Restaurante Quinta de San Amaro — Restaurant in Meaño

Hemos ido en varias ocasiones a este sitio, ya que el entorno y el local nos encantan, peeeeero... la última vez que fuimos nos pusieron un bacalao que no había quien se lo comiese, malo malo hasta decir basta, y tuve que devolverlo. Sorpresa al pagar: me lo cobraron alegando que el producto no estaba malo. Y yo pregunto: quién determina si el producto está malo o no? El que lo vende o el que se lo va a comer? A mí me sabía mal, pero mal mal, pero ellos insistían en que estaba bien. Resultado? No volveremos en la vida, han perdido unos buenos clientes. Casualmente, comentando esto con el carnicero del mercado donde compro, me dijo que no es la primera vez que escucha eso, que ese bacalao que hacen es inmundo, y que las quejas son constantes. También me comentó que metieron un chef nuevo, que rompió relaciones con los proveedores que tenían en ese momento, poniendo los suyos, metiendo productos de menor calidad (amiguismo por encima de todo). No puedo dar por buena esta afirmación, pero es llamativo que este carnicero comente algo que a mí me ha pasado (bacalao infumable) y que añada que existen "problemas" con el chef... que cada uno saque sus propias conclusiones. Por mi parte no recomiendo en absoluto esto sitio, mejor un furancho de la zona, donde comerás más barato y mejor calidad.

Y no, yo no soy un proveedor y dejo claro que no puedo dar por buena esa afirmación por parte del carnicero (sus motivos tendrá, los desconozco), pero lo que sí veo en la respuesta del propietario es que se queda mirando al dedo, no a la luna... Yo soy un cliente al que se le ha dado un producto en mal estado y al que se la he cobrado por ello. Lo más lógico, y atendiendo a una reclamación por ofrecer productos incomibles (al menos para mí, es mi opinión personal), es que el propietario comente sobre eso y no se quede solamente en que es un proveedor despechado... y no tienen más que decir? Cuando uno no reconoce sus errores, seguirá cayendo en ellos...

Acudimos un grupo de 8 personas. La reserva se hizo con más de una semana de antelación para una comida con motivo de una celebración muy especial. Él lugar está muy bien decorado y es acogedor haciendo esperar que la atención este a su nivel sin embargo no fue así.Personal correcto pero sin mucho ánimo de interactuar con él comensal o atender a sús necesidades. Hay que pedir repetidamente que té traigan vino y pan. Comida muy muy escasa Al igual que él pan. La calidad del producto buena pero cocinado que necesita considerable mejora como las vieiras Al albariño o él arroz meloso de pescado. De hecho, él arroz fue bastante decepcionante ya que solo sabía a pimentón y él poco pescado que llevaba no iba integrado en él sabor del arroz. Destacaría los postres y en especial la tarta de queso que iba acompañada de un helado esquisito. Mi consejo personal: menos vajilla y más comida. Al final resulta pesado que té retiren platos y cubiertos cuando practicamente no has comido nada. Lamentablemente no volveré y me he marchado muy desilusionada y con mucho pesar por la gente que nos acompañaba en esta celebración y que no disfruto de la comida. Destacar que tuvieron un bonito gesto al invitarnos...

Never happened to me that the restaurant manager insisted so much not to change a corked wine. Situation got ridiculous and unpleasant (for a 30 euro bottle). Luckily a younger employee understood and changed the bottle. It is a pity because food was good and location is beautiful. Better to offer a sommelier course to...