuestión importante es de imagen, carta (online mediante QR) sólo en español y llena de faltas de ortografía, no te lo esperas de un sitio que aspira a tener una cierta categoría.
En fin, chiringuito recomendable (música en directo, buen ambiente, lugar precioso) pero teniendo en cuenta las limitaciones que tiene el propio personal y la gestión del mismo.
Cena 4 personas con 1 gin tonic y varias copas de vino (rosado) por unos 190€... a...
Read moreEl sitio es de postal: mar, brisa y vistas increíbles… lástima que el servicio parezca una práctica de fin de curso. Un grupo de camareros jovencísimos, cada uno a su aire, sin nadie al mando y sin saber muy bien qué hacer con los clientes que vamos llegando.
Tras esperar un buen rato sin que nadie nos asignara mesa, pedimos por favor con quién teníamos que hablar para pedir una mesa para comer (los clientes nos mirabamos unos a otros sin saber muy bien a quien dirigirnos) recibimos un "tener paciencia" de malas maneras, de un chavalito camarero que ni se movía dentro de la barra. Finalmente conseguimos sentarnos por cuenta propia. Las bravas (muy pobres en calidad) llegaron frías, eso sí, sin cubiertos… De primero de camarero: antes de servir comida, la mesa con sus cositas, mantel, tenedor, cuchillo, servilletas, etc.... que “ahora te los traigo” que ahora vienen, pero parece que se evaporaron en el tiempo. Luego pedimos un pulled pork planchado que vino disfrazado de pepinillos a tutipleni con una muestra simbólica de carne a un módico precio de 14€, vergonzoso. En la foto ya habíamos quitado todo o casi todos los trozos de pepinillos. Aquí ya dejamos de pedir nada más, visto el panorama. Pagamos educadamente y nos marchamos muertos de hambre a otro sitio.
Una pena, porque el lugar es espectacular. Con un poco de dirección y ganas, podría ser un sitio top. De momento, es más bien un chiringuito...
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