Restaurante Porta De L'aigua — Restaurant in Llíria

Ayer (8-08-2016) recibí un trato bastante desagradable en el restaurante PORTA DE L,AIGUA Serian cerca de las 6 de la tarde y necesitaba calentar un potito para mi hijo de 8 meses,entre y dije: perdone¿ podría calentarme el potito del nene porfavor? - y la respuesta del empleado fue:- no, lo siento, no puedo calentar un potito si no realiza una consumición... Le dije, pero si es la comida de un bebe....y me dijo que era la ley del restaurante. Le pregunte que si cerca había algún bar o algún otro restaurante para poder calentar el potito( ya que jamás en ningún lugar me han cobrado por calentar nada para el nene) y el encargado ni me respondió, simplemente se subió los hombros como queriendo decir no voy a decírtelo. Al final, hice una consumición( que eso es lo de menos), fue un helado de 1€, me calentó el potito diciéndole que unos 35 segundos y me lo dio abrasando, todo el potito salido,empastrado,salimos de allí y mientras mi madre le daba el potito al nene yo entre al restaurant. Educada mente entre ( tardaron en salir, ni se habían dado cuenta que había entrado) salio el mismo empleado y le dije que por favor me diera una hoja de reclamación. Ahí el empleado empezó a alzarme la voz, me dijo que el me había informado antes que nada que tenia que consumir y yo acepte, y yo le dije que me daba igual, que yo quería una hoja de reclamación, comenzó a chillarme. Me dijo que justo se le acababan de terminar que no tenían hojas de reclamación en el restaurante, que no me podía dar porque no habían, y el que se encargaba de eso estaba de vacaciones. Yo le dije que su obligación era que tenia que tener hojas de reclamación en disposición de los clientes, así que como no me la daba le dije que llamara a su gefe, que quería hablar con alguien superior, y el encargado me dijo que tampoco Ivan a llamar a su gefe.

Yo le dije, que cuando yo tengo un problema en mi trabajo mi jefe da la cara siempre.. Le dije bueno, pues darme un número para poner mi queja y el empleado me dijo : claro toma y me iva a dar el numero del restaurante, y le dije yo : ¡no! A mi el teléfono del restaurante no me soluciona nada, yo quiero el teléfono de sanidad la que corresponda a este restaurante. Aquí empezó a decirme que no me iba a dar nada. Por lo tanto, dije pues llamó a la policía y mientras yo llame a la policía al 091( que he de decir que me atendieron súper bien y con respeto) el entonces llamo a su gefe. A mi la policía me dijo que si no me daba una hoja de reclamación yo estaba en todo mi derecho de llamar a la policía de lliria y me facilitaron el numero. Al colgar me fui al empleado y le dije: disculpa, pero usted me da una hoja de reclamación o la policía se planta aquí, y el me dijo: ahora viene mi gefe que Le he llamado, y yo valla he tenido que llamar a la policía para que venga tu gefe a escucharme....

Llego el jefe y fue mucho más maleducado, al final llame a la policía , llego y el dueño no dejo de mentir sobre lo ocurrido yo conté mi versión y al final conseguí la hoja de reclamaciones.

Este local está dirigido por personas indeseables, y mal educadas , hay mejores restaurantes en valencia...

To be honest, it was a shame the way one of the waitress treated us. One advice, if the clients ask you something, and you do not have it just say it in a kind way. There's no need to roll your eyes and saying "Only whats is in the menu".

At the end of the day, we did not ask for some out of this world.

Is not too hard to add bacon on a bocadillo with cheese and meat.

Is not that hard to add some other things you already had on your "menu" as an ingredient in one of the bocadillos.

Just like is not too hard to bring one extra glass for water for the kids.

My advice, go lunch everywhere else except here.

And it is a shame due the beauty of the park...

❌PARA NO VOLVER ❌

Situado cerca del paraje del parque de Sant Vicent, Porta de L’Aigua cuenta con una terraza amplia y agradable, ideal para las sobremesas largas en días soleados. Sin embargo, la experiencia deja mucho que desear cuando se trata de lo realmente importante: la atención y la comida.

El servicio, aunque atento y cordial, resulta claramente insuficiente. Hay que armarse de paciencia para ser atendido, ya que el personal no da abasto para cubrir todas las mesas. En nuestra visita, pedimos unas cervezas que, para colmo, llegaron sin apenas espuma, lo que ya anunciaba cierta falta de esmero.

Las primeras tapas no ayudaron a mejorar la impresión. Las bravas, finas y de bolsa, tenían el inconfundible sabor del congelado, mientras que los calamares —aunque algo más aceptables— estaban impregnados de aceite.

Después del aperitivo, nos trasladamos al salón interior y optamos por probar los menús del día. Grave error.

Los entrantes no levantaron el ánimo. El jamón serrano, lejos de ser una delicia, rozaba lo insultante: duro, insípido y de una calidad lamentable. Sobró casi todo y, lo peor, no merecía la pena ni llevarlo a casa. Ni el arroz ni el lomo pasaban el corte ni con hambre ni con microondas.

La calidad de la comida fue pésima en todos los sentidos. El arroz a banda, seco y duro, era directamente incomestible. El lomo, excesivamente especiado, parecía un intento fallido de disimular un producto con mal sabor y textura. El menú infantil no mejoró: nuggets y patatas totalmente congeladas, sin ningún esfuerzo culinario y además, muchas de las patatas no se habían acabado de descongelar al freírlas. Increíble.

En definitiva, Porta de L’Aigua podría ser un lugar con encanto por su ubicación y amplitud, pero necesita una revisión completa de su cocina, su servicio y su carta. Porque no basta con tener una terraza bonita si no se puede disfrutar de una buena comida...