Un restaurante de comida clásica asturiana al que vinimos a comer un menú de fin de semana por 20 euros por comensal. El menú tiene tres opciones de primeros y de segundos, y aparte tiene una carta de unos 10 platos adicionales, todos platos típicamente asturianos sin excentricidad alguna. La comida es en general notable sin llegar al sobresaliente. De primero yo comí un pote que te ponían de forma individual en una cazuela de barro (en vez de ponerte la cazuela como también suele hacerse), siendo una ración bastante abundante con su berza, patata, faba y como no compango (chorizo, lacón , y morcilla matachana). En general el plato estaba de notable alto en todos sus ingredientes, destacando a mí juicio la morcilla que sin duda llegaba al sobresaliente. Además el hecho de que fuera en cazuela de barro hacia que se mantuviera caliente bastante rato, algo de agradecer, si bien la cazuela al ser no muy grande hacia que fuera un pelin incómoda el comer al desbordar los lados. De segundo un pitu caleya clásico; el pitu bien de cocción y sabor, aunque un pelín seco, había que mojarlo bien en la salsa para que estuviera más esponjoso; las patatas caseras y tostaditas lo cual las hacía muy prestosas. No tan bien como el pote pero también notable. De postre un arroz con leche que me decepcionó mucho, nada que ver con ese sabor de aldea de toda la vida, una pena. También probé la mousse de chocolate de una acompañante, que se podía comer sin más. En general una buena experiencia gastronómica pero no a nivel de servicio que fue, cuanto menos peculiar y a ratos incómodo. Llegamos un pelin antes de la hora reservada, y al anunciarnos parecía como que nadie supiera bien que hacer con nosotros si sentarnos o decirnos que esperamos un poco. Al cabo de un rato volvimos a preguntar y una persona (creo que cocinera) nos dijo que podíamos pasar pero nadie nos dijo donde sentarnos así que cogimos una mesa por nuestra cuenta. Luego el servicio muy muy lento, el camarero parecia que se movía a cámara lenta. Cómo digo todo un poco incómodo. En cuanto al restaurante es tipo casa de aldea que da la impresión de que era una chigre más clásico que se ha ido modrrnizando con su éxito, a la vez que subido los precios con respecto a cartas anteriores. Tiene unas 10 mesas repartidas en dos pisos y la cocina en el piso de en medio. No tiene aparcamiento pero se puede aparcar en varios sitios del pueblo sin problema. Ojo la subida al pueblo tiene unos 4 kilómetros por una pista asfaltada con una considerable pendiente, y si bien no tiene puntos peligrosos hay que ir con cierto cuidado, sobre todo...
Read moreHan cambiado de dueños y la diferencia es abismal. Habíamos reservado para las 15:30 y nos sentamos a las 16:45. Nos dijeron que es que había overbooking pero en la foto se puede ver que hay 6 mesas habilitadas en el comedor. SOLO HAY MENÚ. (25€) Fabada, solo les quedaba una, pero casualmente sacaron otra ración para la mesa que sentaron después nuestra, pote y en un primer lugar había ensalada de burrata, pero a nosotros nos ofrecieron crema de necoras, a la mesa de al lado le ofrecieron la ensalada... La comida bien, sin comentarios. De segundo pedimos picaña y no nos preguntaron por el punto de la carne, pero bien. La comida sin comentarios. Pedimos de postre mus de limón y estaba buena. Cosas a tener en cuenta para próximas visitas: Los camareros no se hablan y cada vez que se encuentran, discuten entre sí. Uno de ellos solo se encarga del café y de cobrarte y si por lo que sea, le pides el café al otro, no te hace caso y se lo tienes que pedir al de los cafés (surrealista). A una mesa le preguntaron los dos camareros en momentos diferentes si querían postre porque como no se hablan, no saben si ya les han atendido o no. Sirven Pitu caleya, pero es pavo ósea literalmente es pavo. No es ni pollo ni gallo ni gallina, es PAVO. En una mesa se quejaron de que el "Pitu caleya" llevaba salsa de marisco y resulta que se habían confundido con la salsa del pavo y la crema de necoras. Se llevaron el plato, les trajeron de vuelta el mismo y luego se lo volvieron a cambiar. En una mesa pidieron los cafés y el camarero estaba insistiendo en que pidiese postre y por más que le decía que solo querían cafés, el camarero insistiendo en que pidiesen postre. Tienen mucho margen de mejora, pero yo, personalmente, no...
Read moreLe doy dos estrellas por la amabilidad de todo el personal y el buen ambiente del sitio. No obstante el restaurante está en una zona remota y de muy difícil acceso, y es muy caro para lo que sirven.
Lamentablemente la comida no es lo mejor. Pedimos dos menús del día (pote asturiano y pitu de caleya, pan, rioja y postre) aunque sin vino, y unas croquetas. 20€ cada menú y 11€ las croquetas.
Las croquetas estaban frías y dos de ellas aún congeladas por dentro, a pesar de que sabían que teníamos mesa temprano. El primer plato el pote, era casi todo patata, poca berza y cuatro fabes. El pote venía servido en dos fuentes de barro individuales para cada comensal, con un trozo de chorizo, uno de morcilla y uno de lacón para cada uno. La calidad estaba bien, pero era tremendamente escaso para un menú de domingo en Asturias, donde normal mente se sirve en cazuela generosa incluso para un comensal, se acompaña con suficiente compango y no se abunda en la patata.
De segundo comimos el pitu, de nuevo escaso y con unas patatas fritas malísimas.
Los postres, tarta de queso seca e insípida y unas natillas que eran claramente de polvos. Café de pota Ok.
Este menú se puede encontrar en muchos sitios en Oviedo y Gijón con la misma calidad y no costaría más de 14-16€ entre semana. En fin de semana sería mucho más abundante y justificaría los 20€ que cobran por persona. Lamentablemente este precio resulta desorbitado para la calidad y cantidad que dan, más aún en un sitio remoto en el que esperas comer comida de pueblo y en cantidades más abundantes aunque pagues ese precio. No...
Read more