Fuentearcos — Restaurant in Madrid

Acabamos de celebrar nuestra boda, y no puedo expresar lo contento que estoy con todo el equipo de FuenteArcos. Fue una noche perfecta, en un salón precioso y con una comida y organización espectaculares. Voy a intentar dividir la valoración en distintas secciones:

Atención y organización previa - Nos dejaron personalizarla todo lo que quisimos, nos aconsejaron en el proceso, tuvieron en cuenta a nuestros invitados con sus distintos gustos (vegetarianos) y necesidades (alérgicos e intolerantes). Hablamos con muchos miembros del equipo, y todas las veces nos atendieron sin prisa, tomando un café de manera relajada, transmitiendo una total sensación de control y conocimiento que tantos años de experiencia les han brindado, pero dejando siempre la puerta abierta a cualquier petición que les hiciéramos (como que la tarta nupcial fuera hecha por un amigo y poder servirla luego en la discoteca)

El salón y complejo - De las tres opciones disponibles, por nuestra cantidad de invitados y por gusto personal, escogimos el salón Trébol. Además del salón, que tuvo espacio más que suficiente para estar todos juntos, también tenía espacio suficiente para rincones, donde la gente podía descansar un poco o retirarse momentáneamente para tener una conversación más íntima. A ello hay que sumarle una zona de fotos para los novios y su familia más cercana, que es sencillamente preciosa y un parque infantil que fue la estrella de los más peques de la familia!

Días previos al evento - Como 10 días antes del evento tuvimos una reunión para terminar de establecer todos los detalles del día: qué canciones sonarían durante todos los momentos del evento, en qué momentos hacer ciertas sorpresas y cosas así. Pudimos ir un par de días antes para establecer toda la decoración: Candy bar, seatting plan, mesa para el libro de firmas, etc... Y nos dejaron ensayar el baile de apertura en la que luego sería la pista de baile final (que nervios teníamos y cómo nos ayudó a afrontarlos!)

Atención y organización durante el gran día - El día del evento hubo muchos nervios, pero desde el momento que llegamos nuestro maître que sabía todo lo que habíamos comentado en la reunión anterior, nos fue sutilmente dando indicaciones y solucionando los imprevistos típicos (ej: familiares que salen a fumar antes de un momento especial) de manera totalmente transparente para nosotros, que solo estábamos centrados en atender a los invitados y en pasarlo bien. Los camareros todos con una sonrisa durante el evento, muy profesionales e informados de todo, la comida exquisita mejor si cabe que el día del menú degustación. Todo pasó como se dijo que pasaría... vamos que una ejecución impecable!

Finalmente me gustaría agradecer a todos, ya sean los que participaron antes del evento (Ángel, Jose, César, Susana, Ana...) como nuestro maître (Alfonso) y todo el equipo que hubo detrás (camareros, cocineros, personal de limpieza, etc), sin los cuales no hubiera sido posible tener una noche tan increíble y para el recuerdo, no solo nuestro sino de nuestros invitados, de los que seguimos recibiendo sus comentarios positivos para con...

OPINIÓN DEL RESTURANTE (no boda ni comunión). Estuvimos un Domingo en una celebración familiar y la experiencia fue totalmente decepcionante. Es más, puedo decir que nos amargaron el evento.

No tenían prácticamente nada de la carta. De los segundos tenían solo un pescado (bacalao) y una carne (entrecot) y de lo entrantes tres de todas las opciones. Aparte nos ofrecieron un pastel raro de cordero fuera de carta. Nos dijeron que era porque les habían entrado dos mesas grandes inesperadas y ya no les quedaba género. Esas dos mesas grandes yo no las vi por ningún lado, es más, el salón estaba bastante vacío.

De verdad que siento decirlo pero en mi opinión creo que lo de las mesas no era cierto y tengo la sensación que nos ofrecieron las sobras de algún bautizo/boda del día anterior porque en realidad el sitio se dedica a organizar ese tipo de eventos. Quiero decir, que me quedé con la sensación que usaron a los clientes de ese día para vaciar la nevera. No sé si será su manera de proceder habitual con el restaurante.

De todas maneras, aunque eso de las mesas inesperadas hubiera sido cierto, que creo que no lo era como he comentado, no puedes admitir a más clientes si no tienes género para atender a los que ya tienes en reserva.

Al final nos comimos prácticamente lo poco que tenían, lo que nos ofrecía el camarero a viva voz. Eso sí pagamos 370€ por 6 adultos y 3 niños. Calculen ustedes el precio por persona por una comida en la que le vacíanos el fondo de la nevera que para mí no se acercaba ni a un menú de fin de semana.

En cuanto a la comida, los niños comieron un menú infantil cada uno de 12€ con macarrones, una mini hamburguesa tan mala que alguno no se la pudo ni comer y unas patatas.

Para los adultos, los entrantes pasables sin ser una maravilla. Los segundos: un pescado y un entrecot normalitos y esa especie de pastel de cordero que además era malo malo pero de verdad. Me costó comerlo.

Cuando nos quejamos nos ofrecieron en compensación un sorbetes de limón (fijaos que pedazo de detalle) y unos chupitos (otro gran detalle).

Por decir algo bueno, el sitio es muy bonito pero vamos, normalmente yo voy a un restaurante a comer.

En fin, no recomiendo para...

La comida no estaba mala... pero tampoco buena...no tenía apenas sabor. El problema es que lo cobran a precio de restaurante que ofrece otra cosa y cuanto menos deberían servir lo que ofrecen. Los entrantes que te pone la casa una ensaladilla insulsa y un vasito de una 'mousse' de aguacate que apenas sabe.

Croquetas mixtas: la masa muy bien, pero el jamón apenas aporta. Las otras estaban mejor.

Pulpo: estaba bien, pero nos lo han servido frío.

Chipirones: es de las cosas que se puede pedir pero no dicen que tiene cebolla y íbamos con una persona alérgica. No me gusta los restaurantes donde te ponen algo que no pides.

Ensalada: cada ingrediente por separado estaba bien, juntos no terminaban de pegar.

Entrecotte: no se le veía de mala calidad pero estaba fatal hecho. Mucha grasa, además casi todo el mundo se la la deja pero tienes que hacerla como si se la fueran a comer y este es de los sitios que la hacen como despreciando al cliente. El corte era demasiado fino, parece que quieren ahorrarse unos cuantos filetes. Y el acompañamiento era una salsa de pimientaos buena de sabor pero tan densa que necesitabas extenderla con una cuchara.

Arroz con bogabante: de los principales el mejor, pero tenía demasiado caldo uy apenas arroz.

Hamburguesas: apenas tenía sabor a trufa, lo que ya es difícil, y eso que tenía tanta salsa que el pan se deshacía.

Postres: los pongo en conjunto porque estaban bastante buenos todos. Lo mejor.

Por cierto algunos queríamos menú y no nos han dejado pedirlo. Entiendo que es por que como entraban las bebidas no quieren que los de menú pasen a los demás pero es llamar latín al cliente a la cara.

En general parece que quieren ahorrar demasiado costes, incluso a expensas de la...