Voy a valorar no una visita, ya que fuimos hace 2 años por primera vez (julio 2022), y nos hicieron un favor enorme, a su vez que descubrimos este magnifico restaurante. Veniamos de caminar del area recreativa de la Pesanca y se nos hizo tarde y sin encontrar sitio para comer. Pasadas las 15 llegamos al restaurante, por indicacion de una vecina del pueblo, y fuimos a probar suerte. Nuestro gozo en un pozo, nos atendio el dueño (Eduardo), y nos dijo que habia que reservar, que la comida es 100% casera y se hace segun reservas/demanda. Vistas las horas que eran y que ya nos quedabamos sin comer, al vernos cansados de caminar, con la perrita, nos hizo hueco, y aunque no nos aseguraba que hubiera de todo, nos aseguro que no nos quedariamos sin comer. Quedarnos sin comer? Nos comimos 2 cachopos y un estofado de cabrito para durar 3 dias sin comer. Los postres caseros a mas no poder, increibles. Eduardo muy atento en todo momento, la camarera que suponemos es la hija, una dulzura y muy amable. La perrita tambien muy bien atendida, dandole agua para que bebiera. La tranquilidad del lugar remataba la experiencia. Ese dia Eduardo nos atendio cuando no tenia porque hacerlo, al no tener reserva, y estuvimos como reyes. Consecuencia!! Este año hemos parado en Cangas muy pocos dias, que nos daban para poco, y una visita obligada se la ha ganado Espinareu, solo para comer en El Rincon. Como nos decia Eduardo este año, “aqui hay mas de lo mismo, son siempre los mismos platos y pocos. Eso si, hechos al estilo de siempre (el de la abuela), y con el tiempo y mimo que se merece el plato.” Sera mas de lo mismo, pero es que no hace falta nada mas, repetimos porque eso es lo que buscabamos. Un detalle a valorar, este año no podia servir el cabrito porque justo en ese momento se estaba haciendo, y necesitaba mas tiempo a fuego lento para hacerse en condiciones. Nos lo explico, y nos recomendo otros platos, que estaban igualmente riquisimos. En otro sitio seguramente hubieran sacado el cabrito estuviese como estuviese. Repetimos cachopo, esta vez probamos de cecina……brutal!!!. El hombre como siempre muy atento, y amable…son de esas personas que gustaria sentarte a charlar. En fin, que la proxima por la zona, repetiremos sin dudar. Totalmente recomendable. Eso si,...
Read moreHemos comido y cenado muchas veces en este restaurante, la comida es extraordinaria. Comida casera, hecha en el momento y tremendamente buena, exquisita diría yo. Todo lo que viene en la carta es de una calidad insuperable. El cachopo, de los mejores que puedes degustar en toda Asturias, la albóndigas, maravillosas; el pitu caleya inolvidable, la fabada para echarse a llorar de lo riquísima que está y así podría ir refiriendo uno a uno toda la oferta gastronómica que ofrecen, que a mí juicio es bastante. Otro punto a reseñar es la limpieza que tienen en el restaurante, lo cuidan al detalle. Eduardo y Mar, nos hicieron sentir como en casa, el trato no puede ser más cercano. Son amables, atentos y se preocupan de que todo esté perfecto para que los comensales guarden un buen recuerdo de la experiencia en el Rincón de Espinaredo. Parece mentira que se pueda comer tan tan bien a un precio tan competitivo, no abunda gente tan honesta. Producto de calidad con precios más que razonables! Cada vez que venimos a Espinaredo es visita obligada a este restaurante. No dejéis de descubrirlo, os aseguro que merece la...
Read moreSin ninguna duda 100% recomendable si tienes previsto estar por la zona y visitar el bonito pueblo de Espinareu, hay que reservar mesa antes de ir. Aparcamos al lado de la iglesia y caminamos los pocos metros que hay hasta el bar, ya que donde se encuentra hay poco sitio para dejar coches. El restaurante es una bonita casa asturiana con corredor con el horreo justo enfrente y habilitado en su parte baja como comedor donde tuvimos la suerte de tener mesa, la atención por parte del camarero ha sido de lo más reseñable ya que se trata de una persona simpática y agradable con el que seguro que te sacará mas de una carcajada con alguna de sus respuestas y comentarios, un placer encontrar este tipo de persona aún en la hosteleria. De los platos que pedimos todo muy rico, empezamos con queso cabrales que estaba buenísimo y plato tras plato en la misma línea, destacar tal vez el torto que estaba a mi parecer espectacular, sin duda alguna en otra de mis escapadas por la zona procuraré dejarme caer por allí y poder probar algo más...
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