Restaurante La Rambla — Restaurant in Puerto Lumbreras

Señores del restaurante la Rambla, espero que esta reseña sirva para que otros pardillos como nosotros, no piquen. Y de paso que les hagan una inspección por incumplimiento de la normativa vigente , es una pena que gente como ustedes ensombrezca el buen nombre de los hosteleros que sí la cumplen. Paramos en este restaurante a comer el 15 de agosto, mis dos hijas mi marido y yo. Nos pillaba de paso tras el fin de las vacaciones, mi marido lo conocía,pues había parado allí a comer entre semana trabajando. Nos dijeron que tenían un menú especial por el día de la Virgen, le preguntamos a la persona que nos atendió si había otra opción tipo carta, a lo que nos contestó ( un poco molesta a mi entender) que eso es lo que había de platos. Nos dijo los platos de palabra . Pecamos de confiados y pardillos, al no preguntar el precio, ya que en ningún momento nos lo informaron ni tampoco aparecía visible en ninguna parte del local (ni pizarra, ni código QR, ni siquiera papel con tachones), cosa que por otra parte es ILEGAL. Piensas como pardillo, "bueno es festivo me cobrarán algo más si entre semana son 13€..." El menú "especial" entre comillas porque no había otra opción, consistía en 1ensalada, 3 entrantes a elegir, un segundo a elegir, postre y bebida. En nuestro caso de bebida pedimos agua y 1 cerveza. Debieron de equivocarse porque nos pusieron más que la ensalada y dos entrantes. No reclamamos esto porque tardaban muchísimo entre plato y plato. Sirviendo mesas, tomando nota y cobrando sólo había una persona. A mi hija pequeña le ofrecieron un plato de pechuga en vez de los segundos que ofrecían como menú para adultos, cosa que agradezco pero, sin aclarar nada de menú infantil. Lo bueno viene cuando pedimos la cuenta y nos cobran 4 menús a 40€ /por cabeza, o sea 160€. Al reclamar, me da la sensación, que intentan hacer la del trilero, dándose por no enterada de que nos faltaban entrantes y sólo le habían puesto una pechuga seca a la niña. ¡No podía equivocarse, si sólo estaba ella,que creo que es la dueña, para tomar nota, servir y cobrar!. Para suavizar nos dice que nos va a cobrar menos,35€ a los tres mayores y 30 € la peque(pechuga y agua). En todo momento esto me pareció una artimaña, le pregunté porqué no estaban los precios visibles a los clientes, a lo que no supo o no quiso contestar, por lo que pedí que me diese una hoja de reclamaciones. Vuelve con un libro de visitas y me dice que la tengo que rellenar ahí, esto es el colmo ya me siento estafada y encima humillada. Finalmente tras esperar y que no apareciese con el libro de reclamaciones, decidimos marcharnos, ya llevábamos allí demasiado tiempo y no quería culminar las vacaciones teniendo que llamar a la policía porque se negasen a darme el libro. Es una pena, durante estas vacaciones hemos cruzado la Península de cabo a rabo, hemos tenido mejores y peores experiencias gastronómicas, pero que tenga que venir a sentirme estafada en mi Región de Murcia, es lo que más...

Tot i que s'hi menja prou bé, la manca de transparència en l'oferta de què disposen i en els seus preus, i, sobretot, el tracte arrogant de la maître/mestressa, no el converteixen en un bon lloc per parar-hi a menjar.

Després de preguntar-nos d'on veníem, la maître ens va parlar de fer un menú d'amanida compartida acompanyada de tres platets, i un segon individual. Imagino que als clients locals els ofereix el menú assequible, i als qui estan de passada, i poc lucre l'hi donen, ens entabana amb el menú especial. Però hi insisteixo: és una suposició, perquè no vam veure cap referència a menús i preus en tot el local.

Nosaltres ens vam decantar per l'amanida de foie, però no vam encertar, perquè la ceba caramel·litzada al Pedro Ximenes tapava la resta de sabors, inclòs el de l'escàs testimoni del fetge ratllat (?). Un incís: en aquesta ocasió, la presentació del plat era molt lletja: tot abocat a la font sense gens de gràcia, i coronat amb la ceba, com si s'hi hagués vessat per accident. Dos dels plats que acompanyaven l'amanida (espàrrecs amb béicon arrebossats i un calamar amb salses de blat i demi-glace) estaven deliciosos, però les croquetes d'ibèric abusaven de la beixamel.

Pel que fa als segons, saborosos, i les postres correctes.

El vi, inclòs en el menú, el vam haver de demanar a mig dinar, perquè havien oblidat portar-lo; va resultar ser un vi negre de batalla, sense justificació per a un menú d'aquell preu.

El menú infantil va consistir en un plat d'espagueti carbonara, la beguda i les postres.

Vam tenir dos moments enutjosos durant l'estada: el primer va venir després de fer un comentari sobre l'elaboració del plat de pasta, que no va ser ben rebut per la maître: se'ns va insistir, de forma poc elegant, que ens expliquéssim. El segon moment de tensió va arribar quan vam fer saber que l'amanida no incloïa el foie; ens van informar que estava ratllat i, de males maneres, ens van dipositar una salsera amb l'ingredient, perquè l'afegíssim al nostre gust. Tret d'aquestes incòmodes anècdotes, vam dinar tranquils.

En acabat, i amb el compte a la mà, la sensació general era que havíem dinat tranquils, però que ens havien...

ME SIENTO ESTAFADO. Conocía el restaurante por haber comido entre semana por trabajo y nos pillaba de paso a la vuelta de vacaciones. Fuimos un matrimonio y 2 niñas de 14 y 8 años. Ofrecen un menú especial sin decir precio, que tampoco está visible en ningún sitio. En la puerta hay una pizarra donde dice que hay menú, pero sin precio alguno. Pregunto si hay carta o algún otro menú y me dicen que eso es lo que hay: Menú Especial por el día de la Virgen. No se qué tiene de especial un menú cuando es lo único que hay. Servicio muy lento. La comida deja que desear en cantidad, pero sobre todo en calidad: bonito muy seco, pechuga de pollo insípida, croquetas muy pequeñas, una tarta de chocolate imposible de comer, pues se pegaba a la cucharilla de lo dura que estaba. Bebemos agua mineral en botella de plástico de marca económica (lo se porque es la que gasto yo en casa y la botella de 1,5l cuesta 0,40€) Pero lo mejor llegó cuando fuimos a pagar: nos presenta un tiquet de 160€. ¡¡¡¡40€ el menú!!!! Le digo a la señora que parece ser la responsable del local que me parece muy caro, a lo que argumenta que me ha puesto 4 entrantes, cuando en realidad fueron 3. Le recuerdo que fueron 3 menús y una pechuga a la plancha para la pequeña, cosa que reconoce haciéndose la sorprendida. De hecho llegó a decirnos que nunca le había pasado algo así, cuando habíamos sido testigos de situaciones idénticas 5 minutos antes en mesas cercanas. Cuando se vio un poco perdida empezó a hacernos esperar, supongo que con la intención de aburrirnos. Finalmente corrigió la cuenta por lo de la pechuga, cobrando 135€, que ya me parece una estafa. Y la guinda llegó cuando le pedimos la hoja de reclamaciones, ya que no aparecían los precios en ningún sitio del local, tal y como exige la ley. No se negó a sacarla, pero nos puso delante un libro de visitas, alegando que no encontraba las hojas de reclamaciones. Desapareció con la excusa de ir a buscarlas, de nuevo para aburrirnos, y esta vez lo consiguió, pues teníamos un viaje por delante y no estabamos dispuestos a echar allí la tarde. No...