Me duele publicarlo pero he de ser honesto conmigo y con el dueño. Han bajado en calidad pero han subido en afluencia de público, atraído por las lógicas opiniones positivas. No obstante, pese a ser un cliente habitual, en la última ocasión hubo errores de bulto. Tres en concreto. El chuletón de vaca macerado no tenía el punto de maceración de las veces anteriores pese a que se cobró como tal. Bien porque cambiaron de proveedor o la calidad ha bajado del mismo proveedor (no me supieron decir los camareros). Sin embargo, es la estrella de la casa e íbamos para probarlo a propósito en repetidas ocasiones. Las gambas fueron cobradas como langostinos al mismo precio y el camarero nos dijo que eran de igual o de calidad incluso superior. Lo siento, pero hay que ser honesto con el cliente y distaba mucho de ser así, más aún si en la carta figuraban langostinos y ya habíamos testado el producto anteriormente. Finalmente, la cuenta que recibimos era de otra mesa. Y eso es debido a que no revisaron. Y eso que la cuenta que nos dieron era más barata. Pensé que vendría una disculpa pero no la recibí. De cualquier manera trata de ser una crítica constructiva esperando que vuelvan a la calidad que les precedió.
En respuesta al comentario anterior, comprendo perfectamente tu razonamiento pero he de apuntar que el comentario viene a señalar algo que no es humilde ni aceptable, desde mi punto de vista. Si hemos ido en varias ocasiones, es mejor avisar al cliente (con más razón) de que la carne no llega al punto de maduración que se vende y, por el cual, viene exclusivamente. Porque esto no es un error solamente, sino que roza lo tolerable.
En segundo lugar, si los langostinos no están en carta (desde hace ya tiempo), lo deseable es explicar que no solamente es que no queden, sino que no hay y se prefiere vender algo más barato. Entiendo que la lógica es sacar más rendimiento con un producto más bajo, lo cual es entendible. Pero hay que comentárselo al cliente. Por otro lado, nadie ha pagado nada con un chaval de 16 años, simplemente se le dijo, igual que se le comentó a la camarera el aspecto del chuletón. Además, ella reconoció que “ya hay un par de clientes que se han quejado por ello”, afirmación que solamente fue reconocida una vez que se le comentó que la calidad y el precio no se ajustan a lo que se venden o se vendían.
Por último, no se trata de mi mujer, sino de un familiar el que ha hecho la reseña.
Posiblemente, hubiera sido mejor comentarlo en persona pero tampoco recibí una disculpa por estos aspectos cuando ya lo comenté en la mitad de la comida. Y tampoco estamos, como su parte, para regalar el dinero. Creo que esto es entendible.
Una pena, la verdad. Si no se es consciente de que se ha hecho un mal servicio que no es excusable en calidad y atención, poco puedo hacer salvo que escribir estas palabras sin hacer daño, solamente exigiendo responsabilidad y honestidad. También hubiera sido deseable llamarme o mandarme un mensaje y no dejar todo al azar o a la buenaventura del cliente porque yo no soy quien tiene que cuidar del negocio. Al contrario, siempre que he podido he acudido y he recomendado Duas Cepas. Pero no es de recibo ni caballeroso que se venda un producto que no es o no se especifique qué es....
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