Restaurante Ancla — Restaurant in Poio

★★★★★ - Una Experiencia Inolvidable en Gastronomía Gallega

Durante nuestra reciente visita a Galicia, tuvimos el placer de descubrir el restaurante "El Ancla", y quedamos completamente maravillados. No es sorpresa que este lugar haya coronado nuestro recorrido por la región, ya que superó todas nuestras expectativas.

Desde el momento en que entramos, la atención de la jefa fue sobresaliente. Su amabilidad y disposición para hacernos sentir bienvenidos marcaron el tono de la experiencia. Los camareros, igualmente, demostraron amabilidad y cortesía en todo momento, ofreciéndonos un servicio ejemplar.

La comida, sin duda, fue el punto culminante. Todo lo que probamos fue delicioso y fresco, con un énfasis especial en el marisco. La calidad de los ingredientes es evidente en cada bocado. No solo disfrutamos de una comida memorable, sino que también quedamos gratamente sorprendidos por la relación calidad-precio, que consideramos muy justa.

Este restaurante es tan popular que todas las mesas estaban reservadas, y tuvimos la suerte de conseguir un lugar, con la condición de terminar antes de las 3 p.m. La jefa se esforzó por acomodarnos, lo que añadió un toque de consideración personal a la experiencia.

Además, quiero destacar la amabilidad de los camareros. Después de nuestra comida, les pregunté por otros restaurantes recomendados en la zona, y amablemente nos ayudaron a descubrir nuevas opciones para explorar la riqueza culinaria de Galicia.

En resumen, "El Ancla" es un verdadero tesoro culinario en Galicia, y si vuelvo a la región, no dudaría en regresar a este restaurante. La combinación de excelente comida, servicio atento y la amabilidad del personal hacen de este lugar una experiencia inolvidable. ¡Altamente...

Me faltan elogios para describir mi experiencia en este restaurante. Si tengo que describirlo con un solo adjetivo diría que.... ESPECTACULAR! Camida, servicio y ambiente de 10. Estuvimos de viaje mi pareja y yo por esas preciosas tierra y no podíamos irnos de allí sin comernos una buena mariscada y fue todo una acierto. No teníamos reserva y probamos suerte. Desde el momento que pisamos el restaurante hasta el final, el trato fue impecable. El camarero nos busco mesa rápidamente, nos explico el tema de los menú y nos aconsejo sobre el pescado que elegir dando en el clavo. Transmitía simpatía y buena onda haciéndonos sentir muy comodos( un sobresaliente alto para él sin lugar a duda). Y ahora hablemos de los menú! De primero mariscada y de segundo pescado o carne con patatas. Incluye botella de vino, café, chupito y postres. Todo por un precio que se queda corto para la cantidad y calidad de los productos. Precio por persona: 35€ con navajas o 30€ sin ellas ( evidentemente nosotros con navajas....siempre) Repetiría todos los fines de semana si no fuese porque nos pilla a unos 1000km aproximadamente de nuestra casa. Un pelín retirado, jajajjajaja. Gracias por todo!...

Uf!! Menú imposible de digerir Fuimos hoy a comer por recomendación de un amigo y todo sea dicho le reclamaremos los 60 que nos cobraron aquí más los 50 euros que nos costó comer después en otro sitio, comida de verdad y de calidad. Bueno vamos al lío o sea al menú: De primero nos sirvieron una bandeja con un gruño, seco e insípido, cuatro minis cigalas secas, tiesas, otros tantos langostinos y unas poquitas de quisquillas, todo tenía pinta de haber sido recongelado. Después unas almejas y unos percebes Dios!! Si lo anterior estaba malo esto ya no se tragaba, las almejas no sabían a nada y sin una pizca de sal, las almejas sin sal? Y los percebes xd!! No sabían bien, eran totalmente insipidos preferible qué, no los pusieran, fueron de vuelta. El pescado!! Creo que debido al tiempo que llevaba congelado y al ponerlo a la plancha sin descongelar, no tenía buena pinta, fatal! Bueno no todo era malo, las bebidas y las patatas estaban bien Y los camareros agradables. No comprendo cómo hay personas que comen eso y les parezca bueno, pero tiene que haber de todo en la viña del señor. Está claro que nadie dá duros a cuatro pesetas. No volveremos y no...