Si se pudieran poner estrellas en negativo, este sitio se llevaría la palma. Nada más entrar, siendo pleno agosto, resulta que tienen la terraza cerrada y no la abren ni aunque esté lleno. La cubertería, una lástima, sucia y con una colocación indiscriminada de tenedores de carne y pescado, pues hay que comer con el que te haya tocado en la lotería. Las copas, lo mismo, con restos pegados por dentro y llenas de huellas. Con la comida, las opciones son escasas, con tres primeros y tres segundos, y en ningún momento muestran cuidado o aviso sobre alérgenos, pudiendo encontrarte en la ensalada campera más trozos de surimi que lechuga o patata y en el plato que te toque, toda la marca de los dedos de haber manipulado cualquier otro alimento antes de cogerlo. Es más, la propia ensalada campera es un bote de menestra de verduras con unos trozos de patata, surimi y aceitunas, sin ninguna preparación propia. La lechuga solo viene con algunos segundos, además es de la iceberg, y con la cebolla sucede parecido, que de la tierra no tienen nada más que el vino. De segundo, el plato estrella, una carne guisada con tomate de bote de cristal y patatas fritas de bolsa de kiosco. El pan, del mes pasado, duro o descongelado. Los postres... helados de caja de los de "no se venden individualmente" y fruta de importación recogida en verde y madurada en nevera. Los talleres para la ensalada, como en los viejos tiempos, un bote de aceite, uno de vinagre y un salero que tenemos que compartir entre todos los comensales. En resumen, no es un buen restaurante, ni para volver ni...
Read moreNo merece salir en la guía Michelin, sinceramente… ni por la calidad del producto, ni por la elaboración y, mucho menos, por el trato. Para empezar, nos querían poner en una mesa al lado de la puerta en la que, finalmente, no sentaron a nadie porque era muy incómodo con el paso de la gente. Siguiendo con que la camarera ni nos explicó que solo tienen el menú que ella te dice de palabra, lo dedujimos porque solo nos dio la carta de vinos (después de pedírsela). Pedimos los platos que nos sonaron mejor, dentro de lo rápido que nos lo recitó. De entrantes para compartir: croquetas de gambas (sabían demasiado a harina, las gambas brillan por su ausencia) y pulpo a la brasa (escaso y acompañamiento básico para su precio). Principales: solomillo (buena pieza) acompañando de patatas (grasientas y tardías, ya que las trajeron cuando ya se había acabado el solomillo…) y rodaballo al horno (es una pena que con la pieza tb extraordinaria que era la camarera empezó a destrozarlo delante de nuestras narices. Estaba crudo y lo mandamos a cocina de nuevo. Cuando llegó a la mesa, volvió a destrozarlo aún más. No dábamos crédito del mal trato al producto. Adjunto foto del desastre). Los postres sin más…
Es un sitio al que no volveré y tampoco recomendaré. Un restaurante en el que no cuidan ni el trato al cliente ni al producto ni debería aparecer recomendado en ningún sitio y, mucho menos, en la...
Read moreYo no puedo calificar la comida, porque SE NEGARON A ATENDERNOS. Ayer, día 19, volvíamos de Zamora y, después de repostar en la gasolinera que hay en esa misma vía de servicio, paramos a cenar algo en el restaurante El Chivo. Eran aproximadamente las 22:30h. Iba con mis hijos (5 y 8 años) y mi cuñada. El restaurante estaba VACÍO. Pasó mi cuñada y dijo que queríamos algo para cenar, a lo que la persona que estaba en la barra se negó diciendo que "tenían todo reservado porque llegaban en un rato las carrozas de Toro". Se le pidió al menos algo para los niños, y se negó nuevamente, en tono bastante desagradable. Yo entré después, y al enterarme de la situación, me acerqué para comprobar lo que me había dicho mi cuñada y le pregunté nuevamente, indicándole que no íbamos a tardar en cenar. Al menos una tortilla para mis hijos. Se negó nuevamente, incluso a que nos sentásemos en la barra, de una forma bastante maleducada y "chulesca". Finalmente, regresamos a la gasolinera donde habíamos repostado previamente, dónde gracias a la amabilidad de Jesús, el empleado, acabamos comiéndonos unos sándwiches de atún y huevo, que nos supieron a gloria, en la mejor compañía. Decir que este restaurante se encuentra en la guía Michelín, entiendo que no será por el trato a los clientes. Porque NEGAR LA COMIDA A DOS NIÑOS A LAS 22:30H NO TIENE PERDÓN. Espero que no vuelvan a...
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