Taberna Los Charros — Restaurant in Roquetas de Mar

BAR LOS CHARROS EN AGUADULCE PESIMO NEFASTO SURREALISTA. Miércoles 13-12-23 a las 20.10h mi vecino y yo decidimos tapear en el bar Los charros de Aguadulce. Yo vivo en Aguadulce pero llevaba tiempo sin ir. Al llegar, cómo acababan de abrir, sólo había 3 personas, y al menos 30 mesas libres..o mas. Dos chicas en una mesita de dos y otro hombre en otra de dos. Vi que algo había cambiado. Ya no estaban los chicos tan simpáticos que había antes. Al preguntar dónde podíamos sentarnos el camarero, un hombre calvo(sólo es para identificarlo),dijo que sólo podíamos en una mesa de dos. En total sólo quedaban tres libres. Las 3 peor situadas, las otras 25-30 para 4 o más personas VACIAS y sin arreglar. Tuvimos que aceptar sí o sí, y el camarero nos sentó al lado del otro cliente... a un metro, tanto que tuvimos que alejar un poco la mesa. Allí no hay para sentarse en el interior del bar si no es la barra. Lo que antes era el sitio interior de mesas, ahora es un medio trastero lleno de cosas que daba repelús sólo al verlo. Todo lo que es lo de las mesas es exterior, protegido por las típicas lonas transparentes de terraza. Al final, cómo no se podía elegir un sitio más resguardado, nos sentó justo en el medio del paso del aire que, a pesar de las estufas calentadoras, se puso insoportable. Estamos en Almería. El viento viene con la consumicion. Pedimos al camarero si podíamos cambiar de mesa y no contestó de forma muy arrogante que no.. que no. Que no habíamos entendido nada y que no podía ponernos en una mesa más resguardada porque eran todas para mínimo 4 personas. Era por si llegaban más clientes. SURREALISTA. Eran ya las 20.20h de un miércoles, con viento, chispeando, y con sitio libre para al menos 100 personas más. No sé si el tipo esperaba a algún autocar o algún crucero amarrado en el puerto. En un miércoles. Le dije que no era forma de tratar a unos clientes que no se sienten a gusto en un sitio que no habian podido elegir y que visto la hora y la cantidad de sitios libre, no creia que le hubieramos hundido el negicio y que sólo era para tomar un par de cañas y luego marcharse. Fue muy muy borde. Al final accedió a que nos sentaramos a otra mesa más resguardada. Sólo porque yo empecé a quejarme de forma contundente. Delante a todo el mogollón de clientes... 3 personas, y mientras tanto no había entrado ni el tato. Pero la situación PATETICA llega ahora. Pedimos de tapa chorizo criollo que venía con suplemento de 1 euro. Trajeron un chorizo criollo de 5 cm en un panecillo reseco. Pedí a la camarera alioli o algo para que no resultara tan seco y me dijo que el alioli era aparte y que había que pagarlo. Pero mayonesa o ketchup no. DE VERGUENZA!!!! Eso es en nuevo Charro de Aguadulce señores. No sé si el que nos atendió era el dueño o un camarero. Era un hombre calvo. Mucho tiene que aprender. Por cierto. Nos marchamos a las 20.40 y seguían las únicas tres personas. Y las otras 30 mesas vacías. No puse foto de la tapa porque me daba vergüenza ajena. Pero el ticket habla por si sólo. Un robo. PARA NO...

Creo que no he comido peor en mi vida. Vimos los comentarios negativos y fuimos a tantear el bar antes de reservar. Ante lo bien que nos atendieron los camareros jovenes, decidimos darle una oportunidad y cenar aquí. Empezando por el servicio, decir que la mayoría de los camareros y camareras eran amables, a excepción de un camarero más mayor, que pensamos que podría ser el dueño ya que algunos camareros le preguntaban dudas a él y se notaba que era quien manejaba el asunto todo el rato. Fue maleducado, con prisas y exigente. No solo noté esta actitud con nosotros, también con la familia que teniamos al lado la cual escuché como se replanteaba el largarse del lugar ante la mala educación de este camarero y lo lento que era para tomarles nota. Una pena que la amabilidad de la mayoria del equipo se vea manchada por esta persona.

Respecto la comida, malisima. Patatas refritas de hace uno o dos días. Nos pedimos un mixto de carne y otro de pescado. El de carne, pasable, a pesar de que la carne tenia pinta de ser el producto que les sobró del dia anterior. Sin embargo, el pescado un autentico desastre. Te comias la sepia y el pescado frito y tenian el mismo sabor: ninguno.

La calidad del producto se podría justificar con el precio, pero es que tampoco el precio era para una calidad así de mala.

Estar en la costa y que el pescado sea malo tiene delito. Menos mal que el resto de sitios donde fuimos a comer y cenar fueron de 10 porque si llega a ser por este sitio nos volvemos de las vacaciones con una malisima imagen de la restauración...

Por donde empezar... fuimos un domingo y el bar estaba a rebosar de gente (cosa normal) pero la atención recibida por parte del personal dejó mucho que desear. Habían 2 camareras, muy distintas, una lo daba todo y la otra no parecía tener muchas ganas de vivir... postura de hombros caídos, 0 simpatía y ganas de atender, paseos en vacío sin nada en las manos, no recogía ni 1 mesa... ver para creer, un auténtico cuadro. En cambio la otra muchacha se preocupada y no paraba de pedir disculpas por no dar a basto. Eran muchas mesas para sólo 1 persona, porque la otra chica es como si no estuviese.

En cambio, en cuanto a la comida: La comida en sí estaba rica, bien cocinada, bien sazonada e incluso las patatas fritas eran caseras, que eso sí que es de valorar. Pero, tardaron mucho, muchísimo en traerla. La trajeron toda de golpe, y 2 de los platos vinieron fríos, los cuales devolvimos a cocina.

Llegamos y tardaron en tomarnos nota, las bebidas si que es verdad que no tardaron, pero la comida............ Al pasar 30minutos y no haber tomado ni 1 ronda ni haber visto 1 tapa aunque sea para la niña, mi marido fue a reclamar, y resultó que estaban todas listas encima de la barra. Y como he comentando antes, trajeron todas de golpe y 2 de ellas frías, pero ya porque habíamos ido a reclamar, sino allí seguirían las tapas encima de la barra.

Una pena, la comida estaba muy bien, las cosas como son, pero la atención fue tan nefasta que no compensa volver. Una pena de verdad. Así es como un buen sitio pierde clientela por no tener un/a...