30.07.2025. LLegamos a las 14.00 sin reserva y pregunté al encargado si nos daba una mesa. Me dijo que si pero que teníamos que esperar. ¿cuanto le pregunté? 30 min . Eramos 2 pqrejas. Como una de las señoras no estaba convencida entró a preguntarle si esos 30 minutos eran reales y si no iba a ser una hora y media. El encargado contestó que si la espera fuera de 1,5 horas que ya no nos cogería la reserva. Nos sentamos fuera a tomar unos vinos mientras esperamos. cuando eran las 15.00 preguntamos nuevamente y nos dijeron que enseguida estaba. Nos sentamos en la mesa a las 16.00 ¡¡¡2 horas de espera¡¡¡. Pedimos una tabla de quesos para compartir de entrante y segundos. Despuéss de pedir nos viene el camarero (David, enormemente amable) y nos indica que en la cocina están saturados (en ese momento en el comedor de abajo sólo había dos mesas ocupadas) y que la tabla de quesos va a tardar ofreciendonos una ensalada a mayores de lo pedido ya que la tenían preparada. La tabla, despues de esperar, vino con 5 tipos de quesos. Uno de ellos con trozos de superficie, es decir, de la parte externa del queso que se usa para manipular el queso y que, normalmente, nadie te sirve. Dos de los comensales pidieron Rodaballo y merluza (muy normal para la calidad que se presupone cuando pagas 40 euros por el rodaballo y 20 por la merluza). El cachopo de cecina que tomé, adornado con patatas y un pimiento de piquillo, muy mediocre. Al final de la comida una de las señoras se levanta al baño y se encuentra en la barra al encargado indicándole que al final habían tenido que esperar más de 1 hora y media. La contestación de este señor fue que "pues no haber esperado" "era lo que me faltaba, tener que aguantar...". Cuando nos lo estaba contando en la mesa no dábamos crédito. En ese momento apareció una camarera, Shirley, que nos pidió disculpas por lo sucedido. Le dije que informaran de lo sucedido al dueño. Y aquí viene lo mejor: La persona que nos reservo, que me dijo 30 minutos primero, luego que no se iba a esperar 1 hora y 30 minutos, la que nos dijo (despues de esperar 2 horas) que nos hubieramos marchado y finalmente lo de "era lo que me faltaba tener que aguantar..." ERA EL DUEÑO DEL RESTAURANTE, el Sr. Severo Rodríguez. Nos quedamos a cuadros. Como ya eran las 5,30 pm no nos quedamos ni a tomar el café (al que nos invitaban como desagravio) y nos fuimos a la Playa de Navia a tomarlo en uno de sus preciosos bares con terraza. No recuerdo en todos mis años viajando dentro y fuera de España un trato como el recibo en este Restaurante; Un maleducado su dueño que no dió la cara, como mínimo para disculparse de su actitud, y una calidad de la comida que no está a la altura de este Restaurante al que había ido en el pasado. Tal vez con otro dueño. No volveré....
Read moreSiguiendo el consejo de familiares de la zona y por la buena reputación del restaurante, nos animamos a ir a comer previa reserva telefónica. Avisamos que llevaríamos un perro y nos indicaron que nos pondrían en la proa. El sitio es bonito y aparente, pero todo se estropeó al acercarme a la entrada con mi mascota en brazos (un bichón maltés) y unos camareros jóvenes me dicen que con perro no se puede entrar, a lo que contesto que había reservado una mesa con una hora de antelación asegurándome que podíamos ir con nuestra mascota. Acto seguido aparece un encargado (justo con el que habíamos hecho la reserva de la mesa por teléfono) y, con muy malos modales, me dice airadamente que con perro no se puede pasar, dos o tres veces repitiendo "que es imposible, que no y que no se puede ir allí con perro". Cuando le contesto, absorto todavía por las formas de dirigirse a mí sin conocerme de nada, que le había advertido por teléfono de que íbamos con perro; me dice que yo no le había dicho nada de eso, surrealista todo vamos. ¿Cómo nos íbamos a molestar en ir hasta allí si nos hubiesen advertido que no podíamos ir con nuestro perro? Y máxime, cuando se trata de un sitio al que hay que desplazarse en coche, ya que está cerca de la playa pero no tanto del propio pueblo de Navia. Lo sorprendente, como digo, son las formas prepotentes y maleducadas del encargado, que ni siquiera nos ofreció una mesa exterior como alternativa (que las tienen y fue lo que le pedí por teléfono) para poder sentarnos. Por supuesto, nos fuimos. Hay muchos restaurantes de calidad en Navia y, sobre todo, con personas amables, educadas y profesionales, justo lo contrario de lo que nos encontramos en El Galeón. Parece mentira que en pleno s.XXI puedan haber todavía restaurantes, además con terraza, que discriminen a clientes por ir con un perro que está vacunado y desparasitado, por no mencionar que está más limpio que cualquiera de sus estancias por mucho que se esmeren en su limpieza. Por supuestísimo, recomendación cero y nunca...
Read moreMi experiencia en el Galeón de Severo fue bastante mala. En primer lugar, el tiempo de espera fue nefasto. Hasta que empezamos a comer duró una hora. No nos dieron mesa hasta la media hora, y luego una media hora más tarde recibimos la comida. El trato hasta sentarnos fue humillante y caótico. Empezaron a delegarme a diferentes camareros hasta llegar a Severo, que lo único que fue capaz de aportarme fue la ironía de si estaba de vacaciones (como diciéndome ¡relájate bonita!), cuando yo estaba hambrienta y con dos niños. Nosotros ibamos con reserva. Posteriormente me prometió una experiencia única con mucha soberbia y atrevimiento. Aún así pensé que, a lo mejor, a este zagal pagado de si mismo habia que concederle una oportunidad, pero el resultado no pudo ser tan prometedor como mi querido megalómano me había previsto. Mi experiencia con los manjares del chef Michelin fueron una fabada, que estaba muy rica, pero una merluza a la sidra bastante sosa. Aún así invitaron a mi hijo a un helado por la espera. No lo recomiendo para nada ya que hay sitios en Asturias mucho mejores a todos los niveles, con un trato fantástico y comida deliciosa (hoy por ejemplo fuimos al restaurante Oskar super recomendable). Señor Severo baje los humos, la...
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