El Asturiano — Restaurant in La Muela

DÍA 1 Situado junto a la autovía A-2 en el término municipal de La Muela  (Zaragoza), este mesón está colindante con una gasolinera Shell con quien comparte la tienda y la cafetería, lo que resulta ideal para aprovechar la parada. Dispone de aparcamiento suficiente hasta para camiones. El mesón consta de terraza exterior con sombrillas, una zona de cafetería, otra de mesas en la barra para tomar pinchos y un comedor interior para comer, presidido por una enorme pizarra con la carta de todo lo que se puede pedir y sus precios. Además de los pinchos, se puede comer de menú o a la carta. La decoración es funcional de tipo mesón, el personal muy agradable y el servicio de cocina muy rápido a pesar de estar el comedor casi lleno. Durante la semana puedes intentar ir sin reservar que seguramente encuentres alguna mesa libre pero ojo, si quieres que te preparen una rica fabada asturiana, tienes que reservar y pedirlo con dos días mínimo de antelación. Aparte del menú, hay cuatro platos que son nuestros preferidos y que son huevos rotos, cachopo, fabada y teja. Nosotros hoy hemos pedido los dos primeros: huevos rotos con jamón y foie que están riquísimos y un cachopo gigante de jamón y queso con patatas fritas que entre cuatro personas no fuimos capaces de terminar. El cachopo es auténtico asturiano, con dos grandes filetes de ternera emparedando el relleno que elijas. No hay problema en que te sobre algo porque te lo pueden preparar para llevar a casa. De postre pedimos flan y panacota o Panna Cotta, que es una crema de queso cubierta con mermelada de frutos rojos. Por su fácil acceso, comida de calidad, raciones abundantes y precio contenido, es un sitio más que recomendable...!!! DÍA 2 Como me comprometí más arriba, vuelvo a este restaurante para  degustar las dos especialidades que no pudimos tomar la vez anterior por ser demasiada comida: fabada asturiana y teja de calamocha. Ambos platos venían acompañados de un entrante de ensalada ilustrada. La fabada hay que solicitarla cuando llamas para reservar, ya que requiere tener las fabes en remojo con antelación. Yo no soy ningún experto en gastronomía y ni siquiera bebo vino pero sé cuando una comida me gusta o no y señores, esta es de las mejores fabadas que he tomado nunca. Ya cuando ves llegar a la simpática camarera sonriendo con las fabes en una enorme cazuela de barro con el cucharón metido dentro para que te sirvas tu mismo lo que quieras, se te caen dos lagrimones de la emoción. Los productos son típicos asturianos de la mejor calidad, las fabes de un tamaño XL, hechas a fuego lento, con el caldo espeso y bien ligado, el compango ahumado con dos tipos de chorizo, morcilla, lacón y tocino entreverado. Todo esto acompañado de un buen pan para mojar y rebañar a discreción. Por otra parte como bien indica su nombre, la teja es una teja de barro de las que se usan para cubrir los tejados de las casas rurales, con una base de patatas fritas y pimientos del piquillo, y cubierta con chuletas de cerdo, pata de cerdo, solomillo, chorizo, morcilla y longaniza... vamos, un auténtico espectáculo para los sentidos. Por si me quedaba con hambre, de postre pedí tarta de la abuela. Ojo, no hace falta comérselo todo porque lo que sobre te lo pueden preparar para llevar a casa. Yo por si acaso procuré dejar poco y si consigo sobrevivir a este festín pantagruélico, espero poder hacer la reseña que se merece este lugar que recomiendo a todo el mundo....

Pongo una estrella pues no deja poner 0. No puedo valorar la comida pero la atención lamentable por parte de uno de los camareros de sala. Al llegar nos comenta que no tiene mesas para tres, las de cuatro acaban de empezar a comer y tiene unas diez de dos personas libres. Nada más. Ni nos dice que esperemos ni ningún feedback más. Al cabo de unos diez minutos de esperar y al no ver ningún tipo de comunicación por su parte, y al tener un peque de seis años, preguntamos si se pueden juntar dos mesas de dos y nos dice que no, que las necesita....le pregunto que podemos hacer y nos dice que ya nos ha dicho, que esperemos. Le comento que antes no ha especificado nada y que nos lo podría haber dicho antes, para no esperar en balde con el niño. Me contesta que eso no me lo puede decir y que haga lo que quiera esperar o irme. Me dirijo a mi hijo y le digo que nos vamos, que aquí no nos dan de comer y el mismo camarero contesta con sorna un "NO".

Update: cómo se puede comprobar en la respuesta del dueño, todo es educación y buenas maneras. Gracias por retratarte, particularmente tu hermoso comentario acerca de los...

Llegamos por casualidad. El restaurante está dentro de una cafetería/bar. Escogimos el menú fin de semana por 20euros por persona y no nos decepcionó. Las cantidades son muy muy generosas. De primeros habían platos como : ensalada con queso de cabra y mermelada de frutos rojos, canelones de pollo (deliciosos), o alcachofas. Los segundos eran a elegir entre platos muy ricos como: dorada al horno, secreto con salsa de higo, churrasco o conejo con alioli. El postre estaba muy rico también, escogimos pudding, pero también se puede cambiar por café. Vimos que tenían un menú sidrería por 60e y nos pareció muy atractivo. Las camareras muy simpáticas y agradables. Servicio super rápido, eso se agradece mucho. Fuimos un sábado a las 13.30 y nos preguntaron si teníamos reserva, al salir vimos que estaba todo lleno. Así que mejor reservar por si acaso, el siguiente restaurante decente está a unos 15km después de este, y sería una pena perdéroslo. Volveremos...