Alhambra Massanassa — Restaurant in Massanassa

Fuimos a una cena de grupo, básicamente el camarero nos decía lo que teníamos que pedir, pese a que insistimos en que no todos teníamos gustos iguales y preferíamos tapas diferentes, finalmente pactamos con él tres tapas y de esas tres nos puso dos que le habíamos dicho y la tercera la que él insistía. El camarero en cuestión bastante desacertado con contestaciones secas, tajantes y bromas fuera de lugar (como decirle a una compañera con sobrepeso que ella era capaz de comerse 16 burritos). Las tapas no dicen nada en especial pero tampoco eran malas, los platos son grandes, aunque su calidad mediocre, mi secreto ibérico estaba chicloso, el magret de pato a la miel era más bien al vinagre, las verduras de la guarnición estaban prácticamente crudas. De postre nos volvieron a meter con calzador una tarta de dulce de leche (la mejor que habréis probado), sería en el día porque era de las más flojas que probamos, igual que la de macedonia. Nos cobraron y se olvidaron de traernos los cafés. Al final nos invitaron...

Restaurante pequeño y por ello hay mucho ruido. Mesas muy juntas. Carta con poca variedad. De primero una ensalada completa que está bien y unas gambitas con salteado de ajos tiernos queqno habia cantidad de ajos pero las gambas con mucho sabor. De segundo nos pedimos pluma que estaba fuera de carta muy tierna, lomo alto un poco duro y las costillas de cordero secas y duras una pena. Los postres caseros muy buenos tanto flan como los puddings de baileys y café. Los camareros atentos pero mucho jaleo. Platos sucios y desgastados mirar esos detalles y había una telaraña grande encima de nuestra mesa. Un plus de nota por el chef porque hizo un plato de puré para un comensal en dieta...

Desde afuera no parce mucho. Desde dentro tampoco.

Pero debes entrar a probarlo. Varias veces pasando lo vimos lleno y no podíamos entrar para comer. El martes res reservamos mesa y un arroz bogavante.

Absolutamente genial. Muy buena calidad. No lo podíamos terminar entre 4 personas. Delicioso y precioso.

El camarero es muy simpático y te hace sentir como en tu casa. Todo que pedimos fue muy bueno.

Volveremos para probar otros platos. Porque de verdad ahora es evidente porque siempre están llenos.

Te recomendó que hagas una reserva para comer. Y si puedes pide el arroz bogavante.

Llevo días soñando de volver a comerlo....