No llegamos a comer y fuimos insultados. Pero iré por partes.
Lo más importante: no se cumplen con las medidas de seguridad impuestas por las autoridades sanitarias. No hay la distancia requerida entre mesas; pero es que los empleados no llevan mascarilla, ni en la terraza ni dentro (por lo menos el tiempo que estuvimos nosotros).
Vivo muy cerca de Calabrez y todavía no había tenido ocasión de ir a este sitio. La semana pasada decidimos reservar para esta semana (con más que suficiente tiempo de antelación), con motivo de la visita de unos amigos que no conocen la zona. Con el tema del COVID salimos más bien poco y lo hacemos a sitios donde tenemos la certeza de cumplir con las medidas de seguridad, sobre todo, la distancia entre mesas. Cuando llamamos, explicamos que íbamos dos parejas con un niño pequeño y dos bebés con sus respectivos carritos. Nos garantizaron por teléfono que no habría problema alguno.
Ayer amaneció un día precioso, de esos que en Asturias escasean. Así que después de visitar algunos sitios, fuimos bien pronto para tomar un aperitivo (a eso de las 13.30), por lo que éramos los primeros en llegar. Cuando lo hicimos nos encontramos con el panorama: no hay más de (y seré generoso) un metro de distancia entre mesas y son de esas tipo merendero ancladas al suelo (por lo que no se pueden mover). Nos situaron en una que debíamos colocar ambos carritos en los laterales entre nuestra mesa y las colindantes. ¿Qué supone esto? Pues que nuestros bebés estarían a menos de un metro de distancia de los comensales de las mesas de al lado. Ninguno de los cuatro adultos que fuimos nos encontrábamos a gusto con esta situación (imaginad los futuros comensales de las mesas de al lado, teniendo a bebés en sus narices).
Lo cierto es que el camarero que nos atendió fue bastante amable, nos propuso un par de opciones, pero ninguna viable (nos ofreció una mesa algo más separada, pero a pleno sol y, aunque poco común, ayer llegamos a los 30 grados). Le dijimos que lo sentíamos, pues nos da mucho apuro este tipo de situaciones, pero también es verdad que nos cercioramos por teléfono (no una, sino dos veces) de que sería posible comer cumpliendo con las medidas de seguridad. El camarero lo entendió y se despidió emplazándonos a otra ocasión.
Con lo sucedido hasta ahora no habría hecho reseña alguna: son cosas que pasan y más ahora con las circunstancias tan especiales que vivimos. Pero hete aquí la situación desagradable: cuando mi mujer salía por la puerta con nuestro bebé, un señor nos interpeló de muy malas maneras que si había algún problema, a lo que mi mujer le respondió con toda la educación del mundo que no podríamos comer por lo anteriormente expuesto. El señor, a poca distancia de nosotros (sin mascarilla y alentado por otro empleado, también sin mascarilla), nos empezó a decir, de muy malas maneras, que éramos idiotas y unos descerabrados (sic), por reservar en una terraza con bebés. Somos conscientes de que la logística de llevar bebés y carritos es complicada de manejar, por eso, siempre que reservamos lo hacemos con esa condición. En Ribadesella y alrededores hay suficientes sitios en los que esto no es un problema como para arriesgarnos.
En fin, ante los insultos y desprecios de este señor tan desagradable (no sé si el dueño) y malencarado, no tuve más remedio que increparle que no sean capaces de garantizar las distancias de seguridad, a lo que él respondió que es el cliente quien tiene que garantizar eso, no el restaurante. Algo increíble.
Nos marchamos por la puerta y comimos en La Bolera, en El Carmen, el pueblo de al lado de Calabrez. Comimos bien a gusto.
La zona de Ribadesella es una zona muy turística y no son pocas las veces a lo largo del año que hago listas de restaurantes para amigos, familiares y conocidos de visita. Entre otros, nunca faltan El Campanu, El Puente del Pilar, La Marina, La Güertona, El Güeyu Mar, el hotel Caravia, Casa Marcial... muchos. Ahora tengo un nuevo sitio que nunca faltará en la lista, pero con el dudoso honor de ser el único en el apartado de NUNCA...
Read moreRestaurante en un lugar precioso, las mesas de fuera rodeadas de vegetación y con vistas. El lugar está decorado con gusto. La comida estuvo bien, sobre todo ensalada cordero en escabeche y pitu caleya.
Sin embargo el servicio les vendría mejor mejorarlo. Hubo varias cosas: El menú no nos lo ofrecieron, algunos platos nos dijeron que si había pero que no nos lo ofrecían porque los había pedido mucha gente 🤷🏽♀️. Uno de los platos fuera de carta (solomillo) preguntamos como era y nos dijeron que guisado con setas, así que lo pedimos. Al rato y mas tarde que el plato del resto de los comensales llegó un solomillo a la plancha sin setas. Preguntamos por las setas y nos trajeron unas setas aparte. Mas adelante en la comida y cuando ya habíamos comido nos dijeron que había habido un error en cocina y por eso el solomillo era plancha y no el que pedimos. Con postres también nos ofrecieron opciones y luego no estaban disponibles y finalmente nos trajeron algo que no era lo pedido…
Lo dicho pondría mas atención en el servicio y formación en atención al cliente, como comentamos allí, no pasa nada por equivocarse pero podrían haberlo comentado para ver si nos quedábamos con lo preparado o esperábamos a que preparasen lo que realmente habíamos pedido…
Es una pena porque el lugar está genial y la mayoría de comida estaba muy bien, espero que lo mejoren aunque no creo que...
Read moreWe kwamen rond 20.30 aan met de camper en hadden zin in Asturisch eten. Met WiFi van het huis en Google translate, bestelden we de "pastel de cabracho", schorpioenvis taart als voorgerecht en de "costillar de cerdo al homo de leña Medio", Varkensribben op houtskool als hoofdgerecht. Beide gerechten waren erg smaakvol. Ook waren we brutaal genoeg om te vragen of we met de camper op het parkeerterrein mochten overnachten. De eigenaar was zeer vriendelijk. Hier hebben we meteen gebruik van gemaakt, we hebben 2 flessen rode wijn (uiteindelijk) besteld. Beide uit de regio en Beide erg lekker. Alles was zo goed, leuk en top geregeld. Dat we bij de betaling gevraagd hebben of we de dag erna (zaterdag) de "lechazo castellano al homo de leña" lamsvlees, konden bestellen. En ook dit kon. Overdag hebben we de hike "Sierra del Sueve" gewandeld. Met als afsluiter, eten bij El Acebu. Vandaag als voorgerecht "zamburiña a la plancha", gegrilde st jacobsschelpen, de lam, Asturische kaasplankje en wederom weer 2 flessen wijn. We hebben erg genoten van de gastvrijheid en het eten. Echt zonde dat we een taalbarrière hadden, de eigenaar, zijn zoon en de kok waren alledrie super vriendelijk en betrokken....
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