Casa Josico — Restaurant in Murcia

Desde que abrió sus puertas en diciembre del 2017 hasta ahora, el camino realizado por Casa Josico es de superación. Y ese camino le ha llevado a consolidarse como un restaurante donde se come bien, muy bien, sin necesidad de practicar eso que se llama cocina de autor, tendencias fusión, y otras modalidades donde muchos restaurantes pierden fuelle. La carta es clara. Producto. Precios correctos. Presentaciones algo confusas y anticuadas que no desmerecen nunca el contenido de lo que llega a la mesa, ya sean unas almejas al ajillo, unas manitas de cerdo guisadas con mucha zanahoria, rabo de toro que se desmenuza de lo tierno que llevan el punto de la carne, o en el caso de pescados, un buen bacalao con pilpil y un gallo pedro frito. Si le sobran algunas cosas a los platos sería otro tema, pero que muestran una calidad importante de producto, cocciones adecuadas y sabor, es ahí donde radica el eje de la cocina que practica este pequeño pero con muchas bases sólidas en su cocina. La carta de vino es interesante, porque sin ser amplia desbordante, muestra inquietud y búsqueda, aunque en nuestra visita. Domingo 27 de abril, hemos encontrado algún vino que en ese momento no estaba en su cava. Copas que sin ser excelentes, sí hacen su papel, y como siempre ayudan a que los vinos se expresen con suficiente personalidad. Los postres, una torrija y un pastel de queso, de los que no pasan por horno, son correctos. Sencillos sin complejidad gustativa.. La atención por parte del equipo de sala es muy atenta, haciendo que el cliente disfruta del tiempo que pasa en este local de Puente Tocinos. Limpieza en sus cuartos de baños que muestran la atención que le prestan a su escaparate. Local cuidado y buena acústica. 30€ por persona, en mesa de cuatro, más los vinos, con botellas que bien vale la pena disfrutar. Barra interesante y bonita que incita al visitante a realizar otro tipo de comida. Habrá que disfrutarla en otro momento. En Casa Josico se come bien cocina de producto y sus guisos son todo un acierto. Muy...

Durante nuestra visita a la zona por un torneo de paintball, descubrimos Casa Josico casi por casualidad… y fue una sorpresa maravillosa. Desde el primer momento, el lugar nos transmitió un ambiente cálido y acogedor, con un servicio atento y profesional que nos hizo sentir como en casa.

La experiencia gastronómica fue excelente. Comenzamos con unas ostras fresquísimas como entrante, que destacaban por su sabor limpio y natural. Las acompañamos con un vino verdejo que maridaba perfectamente: fresco, equilibrado y muy bien recomendado por el personal.

Como plato principal elegimos una lubina a la sal, preparada con mimo y servida en su punto justo. Estaba jugosa, tierna y con un sabor increíblemente auténtico. Sin necesidad de salsas o acompañamientos complejos, el plato brillaba por la calidad del producto y la cocción perfecta. Se nota que trabajan con ingredientes de primera y saben tratarlos con respeto.

La presentación de los platos fue cuidada sin ser excesiva, elegante y apetecible, y en todo momento el equipo estuvo pendiente de que no nos faltara nada, pero sin agobiar. Un equilibrio que se agradece mucho.

En cuanto al precio, nos sorprendió para bien. Teniendo en cuenta la calidad del producto, la elaboración y el servicio, la relación calidad-precio nos pareció más que justa. Se nota que hay un compromiso real con ofrecer una experiencia completa y honesta.

En definitiva, Casa Josico es uno de esos sitios a los que da gusto llegar sin planearlo y del que sales queriendo volver. Si estás por la zona, no lo dudes: es un acierto seguro....

Una experiencia muy buena, una sala con encanto y con mucho movimiento, la calidad del producto es buena y los precios no son nada caros en relación calidad - precio, este tipo de locales mejoran la Calle Mayor de Puente Tocinos y su estética (que falta le hace por el abandono que sufre), además sube el nivel, espero repercuta en el pueblo de manera positiva.

Los camareros y la atención es excelente, nos encantó cómo nuestro camarero Jose estuvo encima de nosotros y supo medir los tiempos perfectamente, la compañera Estefanía se acercaba a asegurarse de que todo estuviese correcto y muy educadamente nos regalaba sonrisas bajo la mascarilla y le daba ese toque desenfadado que con el estómago lleno tan bien sienta.

A destacar de lo que comimos: Rollito de Salmón ahumado y las gambas al ajillo y por supuesto, la atención.

Lo que menos nos gustó: Las croquetas no tenían la cremosidad que esperábamos aunque la de rabo de toro tenía muy buen sabor. La media tabla de quesos (aunque muy bien de precio) sólo tenía 3 variedades de queso y mucha cantidad de cada uno de ellos, si podemos hacer alguna sugerencia sería poner unas 6 variedades y un par de trocitos de queso de cada variedad ordenados de más suaves a más fuertes para no solapen el sabor entre ellos.

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