El Labriego — Restaurant in La Puebla de Montalbán

Decidimos darlo una oportunidad e ir en familia para celebrar juntos el Día de la Madre, y la verdad es que la jugada no nos salió como esperábamos.

Para empezar, fuimos un rato antes de la hora a la que habíamos reservado, y así dábamos de comer a mi niña pequeña mientras los adultos íbamos abriendo apetito tomando algo. La chica, aparentemente la responsable, me calentó la comida de mi hija sin problema. Vuelvo al centro de la barra a pedir de beber para todos los demás, junto con mi cuñado, y, para nuestra sorpresa, vemos pasear por ahí a la anterior chica que hablaba, y a otro chico, sirviendo a las demás personas de la barra, incluso a otros grupos que vinieron después que nosotros, y nosotros, en el centro de la mesa, repito, nadie se percata ni nadie nos pregunta si nos falta algo, estando nuestra zona completamente limpia y sin vasos ni restos de otros productos de otros clientes. Nada.

Ya, cansado de esperar, le digo al camarero "cuando puedas, ¿vale?". Y comento de antemano que soy paciente, mi padre trabaja en hostelería y yo sé lo que es estar detrás de una barra. Ante eso, el muchacho me miró como sorprendido y ya nos tuvo más en cuenta y nos tomó nota. Se dio varios paseos hasta completar la comanda, no debía llevar mucho tiempo ahí trabajando, y el trato recibido fue a peor cuando vimos que a todos les ponían ricas tapas y pinchos y a nosotros nada de nada.

Era la hora de entrar al salón a comer. Yo esperaba que fuera a mejor, pero vi que dentro estaban, casualmente, los mismos que estaban en la barra. ¿¿?? ¡"Puff!" Me dije a mí mismo.

Disponen de carta amplia y menú a 30€ los domingos. Cuatro de nosotros elegimos menú y dos a la carta. El menú es básico, unas chistorras de entrante, un par de platos de primero, y el principal a elegir entre dos (bakalao o cachopo), y bebida no incluida.

Para ser 30€ el menú, te sirven todos los primeros juntos, como si de raciones se tratara, o como si te dijeran "Ahí lo lleváis". Debo decir que, pese a la presencia, estaba bueno. La zamburiña mejorable, aunque tampoco soy fan.

En los platos principales el cachopo no estaba mal, era grande, aunque quizá le faltaba más relleno. El bakalao estaba por zonas muy salado, y por otras muy soso, como si se les hubiera olvidado echar sal y la echaron después por un lado nada más. Los platos de la carta estaban bien.

Los postres. Otro problema. Ninguno casero, y las tartas Red Velvet y Muerte por chocolate estaban muy secas, como cuando no son caseras. La tarta de queso te la venden como queso manchego. Mentira. De manchego tenía menos que yo.

Para rematar, pedimos los cachopos para llevar y nos lo traen envueltos, todos juntos, en papel de aluminio, como cuando le llevaba a mi abuela las sobras del pollo asado para los perros.

En fin. Demasiado margen de mejora si quieren competir en el mercado de 30-40€/pax. Quizá por ser el único de este tipo en el pueblo pueden atraer a la gente, pero viendo el servicio están muy lejos de ese nivel, y algunos seguiremos prefiriendo ir a otros sitios, aunque tengamos que coger coche.

Cabe destacar, que, estando al 30-35% de ocupación, tardaron una hora en servirnos la comida, y a la hora de cobrarnos tuvimos que corregirles porque nos habían metido unas copas de vino que no eran nuestras.

El local está bien situado. Está limpio. Tiene aparcamiento. Es grande. Tienen patio y terraza. El sitio tiene mucho potencial, pero hace falta mucho milagro para que funcione al nivel al que...

