La Fonda de Ponga — Restaurant in Ponga

Los moteros no son bien recibidos en este lugar. Nos fiamos de las reseñas y quiero aportar la nuestra. Llegamos mi pareja y yo, preguntamos si podíamos comer en la terraza había unas 4 mesas vacías, nos dicen que no que tiene que ser en el bar, un cliente ya sentado en la terraza dice: un momento que voy a hablar yo con ellos (quizás se conocían) y entonces nos dicen que si, pero nos sientan en la mesa al sol, preguntamos si puede ser a la sombra y dice que están todas reservadas (solo 1 tenía el cartel de reservado) decidimos irnos arriba a comer y prescindir de la terraza. Esa pareja de la terraza muy amable nos ofrecían compartir mesa y decían los moteros siempre son bienvenidos, agradecidos hacia ellos, pero comemos arriba. Queríamos carta, pero nos insistió tanto en el menú que accedimos, grave error. Un lunes menú de 18 €/persona. Ensalada con queso de beyos que había que buscarlo (lechuga iceberg), fabada dura como una piedra, ensaladilla congelada, llega la carne gobernada y en el primer tenedorao en la boca y un pelo largo negro, las patatas fritas no, refritas y frías, la carne de la otra persona fatal cocinada. El postre tarta de queso de Beyos es de sobre y solo sabía a cuajada, le ponen un poco de chocolate líquido que la hace menos comestible aún. Lo mejor a la hora de pagar : la cuenta son 36€ (2 menús de 18€) lo dejamos justo encima de la mesa, sale el chico y nos dice son 50,40€ todo serio, la cara que le pusimos la entendió al instante y dijo son 36... Ahí lo tienes y nos fuimos. Hay mucho turista y quizás cuela. El señor es un poco que el jóven, la cocina mala, la calidad mala y la atención peor. No volvemos ni locos!!! Evitar parar es lo mejor que...

Fuimos recomendados por unos amigos Asturianos. Restaurante con muchísimo con terraza exterior con vistas maravillosas a la montaña. Comida casera espectacular. Tiene menu por 15 euros por persona, con vino, pan y postre hasta las 16h y también carta muy amplia. Cocina abierta todo el dia. Recomiendo reservar antes. Puedes visitar el mirador, el pueblo, hacer rutas por la zona para ver sus vistas a las montañas espectaculares y escuchar la berrea se los ciervos. Día perfecto. Nosotros fuimos dos personas a comer, pedimos la sopa de la casa y sopa de ajo de primero, fabada de segundo que te sirven en una olla, carrilleras al vino y ternera asada de tercer plato con patatas y de postre, recomendadisimo el helado de queso de los beyos con nueces, no puedes irte ain probarlo, y la tarta de queso de los beyos. El dia que vas no cenas pero esta todo tan exquisito que es dificil poder resistirse. La carretera para acceder es preciosa. El sitio es encantador. Ademas de restaurante tiene habitaciones para hospedarse. Admiten mascotas en la terraza exterior. Los camareros encantadores. Puedes pagar con tarjeta sin problema. Hay un parking al lado señalizado y gratuito muy grande. Te recomiendo ir a comer y hacer una se sus rutas. Las vistas son espectaculares. No se aprecia todo lo bonito que es en las fotos. Nosotros fuimos al hayedo de los peloños. En otoño puedes disfrutar de sus bellos colores con el cambio de hoja. Volveremos sin duda! 100% recomendable. Uno de mis sitios favoritos de Asturias. Solo ir alli se respira Paz. Recomiendo reservar...

Excepcional menú, por la cantidad y la calidad: tres platos y postres. Comimos dos personas. De primeros dos trocitos de pastel de cabracho y salmón (muy buen sabor) y una ensalada (tierna, sabrosa). De segundos: fabada (excepcional, melosa, muy buen sabor, servida en generosas cazuelitas). De terceros un excepcional cabrito, tiernísimo y unos escalopines al queso beyu realmente muy buenos. Vino tinto Riosella correcto. Macedonia correcta y un sabroso pastel de queso. Nos encantó todo, realmente y las cantidades son más que abundantes. El comedor interior donde comimos también nos gustó (decoración de auténtica fonda con años de servicio). Y todo en el entorno excepcional de San Juan de Beleño. El servicio hipereficiente y aquí está el único “pero”: excesivamente serio. Tanto el padre como los hijos que le ayudan trabajan realmente bien pero al menos con nosotros ni una sola sonrisa. Nos sorprendió (y un poco nos agobió) la seriedad extrema con la que trabajan. Aunque quizás ese día pasaba algo que ignoramos. Por lo demás, un sitio sencillo de aspecto pero con un muy buen nivel gastronómico....