Hemos ido a cenar dos personas la noche del pasado sábado 21 de enero. Previamente a que acudas al restaurante, piden que elijas el menú, que en nuestro caso fue el Marexada (el intermedio), teniendo en cuenta que se trata de una cena (y llega de sobra). El local tiene una decoración minimalista, que hace que te centres en lo verdaderamente importante: la comida, las vistas y la compañía. El servicio está compuesto por gente joven y amable. En algún punto de la noche estuvieron un poco descoordinados pero nada grave. Centrándonos en la comida, los pases fueron los siguientes: Bocado de champiñón y setas escabechadas: un profundo sabor a champiñón en el primer bocado pero va transicionando y se convierte en un sabor a campo amable. Trigo, hierbas de nuestro huerto y remolacha encurtida: un bocado original por el modo en el que presentan la remolacha, muy rico. Calabaza y flores de la huerta: es una suerte de calabaza "encurtida", muy crujiente y fresca. Sopa de verduras asadas y tostadas: un caldito caliente para acomodar el estómago y darle contexto a la experiencia (teniendo en cuenta que frente al comedor se encuentra la finca que alimenta todos los pases del menú). Vieira fresca de Cambados, nabo y ensalada de brotes tiernos aliñados: un plato pensado para el disfrute del sabor y textura genuinos de la vieira. Rico. Canelón de buey de mar y fondo de crustáceos: fue el primer momento del menú en el que el bocado nos hizo vibrar. Marcado sabor a marisco y de textura muy suave. Buenísimo. Calamar, su fondo reducido y muselina de moluscos: otro pase increíble por la textura del calamar (totalmente al dente), así como por el juego que da la brasa y el sabor ahumado al plato. Espinaca tres caldos: kombu, lacón y tomate. En este caso volvimos a una línea más "normal" y nos encontramos con un caldo de verdura sabroso. Merluza, salsa menuniére y patata monalisa: otro plato de los "normales" del menú, con un pito del pescado magnífico pero con menos brillo que la media. Callos y anidados: plato contundente donde los haya, con una salsa muy melosa de callos y una oreja de cerdo crujiente con toques anisados. Muy interesante. Lomo de vaca Frisona, remolacha y repollo: carne en su punto perfecto con una selección de verdura para acompañar. Este plato viene acompañado de una selección de encurtidos de la huerta que sirven para limpiar el paladar y prepararlo para la parte dulce del menú. Algas, setas y patata: es el pre-postre y se presenta como una forma muy original de combinar los tres ingredientes, en los que se presenta un bocado dulce pero respetando el sabor de cada uno de los tres elementos que lo componen. Calabaza, helado de cítricos, gelatina de suero de leche Bisqato y praliné de semillas: postre muy refrescante, con sabores muy marcados a vegetales. Torta crujiente, licor café y praliné de almendras: el postre más goloso, con una torta muy rica y un relleno con el toque dulce justo. Luego de esto, con el café, trajeron los petir fours: muy originales y variados, con ingredientes como la kombucha, el kéfir o el mosto de uva (entre otros). Cabe indicar que, en nuestro caso, al haber acompañado la experiencia con el maridaje de vinos, cada sabor se veía reforzado con el sabor del vino. Fue un maridaje correcto, ni demasiado extenso ni demasiado corto. Quizás un par de copas adicionales hubiera estado bien, pero no te quedas con mala sensación. Como resumen general, no puedo más que recomendar la visita. Se nota que Javier se preocupa por hacer una propuesta con respeto a la tradición gallega, nutritiva...
Read moreCelebrated a surprise lunch birthday here - they went beyond expectations! The setting is relaxed with elegance. I always like that the table is round thus everyone enjoyed the beautiful sea & garden view the restaurant offers. There are lot of points that this place is of higher state than a one star michelin : from the comfortable chair, napkins being replenished, cutleries is set up accordingly rather than lining it up at once. The plates used in every dish is accurate to savour the food in the right manner. The timing of every dish is excellent. The staff are looking smart without arrogance unlike most fancy restaurants in other parts of the world. Now, let’s talk about the food: I must say it started and ended with the same first class grace and tastes - standing ovation for me all in all. An honour to be eating here - Chef Javier Olleros hats off for your hospitality and magnificent passion you created on everything served to us. You inspired someone so special in our family!!...
Read moreMi experiencia ha sido bastante buena, aunque me gustaría matizar algunos puntos y detallar todo bien. El lugar es íntimo, acogedor, cómodo y con unas vistas maravillosas. El personal, muy profesional, amables y muy buen trabajo. Javier salió al final del servicio a charlar con las mesas que había, nos preguntó qué tal nos había parecido. Fue encantador. De los vinos no puedo opinar puesto que no pedí maridaje, sólo tomamos dos vermouth, preguntamos al camarero cuál era y nos dijo que era Petroni. Lo cobran a 5,5€ la copa, precio que me resulta excesivo para un producto que no llega a 14€ la botella, la cual da para muchos vasos dado que la copa que sirven tiene dos dedos de altura de vermouth. Y ahora, lo importante, el menú. Pedimos el menú Descuberta. -El primer aperitivo, un caldo de verduras de la huerta, servido en un macetero con hierbas, muy original y sabroso el caldo. -Después vinieron otro grupo de aperitivos, del cual destacar un bocadito de trigo, queso, remolacha y otro de champiñones. -Merengue crujiente con lubina, otro bocado delicioso. -Jurel, otro a destacar, super sabroso, fresco, delicioso. -Centollo en tres preparaciones diferentes. Exquisito -Crema de erizo con maíz, estaba rico, pero no destacaba especialmente. -Mini puerros, nos encantaron, muy sabrosos. -Sepia, otro de los mejores, toque de sabor a brasas, textura perfecta, buenísimo. -Vieira, más fresca imposible, pero no tenía ningún toque diferente. -Caldo con espinaca y lacón, plato curioso y sabroso. -Rape, un bocado fresco y con mucho sabor. -Cogollo, no nos gustó, no tenía sabor a nada. Es un plato que eliminaría. -Oreja de cerdo, una explosión de sabor. -Ternera frisona, muy buena, y el tuétano delicioso. -Los salados finalizan con unos encurtidos de la huerta. Un plato para refrescar boca, sin más. -Comienza el dulce con un bocado de alga, patata y no recuerdo qué más. Pero estaba delicioso. Imposible olvidar el sabor. -El siguiente postre, helado de calabaza, no nos gustó. Sabores planos, nada destacable del plato. -El último postre no recuerdo qué era pero estaba buenísimo. Relleno de crema con licor café, exquisito. Y para terminar, una cuchara de palo con kéfir y kombucha, unos bombones de puerro, un vasito de mosto de uva y unos bombones caseros de chocolate, praliné y Bica gallega. En resumen, una experiencia muy buena, producto de muy buena calidad y carácter gallego muy marcado en el menú. Precio, 170€ el menú por persona, agua incluida. Bajo mi punto personal, no he notado el salto/diferencia entre 1* y 2*. El precio quizás podría ajustarse un pelín más. Pero en general, muy recomendable la...
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