Asador La Miranda — Restaurant in Llanera

El Asador La Miranda, como su nombre indica, está en el Alto de la Miranda (Llanera), cerca de Posada. Se ha ganado una fama muy bien merecida por sus asados de cordero y el cochinillo al horno de leña. No es extraño que sea necesario reservar mesa siempre, porque para probar sus especialidades por encargo (lechazo, cochinillo…) hay verdaderas peregrinaciones. El asador es muy amplio, con bar a la entrada y tres salones-comedor. Recomiendo empezar con la ensalada mixta; también son geniales las setas de temporada salteadas.

El cochinillo al horno de leña, con D.O. de Segovia, es impresionante y delicioso, con una capa de grasa crujiente y una carne suculenta que se desmenuza sin necesidad de usar el cuchillo. Creo que no me equivoco si afirmo que este es uno de los restaurantes en Asturias en los que mejor cochinillo se come. Creo que se puede pedir, al igual que el lechazo, entero y por cuartos.

Y si el cochinillo es una fantasía, el lechazo asado I.G.P. de Castilla y León no le va a la zaga. Jugoso y tierno, lleno de sabor y sin florituras, con el incomparable sabor que le da el horno de leña. Sus cachopos también tienen una fama bien ganada. De postres recomiendo especialmente la tarta de queso Afuega´l pitu blanco al horno de leña, con helado de manzana verde y el milhojas.

La atención es muy esmerada en todo momento, el servicio es rápido y, si bien no es el restaurante de Asturias más barato en el que hemos estado, tampoco puedo decir que sea prohibitivo, sobre todo por la calidad de sus productos.

Disponen de especialidades para llevar, su bodega de vinos es más que amplia, organizan diferentes jornadas gastronómicas a lo largo del año y, como valor añadido para los papás y mamás, tienen...

Si buscas una experiencia culinaria que te transporte directamente a la tradición y el sabor de Soria, este asador es una parada obligatoria. Desde el primer bocado, quedé prendado de sus torreznos, ¡simplemente espectaculares! Ese equilibrio perfecto entre una corteza crujiente y un interior tierno, con el punto de sal justo, es digno de mención. Son, sin duda, unos de los mejores que he probado. La fabada no se quedó atrás. Un plato reconfortante, con un sabor profundo y unos ingredientes de calidad que se notaban en cada cucharada. Te hace sentir como en casa. Y qué decir del cachopo especial. Su nombre no es casualidad. El empanado crujiente albergaba un interior jugoso y lleno de sabor. Una combinación de texturas que hizo las delicias de mi paladar. Para culminar esta experiencia, las manitas de cerdo fueron una auténtica delicia. Melosas, llenas de sabor y cocinadas a la perfección, demostrando el cariño y la dedicación que ponen en cada plato. En resumen, este asador ofrece una propuesta gastronómica honesta y sabrosa, donde la calidad del producto y el respeto por la tradición son evidentes. Si eres amante de estos platos clásicos, ¡no dudes...

Se esfuerzan. van vestidos de forma ridicula para dar el pego de 5*. la verdad es que algo mas normal pero formal quitaría ese aspecto rancio y avejentado. Respetan hora de reserva. Pasas a mesa y automaticamente te ponen pan sin pedirlo, indicamos que nadie quería pan y al parecer no importó porque comió ahí junto a nosotros. Te ponen ensalada tampoco sin pedirla, s¿dan por hecho que quieres ensalada con las carnes. Cochinillo, lechazo, buenos, sin mas. Lo que no pueden hacer es cobrarte 35eurotes por un chuletón que la mitad del peso era ternilla dura como la suela de un zapato y la otra mitad grasa, terminando su peso despues de quitar todo ese despropósito en 150gr... Le enseño el plato nuevamente al camarero, se sonroja e indica que llama a la dueña, viene la dueña y me dice que el chuletón es así, con la mitad de grasa y parte dura porque si no no sabe bien. Anda, vele a ver la cara a la mas vieja de tu casa. Por supuesto reclamamos el pan que venia metido en la cuenta, el cual se quedó intacto en la mesa y su respuesta: haber dicho que no comian pan.... Respiré y me fui despues de pagar 170 euros. por 3...