Parrilla La Veguca — Restaurant in Llanes

Parrilla La Veguca es un verdadero tesoro gastronómico en Llanes, un lugar donde la tradición asturiana se fusiona con la calidez de un equipo que hace todo lo posible para que la experiencia sea inolvidable. Desde el momento en que se cruza la puerta, el ambiente envolvente transporta a un rincón de Asturias donde el aroma a leña de roble anticipa una comida memorable.

Uno de los aspectos que más me ha impresionado es la dedicación del personal. He llegado al restaurante enfrentado algunos problemas logísticos necesitaba comer (venía mareado) y arrastraba problemas de transporte, el equipo no solo me ayudó con eficiencia, sino que superó con creces cualquier expectativa. En particular, uno de los gerentes merece una mención especial. Sin descuidar sus responsabilidades generales, encontró el tiempo para atenderme personalmente, asegurándose de que cada detalle estuviera cubierto. No solo resolvió cualquier inconveniente con rapidez y profesionalismo, sino que además se aseguró de que disfrutara de una comida impecable. Su trato cercano y resolutivo demostró un compromiso absoluto con la satisfacción del cliente, algo que rara vez se encuentra con tanta autenticidad.

La formación del personal es simplemente admirable. Cada camarero muestra una combinación perfecta entre eficiencia y amabilidad, anticipándose a cualquier necesidad con una precisión asombrosa. No se trata solo de rapidez en el servicio, sino de un trato personalizado que convierte la visita en algo más que una simple cena: es una experiencia en toda regla. La atención constante, sin resultar invasiva, es un arte que aquí dominan a la perfección.

En cuanto a la gastronomía, la parrilla es la gran estrella. La leña de roble aporta un sabor incomparable a las carnes, logrando ese punto perfecto entre jugosidad y textura. La fabada es un homenaje a la tradición asturiana, con ese sabor casero que solo se consigue con ingredientes de primera y una cocción paciente. El cachopo es otro acierto, con una fritura crujiente y un relleno generoso que no decepciona. Para quienes buscan opciones más ligeras, la ensalada de vieiras y la parrillada de verduras ofrecen alternativas llenas de sabor. Y los postres… sencillamente imperdibles. Cada bocado de sus dulces caseros es una oda a la repostería asturiana.

El entorno no se queda atrás. Los amplios comedores, la terraza y el jardín crean un espacio perfecto tanto para una comida relajada como para una celebración especial. La inclusión de un parque infantil de 800 metros cuadrados es una muestra de que aquí piensan en todos los detalles, asegurando que las familias puedan disfrutar sin preocupaciones. Además, cuentan con un servicio de transporte gratuito desde Llanes y un amplio aparcamiento, facilitando la visita para todos.

Parrilla La Veguca no es solo un restaurante, es una experiencia completa donde la atención al cliente alcanza niveles de excelencia que sorprenden. Un lugar donde la pasión por la gastronomía se combina con un trato humano excepcional, haciendo que cada visita sea inolvidable. Sin duda, un imprescindible en Llanes que recomendaría una y mil veces.

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Bueno, pues hacía mucho tiempo que no íbamos y menuda decepción, no se que ha pasado, si han cambiado de dueños o qué pero menudo bajón. Ya nos tendría que haber mosqueado que un domingo de julio no estuviera lleno a la hora de la cena, 2 mesas con dos parejas, nadie más. Llegamos, nos sentamos, entre que pedimos y nos llega lo primero media hora, pedimos 2 de patatas con alioli y brava, 2 de croquetas, 2 depimientos de Padrón, 2 ensaladas simples y costillas, lo primero sabía todo a rabas, misteriosamente no habíamos pedido rabas, me imagino que lo freirán todo en el mismo sitio, ojito si sois alérgicos que lo fríen todo en la misma freidora, las croquetas no tenían forma de croqueta, sabían a raba aunque eran de jamón y tenían una forma indefinida y un par de ellas reventadas, los pimientos ya es difícil hacerlos mal, estaban bien, pero tenían patatas debajo que también sabían a rabas, bueno, la ensalada simple, no hay queja, lechuga, tomate y cebolla, ahora, desde que llegó lo primero hasta que llegaron las costillas pasó fácil media hora porque según ellos "nos pilló el toro", a ver, habíamos hecho la reserva el día anterior, como te puede pillar el toro, que pensabas que íbamos a comer? sopitas? cuando por fin llegaron las costillas estaban muy MUY poco hechas y sin sal, tan poco hechas que alguna tuvo que volver a la parrilla otra vez, las raciones escasísimas, tuvimos que pedir 5 raciones, 5!!!!! para 14 personas y no es que seamos cocodrilos precisamente, somos personas normales y 4 niños que comieron muy poco. Sigamos con los postres, caseros no había, ya nos avisó que no había tarta de queso así que quedaba la opción de helados de chigre de mala muerte o una especie de tarrinas cubiertas de escarcha del helado más malo que probé en mi vida, por favor, no pidáis la sensación de turrón, vais a tener sensaciones pero no de turrón. Del trato no digo nada, fueron cordiales, un poco lentos y sin pensar que no pueden tardar tantísimo entre unas cosas y otras, que igual hubiéramos querido comer la ensalada con las costillas y no hacer la digestión de una mientras venía lo otro. Y por fin llegó la cuenta, casi 320€, carísimo para lo que había en la mesa, la "excusa" de que las costillas son Duroc debió ser. Ah! que se me olvidaba, no habían dado las 12 y nos estaban apagando las luces,...

It is a nice looking place. My issue was that we went on Friday a day that they offered fixed menus of 1 starter 1 main dish and desert with a price of 16 Euros ( here to mentioned that usually in Spain in the menus thay offer you a whole bottle of wine but in that place just a glass). The main problem is that they didn't inform us and they only offered us the catalogue without a word about the fixed menu that is much cheaper. Obviously we noticed that they offered it to every regular and we asked also the menu of the day that in the end wasn't anything special. As I said nice place visually but I don't think we are going...