Mareva Blue — Restaurant in Peníscola / Peñíscola

Gratulation zu dem mutigen und zugleich überaus geschmackvollen Gesamtkonzept, und dies, (man kann es bei der schwierigen Parkplatzsituation in Peniscola nicht häufig genug betonen) ohne ewig einen Parkplatz suchen zu müssen!

Wir haben diese Woche schon zweimal, jeweils zu viert, die Gelegenheit gehabt, ein rundum gelungenes Abendessen genießen zu können. Überaus höflich, aufmerksam und charmant empfangen, konnten wir uns mit sehr leckeren, mit hochwertigen Zutaten zubereiteten (alkoholischen aber auch äußerst leckeren antialkoholischen) Cocktails erfrischen und dabei die Speisekarte studieren. Wir haben verschiedenste Gerichte probieren und erleben dürfen: Der iberischer Schweinefächer war ebenso genussvoll und spannend serviert, wie der Kabeljau auf Kartoffelcreme und sautiertem Gemüse. Unsere Kids wagten sich an Rinderfilet mit roter Beete und wurden jeweils mit wirklich zarter und raffiniert schmeckenden Köstlichkeiten belohnt. Aber auch die Hamburger und insvesondere die Reispfannen, die man, mit Ausnahme der Hummervariante, auch ohne Vorbestellung ordern kann, lassen geschmacklich kaum Wünsche offen: Frisch zubereitet, gut gewürzt, mit frischen Meeresfrüchten und knackigem Reis ("al dente"), einfach sehr lecker! Und auch beim Dessert kann man hier nichts falsch machen: Egal, ob man einfach nur hervorragend schmeckendes und mit einem nahezu perfekten Schmelz versehenes Eis bestellt, oder aber sich auf eine zartschmelzende Schokotarte an Vanilleeis einlässt, man wird nicht enttäuscht. Die Getränke sind von hervorragender Qualität, selbst die offenen Weine sind wohltuend und unterstützen sehr die Geschmacksnuancen der Speisen! Abgerundet mit wohlschmeckendem Cortado oder gerne auch Carajillo endeten zwei wirklich gelungene Abende! Wir drücken die Daumen, dass auch zukünftig viele Gäste für sich diese ruhige, schöne und geschmackvolle Location, zumal mit ausreichend Parkplätzen versehen, entdecken und schätzen lernen werden. Wir kommen definitiv...

Una decepción. Fui con mi familia de excursión a la ermita de San Antoni y a la ida, en el punto donde se encuentra el restaurante a mí hijo le entraron ganas de ir al baño y en el restaurante amablemente le permitieron usarlo. A la vuelta de la excursión decidimos tomar algo ya que la la sensación que me había dado el local con sus dos piscinas y zonas exteriores había sido muy buena. Error. Inicialmente pedí una pinta de cerveza a lo que un chico me responde que ok, que son cervezas de 50 cl, le doy mi aprobación ya que es una bebida y un cubicaje que habitualmente solicito. También pedimos un agua con gas para mí mujer y dos bebidas para lo niños .Adicional a esto y a modo de aperitivo pedimos unos mejillones. Mi sorpresa es cuando me sacan la " pinta" y veo que es una cerveza normal, sin mayor cantidad que un tercio..como tengo dudas y como mi mujer se había acabado su agua con gas (33cl) decido llenar de agua la botella y vaciarla en la " pinta" y efectivamente, caben 33 cl. Le pregunto a la camarera que a ver si me ha servido una pinta y me dice que si, le muestro que no lo es y tras desaparecer y volver me dice " que ni para ti ni para mí , que son 45 cl" (?????) Pasamos a los mejillones y creo que con la foto que adjunto es suficiente, ya el plato desprende un olor sospechoso y tras comer varios nos damos cuenta de que no están bien lo que me hace dejar en el plato la mayoría... 23 euros la comanda, una pena ya que la ubicación y el local invitaban a una buena...

Este domingo de semana tuvimos el placer de descubrir el restaurante Mareva Blue en Peñíscola, y la experiencia fue todo un acierto. Elegimos la zona exterior del espacio gourmet, justo al lado de la piscina, y desde el primer momento el ambiente nos atrapó: relajado, elegante y con una música suave que acompañaba sin molestar. Ideal para disfrutar sin prisas.

🍽️ La comida fue sencillamente espectacular. Cada plato que llegó a la mesa no solo estaba delicioso, sino que venía presentado con un mimo que daba pena desmontarlo con el tenedor. Sabores bien equilibrados, ingredientes frescos y ese toque gourmet que marca la diferencia. Es evidente que el equipo de cocina sabe lo que hace.

💙 Un detalle que nos encantó: fuimos con nuestro perro (el rey peludo de la casa) y lo trataron de maravilla. No solo fue bien recibido, sino que le ofrecieron agua sin que tuviéramos que pedirlo. Se agradece mucho cuando los espacios son dog-friendly de verdad, y aquí lo son.

🎶 Entre bocados, conversaciones y chapoteos de la piscina de fondo, la velada se convirtió en uno de esos recuerdos que uno quiere repetir. Así que sí, Mareva Blue es más que un restaurante: es una experiencia sensorial, cálida y deliciosa, para humanos y...