Lamentable de principio a fin. En primer lugar, habíamos reservado para el día de la madre (apenas había 5 mesas en la zona de comedor). El restaurante tiene un sitio excepcional con una terraza que ya quisiera yo. Pero vamos a lo importante... En la barra tardaron unos 15 minutos en atendernos, algo que no sería un problema si no fuera porque los camareros pasaban de nosotros y a todos los demás les atendían. Por supuesto a todos los demás les pusieron poncho excepto a nosotros (podéis ver la foto de nuestro pincho. EXACTO: UN PLATO VACÍO QUE NUNCA LLEGÓ). Pensé que la experiencia solo podía ir hacia arriba. Craso error. El menú de 30€ tenía una pinta espectacular, pero... No cuesta ni la mitad. Hay restaurantes en la región que Dan mil vueltas en cocina por un precio igual o inferior. Ponía que había jamón ibérico y era falso. Era el jamón serrano en taco de toda la vida. Segundo, había una tarta en menú de "queso manchego". Pues bueno, era al final de queso crema (con el consiguiente aumento artificial del precio, claro). Dicho esto, otras valoraciones: las croquetas estaba sosas (para una niña, que siempre se sirve la primera y sin embargo tuvimos que esperar todos más de una hora en ser atendidos, con un berenjenal del servicio alucinante). Los camareros no tenían ni idea de qué habíamos pedido, entramos a las 14:15 y hasta una hora después no llegó el primer plato. Después llegó un bacalao que tenía la sal que no tenían todos los demás platos (mira que es difícil dejar sosas unas croquetas de jamón). Las zamburiñas estaban mal hechas, pues la carne quedaba pegada a la concha. Quien las haya comido, sabrá de lo que hablo. Para terminar de rematar el día, hasta por lo menos las 16:30 no nos tomaron nota del postre. Apenas quedábamos dos mesas y el helado llegó derretido (adjunto imagen porque, de verdad, con un menú que cuesta 30€ no merece nada la pena). En resumen: solo las dos chicas jóvenes nos atendieron bien, pero el servicio es lento, malo y está muy desorganizado; ese menú no cuesta 30 pavos ni de coña (vamos, que con 18€ ya me parecería una opción para pensar), la comida ni fu ni fa y mienten en la carta con productos que no tienen (como la tarta de queso manchego y el jamón ibérico, que brillaban por su ausencia. El lugar tiene mucho potencial pero vamos que de momento prefiero salir de La Puebla de Montalban antes que volver ahí. Creedme: por el mismo precio tenéis restaurantes cercanos mucho mejores en relación calidad precio y, seguramente, no saldrás enfadado por un servicio pésimo de...

Inolvidable... Pero no por su calidad o su servicio. En un primer intento fuimos , tardaron en darse cuenta de que estamos allí , tuvimos que darnos a notar ;nos dice el " maitre " que solo sirven hasta las 23:30 , ( justo era esa hora.. )ok , pero había muchísima gente. En fin.. en otro momento será. Segundo intento, mismo recibimiento ,llamamos la atención para ser atendidos . Se nos dice que si no tenemos reserva no podemos pasar. ( Desde la calle ya habíamos visto mesas vacías en el salón . ), Pues nada... Durante la semana fuimos a tomar un aperitivo , nuevamente tardaron en servirnos sin haber casi nadie. Nos habían comentado que abrían el patio abajo y la terraza tipo copas arriba, perfecto. Reservamos mesas al maitre ,el cual nos dice el patio está lleno ,la terraza de arriba hasta el próximo viernes . Bueno... Ya está hecha la reserva no importa. Cuando llegamos nos pusieron en una mesa sin reserva , hay que decir que estaba casi vacío, parece ser que se les olvidó , o no era tan necesario el reservar. La ensalada ... Gracias al distribuidor. El pulpo como una piedra, el sucedáneo de bacalao ( congelado) por el que cobran 21€,muy seco. La tarta no estaba mal pero la mermelada de fresas de Aranjuez 😊 pues eso.. distribuidor. El servicio ? Mucha gente sin experiencia . Tal y como pone en su anuncio donde busca personal. Dos horas tardamos. Y sin saber cómo es el protocolo . Sin ninguna atención o deferencia hacia unos comensales que toman carta. Muchas moscas. Lo bueno que voy a decir es que había dos chavalitas que bien guiadas serían buenas profesionales , si ellas quieren , claro. Soy profesional del gremio , ya retirada ; durante muchos año. Comemos todas las semanas fuera de casa una vez al menos. Con todo esto digo, es un desastre , les falta una directriz buena . Y el " dueño " ( o al menos eso parece) se de una vuelta por algunos locales de la zona y coma en ellos. Para que compare. Que por cierto , los dueños suelen darse un paseo de mesa en mesa. Pero bueno... ..entiendo que usted no estaba vestido para la ocasión. Solo las dos niñas aún sin tener experiencia estuvieron a la altura. Tomen nota. Es una crítica constructiva, por qué tienen un local precioso y la mejor zona. P.D. un poco excesivos los precios en...