Restaurante Remenetxe — Restaurant in Muxika

September last year, I visited Remenetxe with my boyfriend. Whilst Remenetxe is a little out of the way, it is easily accessible by bus and is definitely worth the visit. Having been there almost a year ago, my boyfriend and still regularly reminisce on what a lovely time we had there. The combination of excellent food, eclectic and traditional decor and great service meant we had a really wonderful time. The wine list deserves a moment for itself, as the extensive and varied choices meant my wine lover boyfriend was very happy reading through and getting progressively excited over the plethora of choices!

The food is elegant, tasty and classic and highlights fresh produce, yummy combinations and Spanish food culture. When we visited, we had a late lunch and were the only two in the restaurant. Whilst this meant that during the meal we were treated like royalty, after, the sommelier/ owner asked where we were going and, on revealing we were headed to Bilbao via bus, very kindly offered to drive and drop us as he was headed that way. Before leaving, he offered us a small trip around the wine cellar which was a beautiful cave with stacks and stacks of wine and, then kindly dropped us at our next stay in Bilbao, leaving us with some recommendations for there too.

In short, please go here if you are either in or around the area- it is a beautiful place with wonderful people who have a passion for good...

If you love good food, good wine and great hospitality you should definitely go here. You can definitely see that the owners have a lot of experience in running a good restaurant. The service was really good but above all everyone was incredibly friendly. Food was seasonal and dishes were perfectly executed. The wine list is incredibly extensive with a lot of references for good prices. Think of old rioja (oldest i saw was from 1950’s), classic references like DRC, Vega sicila (older vintages as well), but here and there also some natural wines to be spotted.The sommelier/owner stores all his wine in his cellar and puts them on the list when ready. We had a stellar 2013 Morgon by Marcel lapierre for a rediculously good price. The restaurant itself is as if untouched by time, creating a nostalgic atmosphere reminiscent of the top restaurants of the 80-90s. All in all, this place is definitely worth a trip if you love good food...

Todos sabemos que la hostelería en general ha sufrido mucho, y seguramente muchos negocios siguen pasándolo muy mal, por los estragos económicos padecidos pero por ello no todo es perdonable e intentaré ser riguroso con mi critica. El establecimiento es un caserío adaptado al negocio de restauración y como muchos en el país Vasco, impresionan sus gruesas paredes de mampostería y sus vigas de madera, aunque la decoración está un poco sobrecargada. Es un restaurante de cocina tradicional que lleva abierto unos 33 años y que seguramente ha sido un referente en la zona durante muchos años pero ya no. La comanda fue changurro desmigado en su caparazón para compartir, setas cantarelus con foie, manitas de cordero y rodaballo para tres, de postre tarta de queso y torrija. El vino fue un txakoli que elegimos por haber visitado la bodega esa mañana y nos gusto mucho él crianza. El plato de setas mal diseñado ya que la salsa, muy fuerte, ocultaba totalmente el sabor de las cantarelus e incluso del foie. El changurro estaba correcto y para tres quizás se quedo corto, éramos cuatro comensales, y siendo primer plato junto con las setas, si, pedimos escasamente. El rodaballo para tres, también se quedo corto y a los tres nos pareció que no se trataba de un producto fresco ya que la textura de su carne así lo expresaba, aunque estaba sabroso. En cuanto a las manitas, ciertamente sabrosas pero la cantidad ridícula , sacaron solo tres pequeñas patitas que se perdían en el plato. Sobre los postres, la tarta casera estaba rica pero la torrija no, era una rebanada muy empapada con excesiva cremosidad y casi fundida entre la salsa, parecía más una crema que una torrija. En síntesis, si el precio hubiera estado acorde a lo que comimos, su calidad, su cantidad y su sabor, todo correcto pero el coste de esta comida fue desproporcionado y cuando sales de un restaurante con la impresión de que te han tomado el pelo, mal. No vimos nada que justificara el sobreprecio que pagamos. Hay muchos restaurantes en el país Vasco que por casi los 80€ que pagamos por comensal, sales muy satisfecho, en el Remenetxe no fue así. Una de dos, o reducen el precio de la carta o se esmeran en la cocina, en el producto y en las raciones. Por cierto, la carta de vinos espectacular, así como la bodega que alberga una colección de vinos...