Estuvimos comiendo en este bar y la experiencia fue un tanto agridulce. Lo mejor, sin duda, son las vistas desde la terraza: espectaculares, con el río justo enfrente, un lugar ideal para relajarse.
En cuanto a la comida, estaba buena, especialmente las croquetas, que fueron lo que más nos gustó: cremosas, sabrosas y perfectamente fritas. El plato de ternera era grande y su precio es razonable (la foto que veis es solo la mitad de la ración, ya que lo ponen en dos veces). Sin embargo, el precio del plato de patatas me pareció desproporcionado para lo que ofrecía.
Lo peor fue la atención inicial. Al llegar, un camarero con el pelo blanco nos recibió de forma bastante grosera. A pesar de que había varias mesas libres en la terraza, nos dijeron que no había sitio. Por suerte, finalmente nos sentaron. La mesa estaba muy sucia y, aunque pedimos amablemente que la limpiaran, al final tuve que hacerlo yo con toallitas. Además, cuando le pedimos que nos tomara nota, su respuesta fue bastante desagradable.
Afortunadamente, el resto del servicio lo llevó otro camarero, un chico moreno, que fue todo lo contrario: atento, simpático y muy amable. Estuvo pendiente de nosotros en todo momento, lo que ayudó a mejorar bastante nuestra experiencia.
En resumen, un lugar con vistas espectaculares y comida rica (aunque bastante cara), pero con un servicio que, dependiendo de quién te atienda, puede marcar mucho la diferencia. Un fuerte abrazo al camarero que nos atendió casi toda la comida, fue un encanto y si fuera por él seguro que...
Read moreUn tesoro escondido en Robledillo de Gata. Tras leer decenas de críticas ( tanto críticas positivas como negativas) nos decidimos por ignorarlas y probar por nosotros mismos la experiencia.
Un trato que convierte a los clientes en amigos. Desde un primer momento te desarman con su trato humano cercano y familiar, creando un ambiente cálido. Cristian, el dueño, no sólo gestiona el local como un profesional, si no que es un auténtico maquina. Salta de mesa en mesa contando historias y recomendaciones con una cercanía inusual, que risas nos echamos. Tiago, uno de los camareros, transformó nuestro almuerzo una experiencia cercana atenta y exótica , es muy paciente, profesional, tiene muy buen oído.
La carta es un homenaje a la tradición y la creatividad. 1 . lingotes de cochinillo a baja temperatura con una reducción de salsa glacé. Un nuevo plato que quiere incluir en la carta. Increíble, una experiencia inolvidable. 2 Secreto de ternera a la brasa. Otra de las opciones creativas de la carta. Un plato que se sirve con cantidades generosas. Gazpacho. Gazpacho de temporada, fresquito con guarnición, en estos días de calor recomendable.
Respecto al ambiente y la ubicación. Una de las fechas recomendable para visitar este lugar es cualquier día del año. Pero es importante hacer reservas porque el sitio no es muy grande. Con una llamada explican las condiciones.
Conclusión A la Bodega del Marqués, yo voy a comer una vez al mes. Ya es una tradición para mi...
Read moreRestaurante muy pintoresco, ubicado bajo una de las balconadas de la espectacular población de Robledillo de Gata. Cuenta con una terraza con vistas al río Arrago. El interior está dividido en dos espacios, uno a la entrada, junto a la barra y un salón a diferente nivel, al que se accede por una corta escalera de apenas 3 o 4 peldaños, todo con la sensación de encontrarnos en un museo, ya que por las paredes y el techo hay una gran profusión de aperos y objetos de la más diversa índole. Acudimos muy temprano, y gracias a eso pudimos ocupar una mesa, ya que prácticamente todo estaba reservado, al ser uno de mayo. La carta no es demasiado extensa, cuatro platos de carnes (todos a 20 €), una quincena de platos de raciones, y siete bocadillos rústicos (todos a 5 €). Nosotros elegimos croquetas caseras, huevos fritos con patatas y bocadillo de lomo a la plancha con queso. Con una botella de agua y un refresco, la cuenta sumó 25,30 € para dos personas. Todo muy bien; lo comentado, sitio muy pintoresco, comida sencilla pero muy buena y muy casera, patatas fritas estupendas, naturales, nada de congeladas y bocadillo de un tamaño muy generoso. La atención, también muy buena. Me llamó la atención la música de fondo: Triana, Alameda…, rock andaluz durante toda...
Read more