Íbamos con muchas expectativas y en mi opinión, por el precio final que pagas, el sitio, sin estar mal, no es tampoco para tirar cohetes como se lee en muchas opiniones. Menú cerrado que incluye bebida (vino y agua), postre y café por 35 € por persona (NO ACEPTAN TARJETA). Hay que tener en cuenta también que todo va al centro y es para compartir y NO ES COMIDA ILIMITADA. Nosotros fuimos 3 personas con reserva previa un sábado y contaré detalladamente la experiencia que tuvimos.
ENTRANTES: Cuando llegamos ya estaban puestos los entrantes, que son la ensalada, 3 espárragos con 3 pimientitos rojos y un plato de embutido para picar un poco. El embutido de cantidad un poco escaso y de calidad aceptable, aunque el jamón me pareció bastante flojo. Al lado el vino de la tierra con la botella de agua. Hasta ahí perfecto. A los 5 minutos nos sacaron un platito (pequeño) con la morcilla y el chorizo frito. La morcilla muy rica pero 3 trozos contados y de chorizo algo más pero rodajas muy pequeñas.
CARNES: Lo primero que nos llegó es el cordero, en concreto 3 trozos de costillar pequeños en una fuente de barro de las que te sirven una ración. Estaba rico de sabor y bien asado, pero no es cordero lechal como quizá alguno pueda pensar. Pensábamos que como sólo eran porciones muy pequeñas para cada uno también traerían algún trozo de cochinillo después, pero no. Después del cordero ya sólo nos sacaron 4 chuletillas (literalmente) para 3 personas, 2 trozos de secreto y un plato con una chuleta para 3 (ojo, es chuleta, no chuletón). Realmente pensamos que seguirían sacando algunos platos más y también más variados, pero no volvieron a traer comida a la mesa en un rato largo. Al vernos que habíamos terminado ya hacía tiempo, el camarero nos preguntó en un par de ocasiones que si ya habíamos acabado y si nos apetecía algo más, y le tuvimos que decir que sí las dos ocasiones, trayendo cada una de ellas tan sólo una chuleta para los 3 que éramos y tocando a un pequeño trozo cada uno. Después de estas dos veces, la verdad que pasó otro rato bastante largo y ya no volvió a pasar nadie a preguntarnos, así que ya nos daba hasta apuro decirles que trajeran más comida y tampoco podíamos esperar mucho más, porque entre los tiempos de espera entre platos y lo que uno tarda en comer nos tiramos allí algo más de 2 horas. En base a las cantidades y teniendo en cuenta que todo es al centro y a compartir y sin guarnición, las chuletillas no llegaron ni a una ración, el secreto una ración para tres, el cordero juntando los 3 trozos apenas llegaban a 2 raciones y la chuleta sin guarnición no llega ni a lo que suelen servir por una ración.
POSTRES: En general aprobado. Cuajada con miel que estaba rica, mousse de limón bien de sabor pero más yogur que mousse y un cucurucho de helado industrial. Después un café con leche y una selección de licores.
VALORACIÓN: En general, la relación de los 35 € que pagamos por lo que comimos es aceptable. No me pareció caro, pero tampoco lo calificaría de "barato" y ni mucho menos la panacea de "comida a discrección" que puede leerse en algunas opiniones. No es un "all you can eat" ni "comida a demanda" como dicen algunos. El servicio fue agradable pero bastante lentos para sacar los platos y un poco ausentes casi todo el servicio, teniendo nosotros que estar más pendientes de ellos que al revés. Respecto a la comida, teniendo en cuenta que todo lo que sacan es al centro y para repartir entre los comensales y las cantidades que nos sirvieron siendo 3 personas (3 trocitos de costillar de cordero casi todo hueso, 4 chuletillas de lechal pequeñas, dos trozos de secreto y 3 chuletas) y contando los largos tiempos de espera entre que sacaron los platos, la sensación final fue un poco agridulce. Otro punto negativo es que NO ACEPTAN TARJETA, algo que creo que hoy en día en un restaurante con tantas mesas y movimiento como tiene este pues no es muy de recibo. En general, creo que no está mal para probarlo una vez, pero no creo que repetiría y desde luego no lo catalogaría como "sitio de referencia" ni...
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