Carlos Oyarbide Bistronomiko — Restaurant in San Adrián

Chistorras

Ensalada de bonito marinada con berberechos y salsa tártara. Me encantó.

Ajoarriero. Buenísimo. De los mejores que he comido. Con el bacalao desmigado como se hacía antiguamente.

Merluza con pil pil de pimientos y centollo. Muy bueno.

Chuleta de pio negro con pure de cebolla. Una grata sorpresa el puré de cebolla y la chuleta de pio negro estaba espectacular. Cerdo criado en libertad en el Valle del Baztan.

Panchineta. Muy rica, aunque no soy muy de postres.

7-8 vinos. Llegas al Restaurante y nada más entrar no parece que estés en San Adrián. Ni siquiera en Pamplona (fotos en la siguiente publicación). Una decoración preciosa y un restaurante con únicamente 4 mesas, en el que no hay carta, ni un menú fijo. Carlos decide cada día que va a cocinar, y si por algún casual decides regresar las veces que sean, no repetirás un plato ya que apuntan que has comido cada vez para no repetir. Me encantó y repetiré. Bravo Carlos! Menú:...

Visita al gran maestro Carlos Oyarbide en San Adrián, Navarra. Local precioso, acogedor, con una decoración exquisita, arte en las paredes. Como siempre la atención perfecta, tanto por parte de Carlos como de su mujer Carmen. Degustamos embutido como aperitivo, para dar paso a un exquisito atún de Almadraba con cogollos de Tudela. Seguimos con un exquisito Cardo con perrechicos y trufa, destacar su textura espectacular. Pasamos al pescado, merluza al pil pil con pimientos y por último un tierno y jugoso Cordero. Finalizamos con una torrija con helado de vainilla. Quedan pocos restaurantes como este, templos culinarios donde prima la mano del chef y la materia prima, sin artificios, solo producto y talento. Gracias por esta magnífica comida y esa gran sobremesa, disfrutamos como tiempo atrás....

Restaurante con un Sol 2023 de la Guía Repsol en Navarra. Carlos Oyarbide, cuarta generación de una saga de cocineros que llevó ‘Zalacaín’ a lo más alto, ha regresado a Navarra. En San Adrián ha abierto un despacho de clasicismo donde manda el producto y su franqueza, sea carne o pescado, verdura de la ribera o esa caza que él borda. La elegancia se aprecia, se ve y se palpa, en un recogido comedor que es toda una sorpresa y exige reserva previa para tomar asiento, en una de sus pocas mesas, y ponerse a merced de un chef sobresaliente que prescinde de carta y decide cada día qué se...