Casa Xico — Restaurant in Llanes

Mi nombre es Francisco Soto Nuño, pueden ver mi perfil en Facebook, no me oculto. Llevo cerca de 40 años disfrutando de casi mi segunda tierra Asturias. Tengo multitud de Amigo en esta tierra gran parte de ellos en el mundo de la gastronomia.No suelo opinar de las visitas que hago, mi pasión es precisamente gastronomía. Suelo planificar las citas de comida y está como otras siguieron el mismo parámetro, información, ya sea cualquier digital, escrita o boca boca. Resumo. No puedo entender como este restaurante tiene tan buenas reseñas, todo sea dicho desde el mayor de los respetos. Lugar precioso, restaurante bonito, limpio, bien vestido, pero. . Llegamos y desde antes de sentarnos la premura cabalga en el ambiente. " ¿que beben, les aconsejo. . ?, aun casi sin sentarse. Pido un vermú( había desayunado algo tarde y quería hacer ganas), cada cosa que se pide era un desbarajuste porque pasan tan rápido que no da tiempo a pedir o especificar. Antes de llegar a la mesa ya te lo dicen de lejos. Pero pueden ser cosas del lleno, esta lleno, y aparente buena clientela. Lo peor , y no entro en más defectos de forma( pueden mirar mi Facebook, soy lo contrario a tiquismiquis ), el tema es que las verdinas( éramos tres), de sabrosas nada, me explico , el fondo sabe a lo que pedimos, unas con " el langostino, un langostino), otras con pulpo, o similar, si sabía,el fondo, pero la verdina no, guisada , aparentemente, por separado, y después unido, no se si me explico. Entre medio, alguna cerveza , agua, y pido una copa, una, ya que hay dos posibilidades de pedir vino por copa( botella , creo de 2 litros , o así, no estoy seguro), y conforme viene a servirmela, botellas en mano , me descarga, osea no echado, no volcado, un culo de vino que quedaba en la botella, y me dice, " ahora le echo más", y, aun sorprendido por el primer " vuelco", ¡¡¡ me repite la operación!!!, viene con otro culo de botella y me lo vuelca en el vasó. . . Para ese momento yo ya no se. . . 3, de cabrito, solo hay opciones de menú, , no es problema, 28€, nada mal si fuera lo esperado. Decía, 3 de cabrito, como explicarlo. En mi plato, los otros dos muy muy similares, en mu plato, tres " huesos con carne", creo que espinazo. Muy poca, tirando a dura, y muy salada(, repito, jamás jamás hice crítica, podeir corroborarlo), unas patatas, una muestra de patatas semifritas y aceitosas, y un poco de lechuga que no se le pone ni los canarios, pájaros me refiero. . . . Nos preguntan que tal, y correctamente le digo " bueno, nos tocaron los huesos. Se llevan los plato. A los tres nos pasó lo mismo, y vuelve y nos dice que quiza fue algo escaso y que si queríamos más, o una cebollas rellenas, o . . No voy a seguir, tomamos los postres, correctos , ricos , no hay postres malos en esta santa tierra. Apuntar, pago mi mujer en efectivo , cualquiera se puede equivocar " ¡¡¡ nos cobraros los dos culos de botella, que era una copa ( una copa, la que pedi), dos veces(apuntar que era una sola copa, no dos). En fin , un desastre , y estos clamorosos desastres hay que decirlo, aunque no...

Asturias ya está en plena carrera hacia la gentrificación culinaria. No se salva ni los restaurantes que están "en casa dios", como quién diría.

Ponen menú cerrado (sin bebida) de comida montañesa a precio elevado, lo cual se justificaría si la comida fuera algo excepcional, y es buena, pero no llega. Se puede comer en otros sitios con calidad similar sin pagar tanto.

La comida es rica por lo general, las verdinas están buenas, especialmente con pulpo. Las verdinas con chorizo, morcilla y pantruque no las recomiendo, la verdina sabe demasiado al compango, para eso pide una fabada que la faba es capaz de ligar mejor con esos sabores tan potentes. Ojo si repites de alguna (a nosotros nos lo ofrecieron) porque te hacen esperar mucho tiempo. Si no te lo ofrecen, no seas timido/a y pídela, que lo estás pagando.

Los segundos están bien, especialmente el cabrito (muy bueno) y los callos. La guarnición a mi gusto un poco escasa, aunque no te quedas con hambre, eso seguro.

Postres irregulares, el arroz con leche bien, la tarta de nueces correcta, la de queso muy regular (la base es de galleta entera y arrea) y la de la abuela pareciome del montón.

La bebida fue sidra y agua, en el agua te clavan, en la sidra no pueden. Pide sidra, eso sí, no seas gañán y no pidas que te la escancien, hazlo tú. Vino no sé porque no pedí.

Respecto a los camareros, nos atendió uno que parecía pirata (tatuajes y pendientes) y otro de ojos claros, rubio y con la pulsera de la Legión Española. Por lo que he leído en las respuestas del dueño defiende su profesionalidad. Yo lo que vi eran dos chicos que atendían con cierto hastío, cansados de cantar continuamente el mismo menú a los comensales, que iban con prisas, a los cuales tenías que llamar varias veces para que te atendieran (principalmente para pedir más bebida), que preguntaban mucho si todo estaba bien, pero por automatismo, sin saber 'leer' bien la mesa ni interactuar con los comensales. Al principio todo con un poco de prisas y secos en el trato. Luego al de la legión le caímos bien y se puso más simpático y pilló confianza, ahí ya la cosa cambió y empezó a atender mejor. Fue una comida con sus buenas luces, pero todavía con demasiadas sombras para el modelo de negocio y...

Casa Xico: la fabada sí, la sidra nun

Hai casas que falen de tradición y otras que la viven cada día. Casa Xico presume de historia que se remonta a 1904, y la cocina cumple: fabada de compangu seriu, cabritu que nun desmerece y un arroz con lleche nel so puntu. Hasta equí, l’experiencia tien sabor auténticu. Pero al llegar la sidra, vien la sorpresa.

Equí, dícenmos, nun se permite escanciar. L’escusa, que’l suelu de cemento de la terraza resbala, suena un poco repunante cuando miles de chigres con baldoses, madera o mesmo tierra batida lleven sieglos demostrándonos lo contrario.

Y que quede claro: nun somos turistas, somos paisanos, y sabemos lo que significa un culín bien echáu. La sidra en Asturies nun ye un refrescu cualquiera: ye cultura, ye ritu, ye parte de la nuestra identidá. Una sidra ensin escanciar ye xarabe, y si nun se quier o nun se puede sirvir como manda la tradición, quizá sería más honesto retirala de la carta.

Lo mínimo, pensaría cualquiera, sería ofrecer un escanciador eléctricu, un revillín decesos, como yá se fai hasta en bares de menú a diez euros. Porque’l culín nun ye un caprichu: ye l’almia mesma de la sidra.

Y entós unu reflexona: ¿qué pensaríen aquellos paisanos de 1904, cinco xeneraciones atrás, si-yos contaren que güei escanciar sidra “estorba”? Seguru que nun lo creeríen, porque pa ellos la sidra nun se bebía a morru: compartíase, celebrábase, daba sentíu a la mesa.

Casa Xico sigue siendo una referencia na cocina asturiana, pero la sidra ensin escanciar rompe un poco’l fechu diferencial. Un detalle que, con poco, podría tener solución.

En resume: Casa Xico da de comer muy bien, pero tamién demuestra que la tradición, si nun se cuida, pierde la chispa. Y la sidra, ensin chispa,...