Restaurante El Balcón de Bueño — Restaurant in Ribera de Arriba

Para los que no suelen leer, el resumen sería decepcionante, teniendo en cuenta la calidad/precio/servicio que tiene, yo no lo recomendaría. Empezaré diciendo que tiene cosas buenas, pero por desgracia no supera a lo malo y el matiz mas importante a tener en cuenta es, por los precios que tiene y la gran oferta que hay. Como se ve en las imágenes, el sitio es precioso, es un local acogedor y en nuestro caso (éramos 2), elegimos balcón y nos tocó la mesa del fondo en la esquina. Ya aquí vimos el primer error a tener en cuenta por lo que vas a pagar después sobre todo, que es que había unas telarañas enormes, con su correspondiente araña grandecita, literalmente a la altura de la espalda y cabeza, donde la esquina del balcón, llegando hasta haber tela de araña en la silla del fondo, la que no usamos. Podría entender en el tejado o incluso entre los barrotes, pero encima justo donde se pone un cliente con silla incluida, no tiene justificación. Abres el local, una escobina y quitas todo eso que lleva 1 minuto mientras vas preparando el comedor. Pedimos media de croquetas de chosco, solomillo wellinton, arroz con pulpo y de bebida pues lo que se ve en la cuenta. Las croquetas literal eran 4 cuadrados de 2,5 cm! Si si, 2,5 cm no estoy exagerando, 9€ por 4 canicas. En las fotos no se puede saber el tamaño claro y cuando llegas y ves eso te quedas...de sabor y textura, buenísimas si. El solomillo estaba muy bueno, peeeero parte de la carne con demasiado nervio, insisto una vez mas, por lo que vas a pagar después, el producto tendría que ser de mejor calidad. El acompañamiento, unas patatas cocidas sin mas, nada especial. El arroz, a parte de escaso, aquí ya directamente horrible, soy de comer con sal y esto estaba muy salado, fuertísimo, asique imaginaros como debe ser para alguien que suela comer con poca sal. El arroz, una cosa es que este al dente y otra que se te canse la mandíbula de tanto masticar por lo excesivamente al dente que estaba (sin hacer). Y no será por el tiempo que hayan tenido en cocina para prepararlo, porque entre el solomillo y el arroz (fue todo para compartir) tardaron un buen rato, que si llega riquísimo, pues ningún problema hasta mejor que somos de comer con calma, pero si te llega en esas condiciones...muy mal. Luego pedimos unos cafés especiales que llaman y que aparecen en la pagina web, caffe Shakerato y Expresso Pico Fino. Para pedir el expresso, directamente le enseñé cual quería por la web en la cual se veía el precio 5€ para evitar errores. Resulta que cuando traen la cuenta ese café pretendían cobrar 7€, porque se ve, que si lo pides como "postre", te cobran 7€ pero si lo pides como combinado café, son 5€ y es EXACTAMENTE el mismo café. Creo que no hay mucho mas que añadir, un gesto muy muy feo y encima por algo que tampoco tiene nada en especial, como se ve en la foto un cafe frio con un sabor tipo tiramisu. Vamos que no tiene una bola helado, o galleta o gran elaboración. Con respecto al servicio y atención ofrecida, una vez mas, no acorde para al precio que vas a pagar. Si, las chicas eran muy agradables y simpáticas, pero esto no justifica que te sirvan los platos sin un cuchillo de carne para cortar, unas pinzas (cuchara/tenedor) para servir el arroz...observar que después de llevar media hora sentados una mesa grande de 8 personas que teníamos al lado les digan que esa no es su mesa porque se han equivocado... Como dije al principio para el que llego hasta aquí, cada cosa individualmente no es gran cosa, pero si los juntas todos y le añades los precios, mi conclusión final fue: con todas los opciones que hay, aquí no vuelvo y no...

