Onde Coty — Restaurant in Ribadedeva

Never have I entered a restaurant and feared for my both physical and mental health. Not only have I ever seen so many flies in my life, but I'm pretty sure I am now have a 150% chance of having a heart attack. The pizza had so much cheese on that not even Garfield could eat it all and our table cloth was soaking wet. The pizza dough was ok if you consider a soggy, wet and downright disgustang slob of flour a good meal.

P.s. If the food doesn't get you, the kids will.

Good...

NO NOS ATREVIMOS CON LOS POSTRES. No pensaba escribir una reseña por no perder el tiempo en la mediocridad de este "restaurante" pero cuando mi salud esta en juego la cosa cambia. El servicio y el ambiente eran normales tirando a bajo, aunque se puede salvar si te sirven una buena comida, pero ni eso. En primer lugar pedimos una ensalada de tomate, cecina, queso de cabra y nueces, pero al parecer las nueces las picotearon antes de servir el plato porque eran inexistentes, o a lo mejor se lo habia tragado ya no la cama sino el edredón y juego de sabanas de lechuga q traía el plato y q no nos mencionaron en la carta. Nos trajeron unos chipirones tristes, de dimensiones cuánticas, esparcidos por el plato con un sabor bastante indescriptible y no debido a que rebosase la excelencia en la ración de "chipis". La culmine de la cena fueron las navajas, ¡delito culinario histórico! y tambien ecológico. No exagero cuando digo que un cortauñas de bebé mediría mas que esas navajas. Por no hablar de su sabor a podrido y de la diarrea explosiva que me han provocado. Mencionar que pedimos unos escalopines con salsa de cabrales que solo les faltó traernos un puchero y un cuenco ante semejante caldo de queso. Seguramente se les caería la caja de leche desnatada en la "sopa" de cabrales. No nos atrevimos con los postres....

Una mala experiencia. Había reservado para el domingo 28 julio, tras muchos intentos de llamadas telefónicas sin respuesta, por fin lo conseguí. Pero al llegar resulta que la reserva y mesa no " aparecía" por ninguna parte, puede ocurrir y el camarero dijo que no había problema. Así lo hicimos y nos sentamos en una mesa, pero tras esperar más de 10 minutos, nadie nos atendió, la chica que atendía solo sabía decir dame 1 minuto, tras pedirle como minimo algo para beber, hacia bastante calor. La terraza no estaba ni la mitad llena. He visto mucho caos en la organización/ servicio, en su totalidad. Tras unos 15 minutos más o menos decidí marcharme sin ser atendido, una pena. Al marchar y despedirme nadie del personal se inmuto por mi marcha. Personalmente, a pesar del calor, lo vi un poco cutre pues la gente salía de la piscina para comer en una mesa ya montada y se sentaban en bañador a comer sin camiseta, en una terraza restaurante, personalmente no es mi estilo. Yo por lo vivido y...