El Volante — Restaurant in O Porriño

TODOS LOS SERVICIOS NEFASTOS DEL PRIMERO AL ULTIMO. Llame por teléfono para encargar dos bocadillos. ( Ellos trabajan con el catering Don Gusto, al cual adjuntaré también está reseña) Ya de primeras la llamada fue absurdamente repetitiva , pues tuve que repetir 4 veces que queria jamón asado y no jamón normal. Al acudir al establecimiento, no había nadie para recepcionar mi llegada , y tardaron minutos en aparecer , sin servir de nada el timbre que tienen para avisar de la llegada de los clientes. Una vez me traen el pedido observo que los bocadillos no son en pan de barra si no unos panecillos redondos pequeños . ( Se justifican diciendo que el pan de barra que tenían estaba un poco " chuchurrio' ( palabras textuales) La demora prosigue a la hora de realizar el cobro , el cual después de muchos intentos fallidos por parte de la camarera ( argumentando un fallo en el programa ) tuvo que ir a buscar a una pesona para hacerlo , la cual llegó y no tuvo ningún impedimento. Por lo que entiendo que no había dicho fallo electrónico si no más bien ineptitud por parte de ella. Después de más de 20 minutos desde mi llegada , en la que no acudió nadie más , que podría justificar tal retraso en la atención, me cobran 18 euros por dos bocadillos y dos porciones de tarta. Cuando salgo y estoy entrando en el coche sale una camarera comentándome que el cobro es erróneo que me tiene que devolver dinero . ( 4 €)

Todas las atenciones fueron pésimas , pero la gota que colmó el vaso fue que cuando llegue a mi vivienda y abrí los bocadillos .... Adjunto foto , pues una imagen vale más que mil palabras. ( Un trozo diminuto de jamón asado y una loncha de queso más fina que un papel de liar )

En resumidas cuentas , un sitio que tiene una reputación y que trabaja con un catering de bastante fama también , es VERGONZO que obren de...

Nunca había estado y la primera impresión no podía ser mejor. Unos amigos bautizaron a sus gemelos y el banquete se celebró en la parte del restaurante (tiene hotel pero no pernoctamos allí, así que no puedo dar una opinión de esa zona). Hay donde aparcar sin problemas, y en la parte exterior del local hay una terraza con mesas individuales y un jardincito rodeando el establecimiento; cuando llegamos había mesas preparadas entre los árboles para la recepción de otro evento, me pareció encantador. También tienen una zona que está en obras y por lo pude curiosear, la están preparando como zona de juegos infantil, lo que será un valor añadido cuando esté acabado y los peques puedan disfrutarlo. Una vez dentro, me encontré un salón enorme pero muy aprovechado para varios eventos. Las zonas estaban separadas entre sí con biombos grandes y gruesos, que daban mucha privacidad a las distintas celebraciones (conté cuatro zonas diferenciadas en ese momento). En nuestro banquete no éramos pocos, unos 45 invitados, y no estuvimos apretados. La comida fue espectacular, los entrantes estaban de vicio: tostas variadas (las de cebolla caramelizada y queso de 10), mejillones en escabeche, pinchos de queso y uvas..., Y para los peques, y no tan peques, tortilla y croquetas, todo riquísimo. El rodaballo de primera y el entrecot delicioso, todo bien regado con vino blanco albariño y tinto mencía, y de nuevo para los más pequeños, menú infantil, pizzetas y espaguetis a la boloñesa. Tradicional en la cultura gallega: muchísima comida "a fartar", y no voy a mentir, como buena gallega comí hasta...

Fuimos a cenar y lo primero que nos dijo la camarera era que la carta con el menú estaba al fondo del comedor colgada en la pared,muy incómodo ponerte a ver la carta de pie, después nos pregunta que vamos a beber le decimos y nos dice que nos tenemos que levantar e ir por ella, mi marido así lo hace pero tiene que abrir la botella de agua con cuchillo ya que nadie nos facilita un abridor, cuando traen la comida es de pena la mía trae una salsa que no le pega nada la de mi marido no tengo palabras para describirla.. El pan lo trajeron cuando ya habíamos empezado a comer. Nos pregunta si vamos a querer algo más, mi marido le pide un café y nos dice que eso se toma en la barra... Por un escueto plato de comida cada uno y una botella de agua hemos pagado 20 euros... Nos quejamos del servicio al ir a pagar y no nos ofrecieron ni una disculpa.. Lo peor es que queríamos celebrar los 25 años de convivencia y ya teníamos comido allí cientos de veces y te atendían de maravilla y ponían bien de comer y ahora no nos parece el mismo restaurante.. Había bastantes obreros cenando y daba pena verlos con sus ropas sucias de trabajar y tener que estar sirviéndose ellos casi todo. Y eso que en ningún sitio ponía nada de que era un autoservicio.. Lo que tengo muy claro es que nunca más volverémos a comer...