Hicimos una reserva y cuando llegamos (15min antes de ma hora) la dueña estaba de muy mal humor y nos trató bastante mal, con muy malas formas e incluso gritando diciéndonos que no podíamos ni pedir para tomar algo, ni ir al baño ni sentarnos en nuestra mesa. Cuando por fin llegó la hora, pudimos sentarnos pero nadie vino a explicarnos que había un menú cerrado con un precio cerrado también (40€). Me tuve que levantar a la barra para preguntar por la carta. Allí me dijeron que el menú era cerrado (tortilla de bacalao, bacalao, chuleta y postre + sidra) y que la tortilla ya se estaba haciendo, por lo que no había marcha atrás. Cuando nos sirvieron la comida les explicamos que había una vegetariana que no tomaba carne, si nos podían poner más tortilla o bacalao para ella (dijeron que sí y no lo hicieron), también había dos personas que no podían tomar alcohol, así que les preguntamos si era posible hacer un descuento del precio. Dijeron que harían un apaño en la cuenta (mentira). Cuando nos trajeron la comida alucinamos porque estando en un lugar como este te esperas buena cantidad (también por el elevado precio del menú), pero para nuestra sorpresa no fue así. Las cantidades de toda la comida eran bastante cutres (venían en bandejas grandes para compartir) además de que comparamos con la mesa de al lado, que eran 2, y su tortilla era como la nuestra (que éramos 3), así como su chuleta. Cómo nos resultó llamativa la poca cantidad le preguntamos si podíamos pedir más (nos estábamos quedando con hambre en un sitio donde se supone que es aclamado por quedar a reventar) y nos dijeron que todo lo que se pidiera aparte tendría un coste extra. Ya enfadados, cuando terminamos y fuimos a pagar nos encontramos con la sorpresa de que no hicieron ningún descuento a aquellos que no bebieron sidra (pese a haber dicho que harían un apaño en la cuenta) y que a la vegetariana le cobraron su comida aparte, pero a la hora de servirla formaba parte de las bandejas de los demás. Cuando reclamamos que eso no fue lo acordado nos dijo la jefa que no iban a hacer ningún cambio (de muy malas maneras). desde luego no es para nada lo que yo he experienciado en...
Read moreHicimos una reserva y llegamos con 15 minutos de antelación, pero desde el primer momento el trato fue pésimo. La dueña nos recibió con muy mal humor, hablándonos de forma grosera e incluso levantando la voz. Nos dijo que no podíamos ni sentarnos, ni pedir nada, ni siquiera usar el baño hasta que fuera la hora exacta.
Cuando por fin nos dejaron sentar, nadie nos explicó que solo había un menú cerrado de 40€. Tuve que levantarme e ir a la barra para informarme, y fue ahí donde me dijeron que ya se estaba preparando una tortilla de bacalao como parte del menú, así que no había opción de cambiar nada. El menú incluía tortilla de bacalao, bacalao, chuleta, postre y sidra.
Comentamos que una persona del grupo era vegetariana y pedimos si podían ofrecerle más tortilla o bacalao en lugar de carne; nos dijeron que sí, pero nunca lo cumplieron. También había dos personas que no bebían alcohol, y preguntamos si se podía ajustar el precio. Nos dijeron que harían “un apaño” con la cuenta, pero al final fue mentira.
La comida llegó en bandejas para compartir y nos sorprendió lo escaso de las raciones, más aún teniendo en cuenta el precio. Comparando con la mesa de al lado (dos personas), vimos que les sirvieron prácticamente la misma cantidad que a nosotros (que éramos tres), tanto de tortilla como de chuleta. Preguntamos si se podía pedir más, ya que nos quedamos con hambre, y nos respondieron que sí, pero con coste adicional.
Al ir a pagar, descubrimos que no hicieron ningún descuento a quienes no tomaron sidra, y además cobraron aparte la comida de la persona vegetariana, a pesar de haber servido todo en bandejas comunes. Cuando reclamamos, la dueña nos respondió con muy malas formas y se negó a hacer...
Read moreLlegamos a la sidreria sin reserva. Nos atendieron rapidamente, ya que no había nadie esperando. Elegimos el menú de sidreria. Debo decir que fui yo mismo quien tomó la decisión de comer en esta sidreria. Lo catalogué como comida casera en un lugar idílico. Nos sentamos a comer y la sensación era buena. Pena por servir la sidra en botella, pero bueno. Si la comida merece la pena... La tortilla de bacalao y chorizos estaban de 10. Lastima al llegar el chuletón y ver las patatas congeladas. Congelada se quedó mi conciencia después de dar la murga tanto tiempo con la comida casera y encontrarme las patatas McDonald's. La verdad con lo buena que estaba la carne yo no le pondría esas patatas que no suman, sino lo contrario. Es cierto que la cantidad no era mucha, pero quizás el precio podía compensar la carencia. Comimos la copa de la casa. No sabía dónde meterme. Era un flan vertido en una copa tras una lata de frutas en almíbar con una bola de helado y nata en spray. Vamos, mi recomendación de casero y de calidad. Cuando llegó la cuenta, la cantidad (muy caro) hubiese sido razonable si los platos principales hubiesen sido más copiosos. No habría ni rastro de las patatas fritas congeladas y los postres fuesen caseros. Una lastima grandísima cuando el fundamento principal del menú estaba genial y quedo a la sombra de unas patatas congeladas y un postre lamentable. Siento la reseña negativa, llevo mucho tiempo valorando si escribirla o no pero aquel día me sentí fatal después de elegir un sitio idílico con comida casera, estar dispuesto para pagar y recibir un menú muy por debajo de lo que...
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