Tuvimos una experiencia muy negativa en este local. Nos pusieron en lista de espera para comer y nos ofrecieron pasar a otra zona para tomar algo mientras esperábamos, sin aclararnos que se trataba de una terraza exterior a la intemperie. Con 15 grados de temperatura, mi esposa, que está embarazada, comenzó a sentirse mal por el frío. Informamos a los camareros de su embarazo y de que no se encontraba bien, pero no mostraron ninguna consideración. Mi esposa decidió entrar al baño para recuperarse un poco y, al salir, el encargado del local, Egoitz, simplemente le dijo una palabra: "fuera", sin más explicaciones ni consideración alguna hacia su situación.
Al presenciar esta actitud, solicité la hoja de reclamaciones. En ese momento, el personal mostró una actitud poco colaboradora. El mismo dueño me indicó que, si quería la hoja, debía llamar a la Ertzaintza, ya que de otra forma no me la entregarían. Finalmente, tuve que llamar a la policía y, tras pasarles el teléfono, accedieron a dármela, pero solo después de insistir varias veces. Durante la llamada intentaron minimizar la situación, diciendo que estaba "montando un espectáculo", cuando mi única intención era ejercer mi derecho como consumidor.
Mi esposa, debido al mareo y malestar, tuvo que irse al coche mientras todo esto sucedía. Consideramos que el trato recibido mostró una falta de empatía y profesionalismo. No recomendaríamos este sitio a quienes valoren un servicio atento y respetuoso.
Tras esta experiencia, hemos decidido presentar una denuncia formal ante las autoridades competentes por la negativa inicial a entregarnos la hoja de reclamaciones y el trato recibido, ya que consideramos que se han vulnerado nuestros derechos como consumidores. Esperamos que esta reseña ayude a otros clientes a conocer nuestra...
Read moreGran descubrimiento gracias a lo que nos pasó en cafetería Artaza en Leioa. Llamamos para reservar pero hay que reservar con mucho tiempo,dos meses antes y nos dijeron que sin reserva se podía ir y esperar por orden de llegada. Que era mejor a primera hora antes de que llegaran las reservas o después, fuimos después porque no podíamos ir a primera hora de las comidas pero habían muchas personas y salió un camarero para decir que no ya no había posibilidad en la lista de “sin reserva” y nos ofrecieron la alternativa de “para llevar”, la aceptamos nos sentaron en una mesa de la terraza donde vas tú a por las cosas te montas la mesa y cuando te avisan vas yendo a por los platos de comida, estuvimos allí muy a gusto a pesar de que llovía. La sombrillas son grandes y te cubren bastante para no mojarte. La comida muy buena y con buen precio y cantidad. El trato de todos los camareros imposible de mejorar y Sebastian que fue el que nos atendió la mayor parte del tiempo una pasada, más allá del deber. (Un detalle importante es que cierran cocina a las 5:30 pm, con lo cual tienes más posibilidad de comer que en otros sitios, aunque llegues a las 4 pm.) Allí comimos todo lo que pedimos menos el postre ya que Sebastian se acercó y nos dijo que no podía estar tranquilo, viéndonos ahí con humedad y frío, teniendo ya una mesa vacía dentro y nos llevó dentro al lado de una estufa, pusieron mantel a una mesa y nos pusieron los postres y el café. Terminamos la comida calentitos y muy agradecidos de la atención recibida por todos. Lo recomiendo al 100 × 100 y como venimos mucho por la zona seguramente que nos volveremos a ver. Muchas...
Read moreNos recomendaron varios sitios, pero al ver un vídeo en Instagram de uno de los chicos del restaurante, natural, gracioso y con un rollo superfamiliar, no tuvimos dudas: teníamos que ir a Gozkoetxe. Llamamos para reservar el viernes por la noche, y a última hora les preguntamos si podíamos ser uno más. Cero problemas, cero estrés, todo simpatía.
Al llegar, la atención fue de otro mundo. Cocineros, camareros, no sé si el jefe de cocina, el dueño o el presidente del club de fans del buen comer, pero ahí estaban todos, con una felicidad que se contagiaba. Nos sentamos con una sensación clara: esto pinta bien.
Nos calentamos pidiendo. Pero mucho. Hambre teníamos, pero la emoción nos pudo. Y entonces, cinco del equipo salieron riéndose, mirándonos como quien ve a tres locos sueltos y nos dijeron, entre risas, que no nos íbamos a comer todo eso. Mi colega, digno defensor del estómago sin límites, insistió en que sí. A lo que uno de ellos, con la seguridad del que sabe, respondió: “Mira, peso 94 kilos y soy de Arrigorriaga, y te aseguro que como mucho… y todo eso no me lo termino”.
Aun así, nos hicieron el favor de ponernos medias raciones (que nos salvaron la vida). Todo espectacular. El chuletón, el cachopo… Y aún que pedimos un poco de pan por qué era un pecado dejar sin rebañar semejantes platos, lo que no terminamos nos lo llevamos en un tupper. Pd: pedimos postre 🤤
Atención de 10, comida brutal y un trato que te hace sentir en casa.
Si buscas comer bien, reírte y sentirte como de la familia, Gozkoetxe es el sitio. Volveremos, pero esta vez con la lección...
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