La Cabaña — Restaurant in Noja

Me sorprende que ninguna reseña se refiera a la suciedad imperante en este lugar, al que íbamos por primera vez, porque fue lo primero que me llamó la atención. Cuando llegamos para tomar algo a las 17 buscamos una mesa en la terraza. Las había, sí, pero todas con platos y vasos con pinta de llevar ahí un buen rato o, las que no tenían nada encima, estaban sucias y pringosas. El suelo con servilletas y botellas de agua vacías. Nadie a la vista recogiendo y limpiando, y eso que tampoco había jaleo a esas horas. Pedimos un mojito (los tienen ya medio preparados en vasos que tienen apilados en la barra... ¿hola?) y una piña colada sin alcohol (8 y 10 euros respectivamente, y nada del otro mundo). Pagas en la barra de fuera y recoges las consumiciones dentro, dónde hay que esperar a que te las preparen, con un calor sofocante. Dejo lo mejor para lo último que son los baños. ¡Qué repugnancia, por Dios! El olor penetrante a pis que se percibe ya desde fuera te quita las ganas de entrar y, si lo haces, intentas no respirar. El estado del suelo y de la baza haciendo honor al aroma y, la escobilla, que debió perder su color blanco original hace años (no hay que tener mucha imaginación para deducir cuál es el actual) termina de redondear el aspecto de tugurio infecto de este lugar. Y entre ello y el calor que hace dentro -ni me imagino en las cocinas- como para arriesgarte a comer siquiera una patata frita. Así que si lo que buscas es un chiringuito guarro (eso sí, ubicado justo al lado de la playa), no eres escrupuloso y tu sistema inmune está en buenas condiciones no lo dudes, este...

Hemos ido a probar de picoteo, el resultado ha sido nefasto. Hay que saber qué tipo de local se quiere tener, por un lado uno trotero de platos económicos en el que te sirvas tu la comida o, por otro, un local donde quieras cobrar caros los platos y haya un servicio. No se puede cobrar los platos entre 12-22 € teniendo que levantarte tú a por la comida y, además, que te saquen toda la comida a l vez y tengas que comerlo rápido para que no se te quede frío. Lo más penoso de todo ha sido quedarnos sin bebida y que nos manden esperar la cola (en nuestro caso 15-20 personas) con todos los platos en la mesa. Estábamos justo al lado de la barra, me he acercado al camarero y le he pedido por favor si me rellenaba la copa de vino ya que tenía todas las raciones en la mesa y se me iban a quedar frías (repito: he pagado 50€ por 3 raciones). Cuando te suena la tarjetita que te dan para que vayas a coger tu pedido tienes que esperar cola también. Además, había muchísima gente quejándose de que los platos estaban fríos.

En resumen: no vuelvo a comer nada a aquel sitio, primero que se aclaren las ideas a la hora de montar un local. Me parece un timo pagar en un sitio de esos casi 50€ por 3 raciones. Hemos malcomido a todo correr y nos hemos quedado sin poder beber nada mientras.

Mi recomendación: para la gente que no conozca el pueblo tenéis muchos más sitios para comer raciones incluso más baratas con un servicio bueno,...

Fuimos a cenar, el lugar está bien situado frente a la playa de Noja y bien ambientado estilo chillout, bonito. Había música en directo agradable. La organización para "pedir-pagar-recoger" extraño e incómodo. En un lugar así esperas que te sirvan en la mesa, pero no; tienes que hacer cola cual McDonald's y te dan un dispositivo que se ilumina cuando tu pedido esté listo, te levantas y lo recoges a la vez que te llevas tus platos, cubiertos y manteles de papel...todo ese autoservicio al precio de un restaurante y con calidad de comida regular. Pedimos pizza barbacoa (es mediana y estaba aceptable) y costillas (escasas y frías para el precio) Para el postre te levantas y te vas a otra barra donde sirven helados, crepes y gofres; los helados imagino que bien (difícil sería) pero los gofres son congelados y están bastante duros (pero a precio de gofrería) nos dijo la camarera que esperásemos 8/10 minutos a que estuvieran listos, yo pensando que tenía que preparar la masa y lo que hacía era descongelarlos en microondas. Otro día decidimos darle una oportunidad a los crepes pero igualmente fue decepcionante, los tenían ya hechos (o comprados) y te los recalientan en microondas. En definitiva un lugar con potencial pero con una gestión y organización pésima, con productos de mala calidad y precios altos. Nada recomendable excepto para una...