Teníamos muchas expectativas al visitar este restaurante, ya que nos lo habían recomendado varias personas y habíamos leído bastantes opiniones positivas. El lugar en sí es bonito, tiene una decoración muy cuidada, cada detalle está claramente pensado y se nota que han invertido tiempo y esfuerzo en crear un ambiente acogedor y visualmente atractivo. Desde que entras por la puerta, la iluminación, la música de fondo y hasta el aroma del local te hacen pensar que vas a vivir una experiencia gastronómica especial.

El personal que nos atendió fue amable y profesional, aunque quizá un poco distante. No hubo errores en el servicio, pero tampoco sentimos ese punto extra de cercanía o atención personalizada que suele marcar la diferencia cuando uno paga precios por encima de la media. Nos sirvieron con corrección, pero sin entusiasmo.

En cuanto a la comida, fue... correcta. No estaba mal, en absoluto, pero tampoco hubo ningún plato que realmente nos sorprendiera o nos hiciera decir "wow". Probamos varios entrantes y platos principales, y si bien estaban bien presentados y se notaba cierta técnica detrás, los sabores no nos dejaron huella. Nada estaba mal cocinado ni mal ejecutado, simplemente fue todo muy “meh” para el nivel de expectativas y el precio que se paga. En otro contexto o con otro precio, quizá habríamos salido más conformes, pero aquí el desfase entre lo que cuesta y lo que ofrece es demasiado evidente.

El precio, justamente, es uno de los puntos más delicados. Entendemos que los restaurantes con cierto nivel cuidan los detalles y que eso se paga, pero en este caso sentimos que el valor no está equilibrado. Pagas como si hubieras vivido una experiencia gastronómica memorable, pero sales con la sensación de haber estado en un sitio bonito donde comiste decentemente... y ya.

En resumen, el sitio no es malo, ni mucho menos. Simplemente no está a la altura de las expectativas que genera ni del precio que cobra. Si buscas un sitio con estética cuidada y comida correcta para una ocasión especial, puede ser una opción. Pero si esperas que la experiencia te deje huella o te emocione por su cocina, probablemente salgas con la misma sensación agridulce que...

El recibimiento , muy bueno . El menú a degustar , era de San Valentín [ aunque la mesa que nos tocó no era nada romántica , con el entorno , un mueble con platos y botellas de Ginebra y el decorado de la mesa tampoco , la vela , más bien parecía para un funeral ] . La atención fue buena [ aunque la camarera , al abrir la botella de vino , estaba como nerviosa y el bocal lo dejo a medio abrir y el corcho , lo tiro dentro de la cubitera , algo único y jamás visto ] . El entrante [ era una mantequilla , con sabor a Lima , con un gusto a sal , muy rica y con forma de labio , pero lo simpático que era para compartir y la tuvimos que cortar con un cuchillo , que menos que para ese día especial , fuera como más generoso ] . La decoración del local , muy bonita , con toques de una casona antigua . Los platos tenían sabor , unos más ricos que otros [ aunque deberían de poner unas cucharas , pues traen salsa y no lo puedes comer , tienes que mojar el pan que te ponen de maíz con pipas o de trigo y la verdad que no liga con esos platos pues les roba todo el sabor y el pan francamente , deja mucho que desear ] . El postre [ le faltaba ese toque romántico , de un día especial , para celebrar en pareja . Escuche muy buenos comentarios aunque , para decir que estaba excelente , les falta mucho por hacer , pequeños detalles que llenan muchísimo . El cochinillo estaba muy rico , con mucha textura y sabor . Los espárragos con boquerón [ nada del otro mundo , mucha presentación , pero cero de sabor ] . La vinagreta de bogavante [ de bogavante llevaba tres cachitos , lo demás era cebolla picada y aliños , apenas sabía a nada ] . Lubina a la sal [ le faltaba ese toque a haber estado macerada en sal , estaba insípida , no sabía a nada , ni un poco a mar , aunque su guarnición estaba buena . Lo mejor de todo es que probéis , las experiencias todas son diferentes . Relación calidad precio [ no se lo que costaría , pero barato no creo haya sido ] . Los cafés ricos y servidos en unas tazas , muy diferentes . El entorno del establecimiento , muy bonito , con unas mesas y bancos donde poder disfrutar de un vermut y una...