Restaurante El Labriego — Restaurant in Miguel Esteban

MUY DECEPCIONANTE. Un lugar bonito y con pretensiones pero que se queda corto. El ano pasado en estas mismas fechas fuimos a celebrar el cumpleaños de mi padre y tuvimos una experiencia regular, no tenían trona y el servicio fue regular. Hoy hemos estado y hemos tenido una experiencia similar. De entrada, no tenían trona (el año pasado nos pasó lo mismo) se ve que no quieren que vayan niños, porque hemos pedido un zumo de piña para mi hija y no es que no tuvieran de piña, sino que no tenían zumos. Ya íbamos mal. Pido una botella de vino y me dicen que me espere a ver si pido menú o no para ver qué vino me ofrecen/traen y el resto de la gente en la mesa toma algo menos yo mientras pensamos. Nos traen una "tapa" con un gran despliegue, montando un par de soportes marmóleos con pinta de Sarmiento en los que depositan un "torrezno de calamar en su tinta" por persona que estaba regulero de sabor. Pedimos que nos digan qué tienen y el camarero nos responde que él no puede decírnoslo, tiene que ser otro compañero que les está contando la milonga del menú degustación a otra mesa (les cuenta una historia flipante para justificar que te van a sajar por un ñoqui, un espárrago, un calamar, gazpacho manchego y poco más) y mientras siguen sin traerme mi vinito porque no sé si voy a pedir menú o carta. Finalmente viene el chico que tiene que contarnos qué tiene de comida. Nos intenta explicar el menú degustación pero al 4° plato desistimos de la milonga. El menú no pintaba mal sobre el papel y ofrecían muy poco fuera de él, tan solo dos o tres platos como mucho (lo cual evidencia que sólo quieren vender el menú diario o el degustación). Pedimos y por fin me dicen qué vino me van a traer, Paso a Paso tempranillo, no está mal. Tras 10 min desde que pedí (y 40 minutos desde que entré al restaurante) me quejo de que aún no me han traído el vino y por fin me lo traen. Pedimos un plato de jamón ibérico para ir picando hasta que salga la comida porque llevamos un bien rato y la Niña tiene que comer. Y 26€ una ración de jamón ibérico, UNA ESTAFA En cuanto al menú, he de decir que las porciones son bastante pequeñas para un menú de 16€. Muy escasas. Adjunto fotos. El primero era pasta boloñesa, o huevos rotos con gulas. Y el segundo cachopo, codillo o lubina. El cachopo era muy muy pequeño y encima bañado con una salsa de miel y mostaza que no me habían advertido, ERROR, ña salsa empobrece y moja el empanado. La lubina eran dos trocitos de lomo, ni siquiera una lubina entera, y viene con una salsa de algas que sabe a chicle de clorofila y viene tremendamente bañada en ella, ERROR, la salsa debe ir a un lado o advertir que viene con salsa. El codillo escaso, es una rodajita. La lubina viene acompañada de arroz blanco, está bien; pero el codillo y el cachopo vienen con un pegotillo de puré de patatas, el puré es algo muy inferior para acompañar, lo suyo serían unas patatas. De postre poca variedad, sandía, mousse empalagosa de leche condensada y brownie, al final se queda en la mesa. A la niña le pedimos un 1er plato de pasta. Al pedir la cuenta observo que pone "menú niño 8€" lo cual supone la mitad de un menú adulto y me paro a pensar que mi hija solo ha tomado un primer plato, no medio menú, ni un menú de niño, porque ello incluiría bebida y postre y no se le ha ofrecido ni bebida ni postre. Preguntado el camarero, si respuesta es "menú niño equivale al plato de la niña" , con lo que me han cobrado medio menú 8€ por un plato pequeño de macarrones. En general un sitIo con pretensiones de algo más pero que se queda MUY CORTO, servicio lento, raciones muy escasas, precio elevado con respecto a lo que ofrecen, y poca sensibilidad...

Ya he ido tres veces, está última quería que mi pareja viviera la experiencia de cenar en este restaurante. No tengo palabras para describir cómo te hacen sentir tanto con los sabores como con el servicio. Tomamos el menú degustación, cada bocado te traslada a la época de nuestros abuelos manchegos, el ambiente, la tonalidad de la música que ponen, cómo te explican cada plato, es una experiencia que invito a todo el mundo a vivir. Mi pareja, cuando llegó a los alrededores del restaurante, no confiaba en lo que yo le había contado, salió impresionado. Tomamos el vino que nos recomendó el camarero que no solo fue amable, fue diligente, simpático y sobre todo un auténtico profesional. El chef que en esta ocasión nos explicó el menú, encantador y entusiasta, sabía cada proceso y nos contagió la pasión que le ponen a cada bocado. Volveremos a ir porque es una experiencia única. Un restaurante que debería tener por lo menos tres estrellas Michelin, un auténtico placer para...

Fuimos a este restaurante mi esposa y yo un dia muy caluroso de Agosto del 2012.El local del restaurante es pequeño pero muy agradable. La decoración está bien cuidada y se nota. Las mesas bien presentadas. Nos atendió Santi y solicitamos el menú del dia. Dispone de carta.Tomamos una ensalada con mezcla de sabores y texturas y unos gambones a la plancha de primero. Nos gustó. De segundo Santi nos aconsejó una merluza con salsa y una presa de cerdo iberico con patatas y salsa. Muy buenas ambas opciones.El postre también resultó muy bueno al mezclar ingredientes desiguales en sabores y distintas temperaturas.Para terminar, pedimos unos cafes que tambien nos gustaron.Total: alrededor de 30 € incluyendo agua y cerveza sin alcohol. El pan que se incluia estaba hecho con "masa madre".Es de destacar la esmerada atención que recibimos, ya por parte de Santi como por el resto de las personas que nos atendieron.Altamente recomendable. Sin duda es...