Llegamos dos adultos y un niño a las 14:40 sin reserva. Nos indicaron que podíamos sentarnos. Tardaron en atendernos más de media hora, en terraza había 3 mesas ocupadas (4 con la nuestra) y dentro 2 para dos camareras. La camarera que nos atendió, toda amabilidad, luego se convirtió en "la niña del exorcista". Menú de fin de semana en terraza 22€/persona. Mucho más que excesivo para su calidad. De primero pedimos unos pimientos con anchoas y queso y dos ensaladas de salmón y aguacate. Los pimientos con anchoas tenían un pase. En cuanto a la ensalada: una montaña de lechuga (con muchas de sus hojas renegridas y babosas) sobre la que presentan 6 o 8 rodajas de aguacate negro y duro como madera, con un puñado de aceitunas negras, unos tacos de tomate, unos trozos de huevo duro (lo más comestible de todo) y media lámina delgada de salmón ahumado insípido. Le hacemos saber a la camarerera que nos parece que el aguacate no estaba en condiciones de ser servido y le hicimos ver en qué condiciones estaban varios de los trozos de lechuga (insisto babosos y renegridos, en claro estado de descomposición)... La amabilidad se esfumó de golpe... Nos ofreció, de muy mal talante, cambiarnos el plato, lo cual rechazamos. Las opciones eran pimientos con anchoas y queso (soy intolerante a lactosa)y pote asturiano (ese día estábamos a 30°C a la sombra). Mi acompañante decidió seguir rebuscando en la ensalada algo comestible, yo pedí q me retirasen el plato sin apenas haberlo tocado. La chica me preguntó si me traía el segundo,a lo que yo asentí. Mi segundo era secreto de cerdo (que había pedido muy pasado). Me trae el plato y ya a simple vista era observable que el secreto había pasado por la plancha o la sartén 2 minutos de cada lado. Le pido a la chica que observe mientras intento cortar uno de los trozos de carne...en el interior la carne tenía el mismo aspecto que en la carnicería, crudo por completo... Y así se lo indico a la camarera que ya fuera de si empieza a dirigirse a nosotros a grito pelado. Cuando le indicamos que ninguno estaba sordo en la mesa ,fue peor.... A gritos (insisto) le dice a mi acompañante adulta que no estará tan mal cuando ella estaba comiendo y que no sabía qué era lo que pretendíamos. Al final nos dice que va a llamar a la encargada y entra en el local a grito pelado llamando a su madre. Al rato sale una señora acompañándola. La chica le cuenta su versión a la encargada (muy poco ajustada a la realidad, puesto que entre otras falacias le cuenta que le tiramos la ensalada a la cara) y la señora se deshace en disculpas y le indica a su hija gritona que desaparezca (cosa que no le agradeceré lo suficiente a la señora). Nos vuelve a proponer cambiarnos las dos ensaladas (cosa que volvemos a rechazar por las causas ya explicadas y porque llegábamos tarde al evento al que habíamos acudido a la zona). Retira la otra "ensalada" y me pregunta si trae un plato para que yo (que no había probado bocado) me sirviese del segundo plato de mis acompañantes. Rechazo su propuesta, el asco y la irritación por el comportamiento de la camarera ya me impedían comer nada). La señora vuelve con una enorme bandeja con rabo de toro, a todas luces excesiva para tres comensales (sólo se habían pedido dos segundos de rabo de toro). Mis acompañantes dieron buena cuenta del plato, dijeron que estaba delicioso y así se lo hicimos saber a la encargada. Rechazamos postres dada la hora y pedimos la cuenta. En la cuenta nos cargan dos menús. Le indicamos a la encargada que había un error puesto que nuestra comanda era de tres. Nos contesta que puesto que yo no había comido porque "no hubo buena comunicación entre la camarera y yo" (en fin..), ella asumiría la pérdida que suponía no cobrar mi menú. Un detalle por su parte, que estropeó visiblemente con el comentario. Ganas me dieron de decirle que esa "pérdida" podía considerarle compensada con los postres que no iba a servir, con lo cual sería una "pérdida" compartida. Me callé porque lo único que tenía eran ganas de salir de ese sitio al cual no tengo pensado...
Read moreHace muchos años comimos muy bien aquí y hoy volvimos, mala decisión, los camareros muy bien, buen trato, amables, perfectos, la cocinera seguro que buena,PERO, no nos ofrecieron carta, solo menú sabado 23€ . Pedimos ensalada de gulas setas, que sin más, ahí puesto. Pedimos pote de berzas, recalentado y ni eso, el compango estaba frío por dentro y la patata dura, el caldo suelto aguado, caldereta de cabrito o eso ponía el menú, era caldereta de hueso de cabrito, la salsa suelta y el cabrito "not found" mi entrecot estaba en el plato pero era un trozo de chicle con grasa chunga,fatal. Postres caseros" tarta de queso rancio y borrachinos que ya pasó. Lo mejor, el café y los chupitos, y mejor aún la Casera en botella de cristal. En fin, una pena pagar 50'80€ por este desastre de comida de mala calidad, malísima .Camareros un 100 sobre 100. El gerente un sucio fumando en la puerta y entrando...
Read moreSitio casero y acogedor con comida casera donde degustar platos espectaculares como el Pote Asturiano, Fabes con rabo de toro o por supuesto una buena fabada todo en perolas de aluminio para repetir lo que quieras y si te quedaste con hambre prepárate para alguno de sus segundos como el cachopo bien hecho, caldereta de jabalí, caldereta de cabrito y claro los postres...arroz con leche y su costra, tarta de queso,...si quieres comer bien, como en casa y de calidad no dudes en venir aquí.
Ahh!! Y la atención espectacular, todo el tiempo pendiente de que no te falte nada y si ven los platos medio llenos te ofrecen cualquier cosa que desees por si es que no te gustó...
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