Restaurante Xinorlet ( Casa Reme) — Restaurant in Monòver / Monóvar

Ayer, 11 de febrero 2024, fuimos a comer 4 personas. Pedimos el menú degustación, que se compone de unas entradas de embutidos de la zona, migas del pastor, croquetas y arroz con conejo y caracoles como plato principal. Las entradas estaban buenas, correctas; y el arroz, si no hubiera sido por el exceso de sal, también. Esto provocó que uno de nosotros no pudiera comerse su ración. Comentamos la situación con la camarera que nos estaba atendiendo, invitándola a probar el arroz (declinando tal invitación) e informándole que no queríamos reclamar nada, y como única solución o determinación se disculpó; hubiera sido un detalle por parte del establecimiento, que a la persona que no pudo comerse el plato de arroz le hubieran dado la opción de prepararle cualquier otro plato, pero no fue así. Dicha camarera nos insinuó que podíamos tomar café en la terraza, climatizada por una estufa de leña, y le aceptamos el ofrecimiento. Cuando llegamos a la terraza, intentamos ubicarnos cerca de la estufa, ya que hacía frío y había una cristalera abierta que daba a la calle. El que parecía ser el dueño del restaurante, con una actitud compatible con las malas formas, nos conminó a sentarnos en un rincón lejos de dicha estufa, argumentando que iban a colocar unas mesas y molestábamos allí. La sorpresa posterior fue que no es que fueran a montar unas mesas alrededor de la estufa, sino que ubicaron a otras personas que llegaron después que nosotros (detalle feo donde los haya). Le pedimos la factura a dicho señor y cuando nos la entregó nos preguntó que si todo había ido bien, a lo que le respondimos con la incidencia del arroz y que nadie se había prestado a probarlo. No solo no se disculpó, sino que afianzó su postura intransigente e incomprensible de que nuestro arroz no estaba salado, argumentando que habían servido 5 arroces más con el mismo caldo y nadie se había quejado; seguramente porque a esos otros arroces les habrían echado la proporción adecuada de sal. Finalmente afeamos su conducta respecto a la estufa, ante lo cual y de acuerdo con su actitud, nos quedó la sensación de nuestra queja no iba con él. Queremos resaltar que nuestra intención, desde el principio, no era reclamar nada ni publicar nada, pero la actitud errática y formas desafortunadas del que parecía ser el dueño del establecimiento, nos ha hecho cambiar de opinión. Miguel...

Fuimos 4 adultos y 1 niño para el que nos ofrecieron nada diferente a los adultos. La ubicacion hace que no sea un sitio de paso, lo que hace necesario ir recomendado, como fue nuestro caso. La carta no es excesivamente extensa aunque esta bien, hoy en concreto les faltaba la mitad de los platos. Nos recomendaron el menu degustscion (25 euros sin bebida) que consta de 3 entrsntes, un plato principal (arroz, gazpaxho,, cocido...) del cual tambien faltaban varias de las opciones. Entrante 1: Embutido seco de la zona, en un plato bastante pobre en cuanto a calidas y cantidad. Entrante 2: queso fresci envuelto en bacon, que sustituia a unos croquetones ya que no habria para todos y nos lo ofrecieron como extra para probarlo (al final trajeron y cobraron los 5 croquetones a 2 euros cada 1) Entrante 3: migas del pastor, con mas sabor a pimiento que a otra cosa y con una textura bastante mejorable. Plato principal para 3: arroz de conejo y caracoles, pasado de cocción con un caldo bastante pobrey con poco sabor. (solo las especias) Plato principal para 2: gazpacho manchego flojo de potencia y que no aportaba nada al resto de la comida, con una textura por la que dudo estuviera hecho para nosotros, sino mas bien calentado en microondas. El postre: variado de fruta y helados, con un coulant de chocolate que fue lo Menos malo de la comida. En definitiva, sitio para no volver donde hemos comido lo que el camarero ha querido y hemos pagado por buena una comida bastante mediocre y sin nada...

Comida pésima, raciones escasas y caro para lo que te ponen. Fuimos en familia el día de Reyes para probar este sitio, sobre todo para probar la gachamiga y el arroz de conejo. Hicimos la reserva y acordamos en el menú de 38 € nos pondría para degustar la gachamiga, advirtiendo al dueño que ibamos exclusivamente a su restaurante para probarla. Nuestra sorpresa fué que cuando llegamos nos dijo que no nos podía poner la gachamiga ya que el sr. que la hace estaba enfermo. Bueno lo pasamos pues es algo que puede ocurrir. Nos puso tostadas con pericana, lo mejor de toda la comida, (pan y tomate barato y sencillo de hacer), luego nos puso embutido de la zona de Pinoso (esto no falla) pero cortado a tamaño laser, después nos puso una sepia congelada y más dura que una piedra (no nos la comimos). El arroz de conejo con caracoles pésimo (y eso que debiera ser su fuerte) sin sabor a nada, le faltaba sabor, aceite y sobre todo conejo y caracoles ( para una 10 persona habían 6 trozos de conejo y 6 caracoles) una verguenza. El dueño todo el rato te engaña, quiere darte la vuelta, aparentamente es majo pero se queda en eso en aparencia ya que te está tomando el pelo y engañandote. Los postres parecían lo mejor hasta que me encontré dos pelos. UNA VERGUENZA, COMIDA PÉSIMA y CARO...