Espectacular fin de semana el que hemos pasado 16 personas en Las Casas de la Venta Vieja. Es increíble el gran despliegue que tienen y sobretodo las ganas de agradar del dueño. Merece y mucho la pena. Y si además te planteas comer o incluso desayunar alli mismo, en el restaurante de la Venta Vieja, es mas que sublime: el mejor cochinillo que haya probado jamás, los mejores lechazos, unas ensaladas de acompañamiento estupendas y una selección de vinos muy interesante. Y a unos precios bárbaros todo, tanto el alojamiento como las comidas y desayunos. Tiene ademas un jardin de cesped increible que tiene unas vistas alucinantes, tanto de dia como de noche. Paz y gusto a todas horas. Muy, muy recomendable, sobretodo por wl magnifico trato que hemos recibido. Spectacular weekend that 16 people have spent in Las Casas de la Venta Vieja. The great display they have and above all the desire to please the owner is incredible. It is well worth it. And if you also consider eating or even having breakfast right there, in the Venta Vieja restaurant, it is more than sublime: the best suckling pig I have ever tasted, the best suckling lamb, some great side salads and a very interesting selection of wines. And at nices prices everything, both accommodation and meals and breakfasts. It also has an incredible lawn garden that has amazing views, both day and night. Peace and pleasure at all hours. Highly, highly recommended, especially for the magnificent treatment we...
Read moreHablaré principalmente del hospedaje, es decir, las casas rurales, aunque más que casas yo hablaría de mini palacetes. Todas las habitaciones eran confortables y al menos dos de ellas parecían suites. Asimismo todas tenían baño incorporado, lo cual es de agradecer. Todo bien amueblado y equipado. Frío ninguno, caldera q funciona estupendamente y si se tuviera frío o un ataque de romanticismo siempre queda la chimenea del salón el cual es muy grande y acogedor. La cocina gigante, con isla en medio, muy a lo cocina americana. Destacar que existe también un garaje que puede lo mismo hacer de garaje, q de merendero improvisado,etc. Detrás de las casas existe un amplio espacio con su correspondiente césped, ideal para que los niños jueguen o disfrutar sin más de una bbq o lo q surja. Las casas también poseen miradores para poder descansar y disfrutar de vistas a la montaña. En definitiva, casa 10. El propietario, Eduardo, muy amable y atento. Las casas al estar colindantes con el Restaurante, puedes encargar la comida y llevártela para casa a comer q no es más q medio minuto andando, práctico y cómodo. La comida del restaurante está muy buena y bien hecha, destaco a los torreznos porque hacía tiempo que no comía unos tan buenos. Por poner una pega y q no parezca q me pagan o doy amigo, la WiFi es prácticamente un servicio inexistente, funciona mal, es lo q tiene el campo y el monte, Internet no llega.... 100%...
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