Tenía que organizar una comida muy importante para 19 personas y no sabía el lugar. Me recomendaron Can Toy diferentes personas, y me arriesgué a hacerlo sin haberlo probado, pero las referencias eran tan buenas que reservamos.
Desde un primer momento la atención de Jessi, fue encantadora, totalmente colaboradora, atenta, dispuesta, y con todo tipo de facilidades para hacernos más grata la comida. Un gusto que te traten así.
Todas las opciones que le solicité, aunque fueran excepciones, tuvo a bien concederlas con el fin de una comida perfecta para la ocasión.
También Alba que me atendió en la organización, fue del todo encantadora y agradable facilitandolo todo.
Por fin íbamos a celebrar la comida de toooda la familia, pero iba a ser la primera vez que nos juntásemos todos fuera de una de nuestras casas. Habían pasado muchos años.
El lugar elegido era ideal. Varios salones, ambiente agradable, con aparcamiento, vistas a la montaña, terraza fantástica, todo genial.
Tienen menus de grupo, menú fin de semana, menú infantil, una carta muy variada, menú diario y además menú calçots. Vamos, una variedad fantástica para todos los gustos.
Además, la carta de vinos tiene una muy buena selección.
Nosotros tuvimos el privilegio de poder disfrutar de una magnífica comida, en un salón privado individual con una mesa imperial y perfectamente vestida para la ocasión. Estaba preciosa, gracias Edu por cada detalle.
Teniendo además de todo, el lujo de un camarero para nosotros solos. Edu! Un camarero como la copa de un pino. Un trato exquisito, un cuidado magnífico, todo personalizado, una atención delicada, agradable, respetuoso.. incluso estaba pendiente de cuando me terminaba la salsa, en la última cucharada me ponía más... Sus detalles en conseguido los polvorones fue lo más, y podría seguir....pero de verdad que un doce o un quince sobre 10. Gracias!.
No quiero dar detalles porque sé que las excepciones, son eso, excepciones. Pero doy gracias por cada una de ellas.
Y dejo para el final lo más importante, junto con todo el resto que también es muy importante, pero es que la comida estaba deliciosa. Y hemos comido una variedad importante de platos para poder decirlo.
El chuletón de diez, el entrecot de 10, la salsa roquefort, el rape de 10, el lenguado en almendras de 10, los calçots de 10, el jamón de diez, las berenjenas a la miel de 10, los caracoles... y las patatas fritas caseras, Dios!! Tremendas!! Todo!!!
Los tiempos han sido perfectos, todo perfectamente coordinado para los primeros, el tiempo con los segundos. Era como estar en casa.
La temperatura del salón también cuidada, la iba graduando según estábamos nosotros. Edu estaba pendiente de que no nos faltará nada y estuviéramos en todo momento como en casa.
La hostelería es muy dura y hay veces que los clientes ponen reseñas cuando las cosas salen mal y no cuando salen bien, por ello doy tanto detalle y quiero dejar constancia de ello. Sé lo importante y lo que se valoran estas cosas, y más cuando salen tan tan bien.
Seguid así y muchas gracias!!! ya tenemos nuestra segunda casa para poder repetir la próxima vez que nos juntemos....
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