Restaurante El Roble — Restaurant in Liendo

Me he alojado en Liendo una semana y he cenado allí dos veces. No es un restaurante, es un bar de carretera con terraza y mesas de propaganda de cerveza. La primera vez cene a la carta, el resultado tres raciones: pimientos de padron ( muy justitos, por no decir malos ), croquetas ( muy malas ), almejas ( bien ), tres cervezas y un helado 45 euros ¿¿ ??. La segunda vez en una mesa cercana a la barra sin mantel, un bocadillo y mi acompañante una tortilla con ensalada y patatas ( muy normalito ). Intentamos una tercera vez para cenar algo rápido tipo huevos con patatas y primero nos dijeron que no nos podíamos sentar en las mesas que tenían mantel, lo entendimos y nos sentamos en la terraza en la zona no iluminada y de aparcamiento que mas bien es un aparcamiento, en una mesa de playa tipo heineken, pedimos dos cervezas y tras un rato nos vinieron a tomar nota , les pedimos una tortilla con patatas y unos huevos con patatas, la camarera respondió con antipatía que eso no estaba en la carta, le conteste que en la lista que tenian en la barra si figuraba la tortilla, me contesto que si pero que los huevos no los tenían , le respondi : en ese caso dos francesas con patatas a lo que dijo que OK. Al cabo de 3 minutos sale un señor que debía ser el dueño y dijo que eso era un restaurante y que no servian esos platos, tras la vergüenza y nuestra explicacion de que atendiendo a las indicaciones de la camarera nos habiamos sentado en una mesa sin mantel fuera de la zona iluminada, donde habia gente bebiendo cervezaas en otras mesas y sin comer, accedió, pero ya no quisimos y nos fuimos. Tengo 50 años y nunca me había sucedido algo parecido, además de secos, producto mediocre, ... y en fin una experiencia muy, muy...

Reservamos una paella de marisco para 7 y unos entrantes que elegiríamos mientras se hacía la paella, todo esto reservado por teléfono para las 14:30. Nos sentamos a las 14:15, restaurante llenándose, nos tomó la comanda el que parecía ser encargado. Nos comenta que las raciones de paella son tan abundantes que no pidamos muchos entrantes porque no vamos a poder con ello... Y asegura que mientras nos sacan los entrantes, 10 minicroquetas, tomate y medio con aceite y sal y docena de pimientos verdes, en 15/20 minutos está la paella. Han pasado 45 minutos y le pregunto por la paella y los 20 minutos ya doblados, a lo que me responde aparentemente enfadado que hay mucha gente, comemos pan... Finalmente a los 50 minutos aparece la supuesta super paella de marisco, un langostino y dos mejillones por barba, rellena 7 platos y deja un octavo similar a los anteriores por si queremos repetir. Nos quedamos con hambre, la verdad, la ración que por teléfono era a 15€ por persona se cobra a 16. La ración de pan a un euro por persona.

Lo mejor: El punto del arroz, Los postres, que nos quitaron un poco el hambre. El camarero que nos trajo los postres y cobró la cuenta, profesional y servicial.

Lo peor: La tardanza y cantidad que el encargado nos prometió y que finalmente nos dejó con hambre. La poca amabilidad del encargado al que si se le dice que las cosas no van bien, creo que con razón, no sabe encajarlo. Ese baile de precios entre lo presupuestado...

Experiencia breve pero sorprendente en este Mesón de Liendo. Es posible que ese día tuviéramos mala suerte...pero así fue. De entrada...la camarera (que estaba poniendo fuera el toldo) ni nos mira al entrar...ni nos contesta al saludo...Con este precedente...entramos cruzando los dedos. El local tiene buena pinta. Pedimos dos cervezas y una ración de mejillones marinera. La tele a tope de volumen. La camarera (la misma que estaba fuera con el toldo) trae la ración (12 mejillones con buen aspecto) y nos quedamos de piedra cuando al traer un platito adicional...dice que el plato está sucio y (suponíamos que se lo llevaba) ¡¡lo limpia tan tranquila con sus dedos delante nuestro!! Un detalle que no recordamos haber visto...ni en los peores sitios. Definitorio. Y el remate final: no es fácil que unos mejillones marinera estén malos...pero lo consiguieron sobradamente: estaban como de lata, terrosos sin ningún sabor, terribles. Hechos de muchos días, suponemos. Y la salsa marinera terrible: ni un punto de picante, ni cebolla ni sal...ni pimentón, ni ajo...nada. Como si fuera agua marrón con quizás harina y perejil. Visto lo visto...ya no nos atrevimos a quedarnos a comer. Dado que hay gente que ha comido bien aquí (y obviando el tema de la mala atención al público) dedujimos que quizás...ese día tuvimos...