Cuando reservamos no se nos preguntó si queríamos comer dentro del restaurante o en la terraza cubierta que tienen fuera, o no nos dijeron que sólo hubiera sitio fuera. Al llegar, la mesa de 4 de dentro estaba libre y aún así nos sentaron fuera, lo que finalmente hizo que, por el clima y lo que posteriormente explicaré, fuera una comida accidentada. En cuanto a la comida decir que la mayoría de los platos estaban buenos pero, en los garbanzos con almejas y rape, el rape no lo vimos. El arroz con Bogavante fue lo que menos gustó en la mesa. En cuanto a las Kokotxas, decir que no estaban bien ligadas, no había pil-pil, sólo aceite. Y en los postres, el sorbete de naranja tenía sabor artificial. Aún con estos matices es un lugar en el que se come bien aunque no sepas lo que vas a pagar porque no se especifican precios en la carta, lo cual es ilegal. Begoña, léase el artículo 47 de la LEY 4/2023, de 27 de abril, del Estatuto de las personas consumidoras y usuarias (que deroga una ley anterior del 2003 donde ya era obligatorio exponer precios). Vamos con el incidente climatológico y la actitud de la dueña. Cuando aún no habíamos acabado los primeros platos empezó una tormenta con mucho caudal de agua. Por una de las esquinas superiores empezó a entrar mucha agua mojando repentinamete a una clienta y haciendo que, tanto ellos como nuestra mesa, nos tuviéramos que levantar y movernos para no mojarnos. Begoña, la dueña, hizo que vinieran el cocinero y la camarera a achicar agua, lo cual hicieron sin pausa y mojándose el calzado. Tras un buen rato de pie, sin poder continuar la comida, que se enfrió, la tromba paró y terminaron de sacar el agua del suelo. La camarera fue muy resolutiva en esta situación. No puedo decir lo mismo de Begoña, que no pidió disculpas en ningún momento, no se preocupó de cómo estábamos los comensales (se fue) ni, al seguir con el menú una vez pasado el susto, nos preguntó nada o se informó de posibles perjuicios que hubiera ocasionado el agua. Ningún interés por saber si nos habíamos mojado o si el desarrollo de la comida se había visto interrumpido. Evidentemente, si no pidió disculpas ni se preocupó, tampoco tuvo ningún detalle. En cualquier otro sitio por cosas menores los hubieran tenido. Empezamos la comida con calor en esa terraza cerrada y la finalizamos pasando frío porque no teníamos chaqueta a mano. Que la estructura se rompa es un accidente, pero cómo se gestiona la situación y la forma de dar la cara es responsabilidad de la dueña. Un suspenso, mayúsculo. Conclusión, dos consejos para la gerencia: pongan los precios, es obligatorio, y al hacer la reserva especifiquen al cliente si va a ser dentro o fuera. Que habrá gente que no quiera comer fuera en días de mucho calor...
Read moreSin duda la mejor sorpresa gastronómica de los últimos años, un pequeño restaurante (5 mesas, aparte de una bonita terraza cubierta), en un entorno como Salinas de Leniz (Leintz Gatzaga). Elegancia, detalle, calidad, servicio más que correcto, muy bien producto de cercanía y cocina de gran nivel. La morcilla (del propio pueblo) muy buena, acompañada con unos pimientos a los que hubiera pedido en matrimonio. El arroz de bogavante es el mejor de los muchos que he probado. Los garbanzos con almejas y rape, sorprendente y muy apetitoso. Sopa de pescado con fuerza y poder. Segundos: Kokotxas al pilpil, buena calidad de producto y un pilpil muy bien ligado. Merluza rellena de cabracho, según me cuentan muy muy muy buena. La chuleta de casi 1 kilo acompañada con patatas fritas caseras y los pimientos a los que pedí matrimonio (esperando respuesta). Quizá el más flojo de los platos, pero el culpable he sido yo, por no comentar que a mí la carne me gusta casi cruda, aún así plato vacío. Postres: 3 tartas de queso muy bueno. Torrijas exquisitas. El trato de las dos Señoras muy educado, correcto y servicial. Tras de agradecer por la experiencia, ahora juro que volveré (volveremos). Ya en la tercera visita solo podemos reafirmar lo anteriormente escrito, calidad, toda la calidad, elegancia, tratamiento exquisito del producto, simpatía y cercanía. Añadimos el cuidado detalle, acudimos con mi suegra, con problemas y nos ofrecen un babero bordado para que no se manche. Inmejorable, siempre gracias a las...
Read moreEstuvimos comiendo 16 el sábado a mediodía en el velatorio que tienen fuera, el restaurante estaba completo. Calculo que habría en total 70 80 comensales. Reservamos con una semana de antelación. pedimos de primeros para compartir hongos, piparras a la sartén, fritos y verduras en tempura y de segundos se pidió de todo casi la carta completa. Legumbres, arroces, carnes y pescados. Y postres algo así como un postre cada tres una cosa así. Bebimos sobre todo sidra, cuatro botellas o cinco. Una de vino tinto alguna cerveza y refrescos para los chavales y agua. En fin, la comida toda espectacular los platos llegaban en su momento bien de temperatura. Las cocciones perfectas las legumbre finas buenísima, arroz con bogavante meloso explosión de sabor. Las carnes tiernas envejecidas en su punto de brasa los pescados igual el rodaballo salvaje los chipirones frescos frescos en definitiva perfecto. La mantelería cubertería platos, soperas, etc, superfinas y bonitas. La atención, el servicio. Perfecto; amable, rápido en su justa, eficiente y no intrusivo. En la mesa había un vegetariano y una celíaca que comieron sin problema un par de platos exquisitos. En definitiva, ojalá hubiese más sitios así, una lección de hostelería. Ah, y el precio que había leído un poco de tensión sobre esto, el precio correcto es más para todo lo que he dicho, me parece barato. Pagamos 43 € por cabeza. A la Virgen de Dorleta la pongo velas para que os dé salud, fuerza y suerte por mucho mucho...
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