Decidí muy a mi pesar celebrar un día tan señalado como el de mi boda en Casa Adela. Con unos meses de antelación fuimos a hablar con ella y nos dejó bien claro que para que la atención fuera la adecuada, no podríamos ser más de 30 personas. Quería que la boda fuera perfecta, con lo que decidimos dejar "fuera " a mucha gente especial, pero tenía que ser el día perfecto. Al final 28 personas, por no ir tan juntos. La sorpresa ya empezó cuando llegamos. Se suponía que había un pincheo de bienvenida en el hórreo. Cuando llegamos estaba la mesa vacía, le pregúntamos si habíamos llegado demasiado pronto y nos contesta que no..aún así la atención fue nula, teniendo que hacer mi marido y yo de camareros, ya que ellos estaban ocupados atendiendo a los comensales de otras mesas . Tuvimos que ser nosotros , pasadas más tres y media de la tarde quienes le pidiéramos que por favor pasara a la gente al comedor (estaba avisada que mi madre es una mujer enferma que no podía comer más allá de las dos y media). Ya dentro del comedor, aunque la comida estaba rica, fue escasa, excesivamente escasa y el servicio pésimo. Entre plato y plato una eternidad y con cara de pocos amigos por parte de la camarera. Hemos de decir que teníamos una camarera para las 28 personas. Como datos anectdoticos, una de Las invitadas era vegetariana, y aunque lo sabía desde hacía meses y nos había prometido un plato elaborado, le puso una triste ensalada y una berenjena, plato que cobró por cierto a precio de oro. El día que fuimos a probar el menú, por menos de la mitad nos cobró 220 euros por 4 adultos y un niño, cosa que no hacen en ningún restaurante. A última hora, ya después de cobrarnos escrupulosamente lo acordado y después de reconocer su falta de profesionalidad intenta compensar lo ocurrido invitándonos a unas copas después de la comida, invitación que por supuesto rechazamos. Dicho esto...espero que se lo hagan ver y reflexionen sobre lo ocurrido. Por mi parte y se que de la de mis invitados, no volveremos a pisar su restaurante señora Adela. Solo espero que se lo haga mirar y no amargue a nadie más uno de los días más especiales de su vida, como fue el caso de mi boda. Solo espero que su afán de hacer dinero le pueda permitir seguir...
Read moreUN RESTAURANTE IMPRECINDIBLE Extrañado, por haber tenido recientemente conocimiento de este restaurante ,acudimos con enorme deseo por las buenas referencias Tienen una muy buena Web, limpia, clara, concisa y con un buen soporte escrito y grafico. Aparcamiento en la propiedad y en el exterior, muy amplo,sin ninguna dificultad El exterior, bien cuidado, con césped, plantas y arbolado ,con un hórreo, en el que desconozco sin con buen tiempo ,se puede comer a su sombra El interior, sencillo en la decoración ,con dos comedores, chimenea y una pequeña barra(no abierta publico),MUY ACOGEDOR y relajante Las personas que te recibe, muy educadas, serviciales y con deseo de que todo vaya perfecto La carta, es un suficiente recorrido, desde los entrantes hasta los postres, con unos platos tradicionales, que muy pocos restaurantes te pueden ofrecer, desde un buen calamar fresco a la romana con una fritura de 10,una excelente fabada o una lubina salvaje al horno o un cabritin guisado Probamos ,cinco platos diferentes, todos excelentes y en todos era evidente, que desde el emplatado hasta sus sabores, estaban realizados con el recetario de la cocina tradicional, con cariño y cocciones lentas. Estancias con buena limpieza Bodega ,suficiente ,con precios adecuados Precios de la carta, ajustados, buenos para las locuras que se están prodigando El servicio, en el trato, muy bueno, pero lento entre los entrantes y el principal Un lugar para conocer y nosotros para repetir, a la mayor brevedad !!!!!ENHORABUENA!!!!por habernos hecho tener una...
Read moreAyer, después de visitar el Ecomuseo Minero Valle de Samuño buscamos un restaurante para comer. Íbamos con una autocaravana y una perrita, por lo que teníamos que buscar un lugar accesible para aparcar y dónde pudiéramos estar con nuestra perrilla. Encontramos Casa Adela y menuda suerte. Para empezar, el lugar es precioso, una casona con un jardín con un hórreo y repleto de hortensias. Éramos cuatro. Tres pedimos menú y una un plato de la carta. Fabada de primero y de segundo había conejo y rollo de bonito. También pedimos de la carta una ensalada de pulpo para compartir. De postre pedimos arroz con leche y helado de mandarina casero. ¡Riquísimo, buenísimo todo! Qué acierto de sitio. En cuanto al trato, excepcional. Nos atendió Montse que, a pesar de ir sin reserva y tener a un grupo de 30 turistas extranjeros, nos preparó una mesa en el jardín. Montse es de esas personas que desprenden alegría de forma natural y nos atendió en todo momento con una sonrisa. A su vez, tuvimos la suerte de disfrutar en directo de un grupo de baile regional con gaitero que estaba con el grupo de turistas. Gracias a Montse, Adela y todo el equipo por ofrecer comida casera de alta calidad en un sitio tan...
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