De entrada, muy amablemente nos habilitaron una mesa supletoria dado que no había sitio para comer. Estuvimos conformes con ello puesto que teníamos ganas de probar este sitio por sus reseñas. A partir de ahí, se olvidaron de nosotros. Puede que fuese un descuido debido a que nuestra mesa no existía (escuchamos como explicaban al que cantaba las comandas cómo pasaba a numerarse como 00, puesto que ya había una mesa 0). Quizás nosotros tampoco estuvimos muy acertados con lo que elegimos del menú, por eso me gustaría no recomendar nuestras elecciones: La ensalada de quesos “asturianos” es una ensalada de lechuga, tomate y el mix de cuadraditos de queso del mercadona que compro yo en mi casa para las ensaladas (con todo el respeto del mundo, pero es ese porque lo consumo a diario, el mix de cuadraditos unos más naranjas y otros más blancos, seguro que muchos sabéis de qué os hablo). Desde luego, no me he comido ningun queso asturiano en esa ensalada, sabría apreciarlo después de la ruta que ya llevábamos por asturias. La ensalada, en sí, está bien, pero me parece inducir a error al consumidor porque no es lo que promete, no son quesos asturianos. Pedimos además churrasco de angus, porque nunca lo habíamos probado y nos llamó la atención. Carne tan mala de cortar que uno de los camareros se ofreció a cambiarme el cuchillo, y ni así. Chiclosa y difícil de masticar. Nos esperábamos otra cosa. El arroz con leche bueno, nada que reseñar. Nos fuimos con mal sabor de boca.