Aunque soy de Pontevedra, vivo en Marín desde hace mucho tiempo. Cariñosamente, siempre me he referido a la villa como el "barrio portuario", dentro de un concepto interurbano en el que incluyo varios de los lugares que rodean el fondo de nuestra maravillosa ría (Poio, Pontevedra, Marín...). Este local es un claro ejemplo de la espectacular evolución que Marín ha estado experimentando en las últimas dos décadas. Sin hacer mucho ruido (salvo el de las obras 😅), la villa del Morrazo se ha ido convirtiendo (si no lo era ya) en uno de los mejores enclaves, en el ya espectacular entorno global, para VIVIR; sí, con mayúsculas, porque en otros lugares se sobrevive. En este contexto, A Bailona es de esos locales que marcan un nuevo rumbo en este caminar "paseniño" de Marín hacia un mejor ser o estar, o así lo parece al menos. Me duele tener que decir que todo lo bueno que tiene el local (ubicación, decoración, ambiente, concepto de negocio...) se estropea irremediablemente con la pésima gestión de atención al cliente. Y no es porque los camareros no sean educados, que sí lo son, sino porque no atienden las mesas con la agilidad que un sitio así exige. Lo siento, pero este aspecto básico está muy por debajo de lo esperado, no ya para un local así de espectacular en muchos otros aspectos, sino para cualquier bar de barrio. Ayer mismo me he sentado con mi familia en una mesa para intentar disfrutar un rato de una caña a última hora de la tarde. Tras algo más de media hora de espera, en la que se llegó a servir (con errores en la comanda incluidos) a alguna mesa ocupada más tarde que la nuestra, nos marchamos sin saborear esa deseada caña. Al menos, eso sí, el ambiente agradable, las espectaculares vistas y la puesta de sol no nos los quita nadie. Otra vez será, con caña incluida, espero.
ACLARACIÓN IMPORTANTE: creo que un lugar así merece que se le dé otra oportunidad, por eso quiero subrayar que la estrella marcada no refleja toda la realidad. Mi deseo hubiera sido (en estas circunstancias) dejar la calificación para otra ocasión, pero tenía que marcar algo para poder...
Read morePongo una estrella porque no se puede poner menos, os cuento, el sitio increíble unas vistas de ensueño , servicio correcto hasta que ayer sobre las 20:00 con un calor de unos 28 grados se les ocurre cerrar el acristalamiento justo donde estábamos, le pregunto si va a poner el aire acondicionado y no me contesta le vuelvo a preguntar y con cara d déjame en paz y un no de ogro y sin más explicacion se va, eso se convirtió en una sauna y nos quedábamos pegados no entendíamos, así que pese a que el sitio era maravilloso decidimos irnos no sin antes preguntar quién era el maleducado que decidió cerrar y asarnos sin darnos ninguna explicación, pues ahí va la sorpresa era un camarero y porque lo hizo pues porque le dio la gana, según nos comentaron sus compañeros no hemos sido los únicos que nos hemos ido por un trato nefasto, aclarar que los camareros jóvenes fueron educados y se quedaron pegados cuando les dijimos el porque nos íbamos. Y el sujeto en cuestión no era el en encargado era un camarero madurito y con muy poca profesionalidad. El sitio es increíble pero me lo pensaré antes de volver ya que el trato por parte de este señor fue nefasto, y la verdad hay un millón de sitios por Marin para ir a uno donde el trato es totalmente incorrecto. Espero que el responsable de este local corrija...
Read moreFuimos un grupo de 6 personas que hicimos una primera consumición sobre las 18:30. A las 19:40 se unieron otras dos personas con sus respectivas bebidas, y a las 20:30 nos pidieron que, si no íbamos a seguir consumiendo, debíamos dejar la mesa. Cabe remarcar que en ningún lugar del establecimiento había ningún cartel o aviso que indicara un tiempo máximo entre consumiciones. Solicitamos la hoja de reclamaciones y llamamos a la Policía Local, ya que consideramos que el trato recibido por parte del personal, en especial de la propietaria, no fue el adecuado. En un momento, ella comentó, refiriéndose al hijo de una de las parejas (un niño de 4 años), que “quizás debería estar en el parque”, algo que nos pareció fuera de lugar. Además, una de las empleadas, visiblemente alterada tras un incidente en el que la propietaria le dio sin querer con una silla e hizo que se le cayera una botella de cristal al suelo, nos dirigió comentarios muy poco profesionales. Finalmente, uno de los empleados hizo un gesto que interpretamos como intimidatorio, lo cual nos incomodó aún más. En general, la experiencia fue negativa y no...
Read more