El Moral de Las Hurdes Restaurante — Restaurant in Pinofranqueado

Formidable! Esperado desde hace meses, por fin ha llegado a Horcajo este magnífico restaurante, como agua de mayo!!! El amor a Las Hurdes y a sus productos, la delicadeza de Alex y Jorge, su buena escuela y exquisito gusto se notan tanto en sus platos como en su trato. A escasos metros de la casa rural Alqueria de Hurdes, compartiendo el paradisíaco valle del río Horcajo desde sus espectaculares terrazas, experimentamos anoche un magnífico concierto de placenteras sensaciones en todos los sentidos. Por supuesto el gusto y aromas de tantos manjares tratados con mimo y sabiduría (mar, huerto y monte). Sus buenos caldos, elaboradísimos y exquisitos postres también te invitan a relajarte y a admirar la salida de la luna entre las montañas de enfrente, sintiendo la sutil brisa del viento entre brezos, castaños, pinos y cerezos y a encantarnos celebrando el concierto de un sinfín de ranas croando a la vez que el sonido del transcurrir del agua clara sorteando helechos, poleos y pizarras, desde lejos, dándoles la bienvenida.

Pura exquisitez para volver!!! Gracias, artistas!!!

Estoy escribiendo esta reseña desayunando en la magnífica terraza de la casa rural, intentando identificar los trinos de tantos pajarillos que revolotean por el...

Realmente una experiencia única , porque el sitio lo es, empezando por el entorno : Horcajo es un pueblo con algo mágico , y si antes de entrar a comer en este lugar habéis dado un magnífico paseo hasta el despoblado de El Moral ( de donde el restaurante toma su nombre), os sentiréis unos privilegiados por poder haber visto semejante maravilla. La atención es muy buena , teniendo una paciencia infinita para explicarnos que solo servían menú degustación ( y no carta ) , lo cual fue un poco confuso al principio. La comida de una calidad y originalidad increíbles : un paté de cabrito aderezado con mojopicon y un puré de lombarda tremendo , seguido de un carpaccio de ternera con queso y ceviche de albahaca de lo más refrescante, terminando los primeros con unos bombones de patatera con crujiente de torreznos para morirse de gusto. Llegó luego una parrillada de carne excepcional, y terminamos con cuatro postres deliciosos, destacando una tarta de queso con una mermelada de manzana verde que es pura gloria. El único punto en contra es la música de ambiente: en esas maravillosas Hurdes, hay que dejar que el silencio del entorno lo impregne todo. No os lo perdáis si vais por allí...un...

Fuimos a este restaurante sin conocerlo, simplemente con la idea de tomarnos algo tranquilos en la terraza, y la experiencia fue pésima. Desde el principio nos pusieron mil pegas solo por querer sentarnos fuera. Para colmo, nos sirvieron una copa medio vacía que costaba 7 €, y un Nestea a 3,5 €, precios desorbitados para lo que era.

Mientras seguíamos ahí, subieron la música de la terraza como para echarnos, y antes de terminar lo que estábamos tomando nos trajeron la cuenta sin pedirla, claramente con la intención de que nos fuéramos. Lo peor fue el comentario del camarero, insinuando que teníamos “aires de ciudad”. Pues no: somos de pueblo, y en mi pueblo uno se puede sentar a tomar una copa sin que le miren mal ni le pongan obstáculos. Allí, además, tratamos con respeto y empatía a quienes vienen de fuera y no conocen las costumbres.

La sensación con la que salimos fue de incomodidad total. No volveremos y, desde luego, no lo recomendaría a nadie que busque un sitio agradable donde sentirse bienvenido. Además se ve reflejado el trato que tuvimos, en como nos ha contestado a la reseña anteriormente...