Casa Lucas — Restaurant in Los Tojos

2016: una vez más...Casa Lucas no nos defraudó. Un par de cenas en las que disfrutamos mucho. Probamos su vino tinto "Habla del silencio" (cereza, pimienta, frutos rojos, afrutadísimo, gran gran vino). Pimientos del padrón en el punto perfecto...su cocido espectacular una vez más (ver comentario de 2015 más abajo) y de segundo un cochinillo a la salsa de manzana...que nos dejó boquiabiertos (el punto del cochinillo, tiernísimo, se acercaba al de Cándido...y eso es mucho decir y perfecta la combinación con la salsa). Otra noche cenamos su entrante (cortesía de la casa) de paté, alioli y embutido de ciervo (muy bueno) y de primero una ensalada de tomate, queso Gomber y anchoas: algo tan sencillo...y les queda de primera. Vino Luna Beberide 2014, gran aroma, algo duro de final, tánico(mencía, Bierzo). Pero un buen vino tinto. De segundos jabalí estofado (tierno, sabroso) y una sorpresa: un bacalao que nos gustó especialmente: perfectamente tostado...con crujiente de cereales...exquisito. De postres una tierra de chocolate, original, diferente. Todo a buen precio (especialmente su carta de vinos) y con la amabilidad de siempre. Un 10.

2015: disfrutamos en Casa Lucas de nuevo, como ya hicimos en 2012. Unas vainas de judías verdes salteadas con ajo y jamón...delicadísimas y un punto más crudas de lo habitual (quedan perfectas...porque son muy tiernas).Sabor intenso. Una ensalada de pepino y queso (se notaba que eran pepinos de su huerto, recién recogidos). Quizás mejoraría con un queso algo más potente, pero estaba muy bien el plato. Vino Coto de Ymaz a un precio ajustadísimo (siguen poniendo los vinos a precios muy asequibles). Aroma de fruta madura, vainilla y cuerpo largo y agradable. Final algo tánico. Y por supuesto su premiado cocido montañés...sobresaliente. Gran sabor, tropezones de calidad. Punto de sal clavadito. Perfecto. Pan tierno y bien hecho. Y como siempre amabilísimos. Todo por 37 eur. Otro día cenamos fuera (en la terraza, muy a gusto) sólo dos primeros y dos postres. Una ensalada de tomates con queso de cabra y albahaca, deliciosa...(tomates con sabor de verdad) y calabacín relleno de bacalao (el calabacín espectacular, muy tierno). Postres: semifrio de queso con frutos del bosque (una delicia el semifrío) y un milhojas de chocolate bueno, aunque quizás el hojaldre algo seco de más. Para acabar, una copita de Gran Feudo y otra de Hielu de Picos...Un restaurante para nosotros...

La estancia ha sido nefasta. Lo que era supuestamente un estudio era una habitación con cama de 1,35 llena de muebles que dificultaban el paso, un baño anticuado y un salón/cocina con más muebles que comodidades. Toda las ventanas dan a una fábrica de pan que dificulta el descanso y que «te invita» a apreciar lo bonito del paisaje de la zona. Una bañera sin alfombrilla de baño a la salida y en su lugar una fregona (para que no se te olviden las labores de casa mientas gozas de tus vacaciones), una placa vitro cerámica y microondas de hace más de 30 años, unas escaleras empinadas que no son hábiles para subir maletas, tabiques de papel que hace que sientas a tus vecinos como si estuvieran en la misma habitación, toallas finas que no secan, un desayuno a precio de oro (tostada con café= 3,30€), un sofá añejo con una funda que ni tan siquiera encaja y con la comodidad de la televisión justo encima (para contorsionistas), jabones de baño escasos y de pobre calidad, papel higiénico maxirollo fuera del portátil los, un vinilo en una parte del suelo que simula parquet y se levanta… Esta reseña ya se hace larga y para colmo la dueña me lo niega todo. Menos mal que existen las fotos y facturas. Lo que no se puede negar es la limpieza y un amago de estancia romántica (sobre la cama había pétalos de rosa de plástico) además del buen trato de los camareros, muy majos y...

Fuimos este verano y nos pareció bien, pero hemos repetido la semana pasada y está semana y con la experiencia del último dia no volveremos. Tienen el menú de 22€ de lunes a domingo, entre semana es carísimo, hay mucha oferta a pocos kms com mejor calidad precio. El detalle que hace que no volvamos es que el último dia que hemos ido no hemos cogido menú porque habiamos desayunado tarde y uno de los postres que queriamos no entraba en el menu, por lo que pedimos de carta 1 plato y un postre para cada 1. Para nuestra sorpresa, los platos de carta eran bastante mas pequeños que los de menú (comparamos el mismo plato de cocido, pedido de menu la semana pasada y de carta esta semana). A todo eso nos han cobrado 2€ de pan no pedido (en cantabria se cobra pan pero 1€ persona nos parece excesivo y mas dejando prácticamente el pan sin tocar). El ultimo día faltaban platos como el lechazo... En cuanto a medidas covid, el segundo dia había una trabajadora (no sé si la dueña) hablando con clientes (con nosotros tmb) sin distanacia, en el interior de local y sin mascarilla... El chico que nos ha atendido las 3 veces que hemos ido es muy profesional. Cuando volvamos por la zona volveremos a La bolera de Los tojos o probaremos...