Estuvimos allí cenando. Nada que destacar del local, ni del servicio, ni de la cena. Todo bien. El único inconveniente es que ibamos con mi hija que tiene nueve meses y empieza a comer ahora, por lo que no puede comer cualquier cosa. Pedimos un tomate para ella y unas cuantas cortadas de pan. Se fue la camarera y volvió diciéndonos que para la niña había menús infantiles. Le insistimos en qué no, que no tiene dientes y empieza a comer ahora. Volvió a la cocina y volvió a salir con la misma historia de los menús, le insistí en que no le puedo dar a una niña de 9 meses un menú de nuggets, ni sándwich, ni hamburguesa, ni patatas (Por muy buena calidad que sea el producto, no os lo niego) y se volvió a ir. Ya no supimos más del tema y mi hija se fue a casa sin cenar.
Nunca jamás me ha pasado esto. Entiendo que tengáis una carta y no os queráis salir de ella. Pero es un simple tomate y es para una criatura que no puede comer otra cosa y así se lo hicimos saber a la camarera. Siempre me han sacado el tomate (O pepino, o maiz, o una manzana, o lo que fuese) en cualquier sitio. No os estoy pidiendo una tórtilla de patatas o algo que haya que elaborar. Es un simple tomate para una niña de nueve meses. Siempre me lo han sacado. A veces entero, a veces cortado, a veces me han cobrado un euro, otras cinco euros y otras no me han cobrado nada y lo he dejado de propina. No se, me pareció una manera un poco absurda de obligarme a no volver, y me sabe mal porque el sitio es francamente bueno, pero que mi niña coma es lo...
Read moreWe arrived before they opened and were very glad to wait because the burgers were incredible! Glazed donut burger and croissant burger in particular are so unique to us and highly recommend. I couldn't fit in a pudding but my husband was very happy with his :-) Staff were really friendly and helpful with regards to our...
Read moreEl Rebost: una trampa mortal disfrazada de restaurante Comer en El Rebost fue como jugar a la ruleta rusa con mi salud. Pedí una hamburguesa con bacon, y lo que recibí fue un crimen culinario en pan: bacon crudo, chorreando grasa, y una “mantequilla de bacon” tan salada y asquerosa que parecía un desecho industrial. Cada bocado era una mezcla entre decepción y peligro.
Pero lo peor vino después. Apenas puse un pie fuera del local, mi cuerpo empezó a colapsar: dolor de estómago como si me hubieran metido clavos, náuseas interminables, dolor de cabeza, escalofríos, y un malestar tan brutal que estuve a un paso de ir al hospital. Todo por una hamburguesa que no debería haber salido jamás de una cocina.
El Rebost no debería llamarse restaurante. Debería llamarse advertencia. Si aprecias tu vida, no entres. Si ya entraste…...
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