Hemos venido en otras ocasiones, en pareja, en familia, con amigos, hasta para algunas de nuestras celebraciones. Pero esta ha sido la última vez, ayer viernes 30 de mayo. Reserva para dos en interior a las 15:15 h.
Y no porque los pescados (corvina y lecha) les salieran secos. Al contrario, estaban jugosos y con un delicioso aroma a brasas. Eso sí, raciones muy justitas; guarnición de verduras variadas al wok y ricas patatitas fritas, aunque esos precios..., en fin, son libres. Calidad, eso sí.
Probamos esta vez su hueva de mújol casera, jugosa, recomendable. Disfrutamos de su ensalada exótica de mango que siempre pedimos. Y un magnífico albariño.
Bien. Con paradas, con esperas, pero sin excesos. Hasta que uno de los 3 camareros que nos atendió (así se explica todo, en la pésima organización de sala), después de atender la mesa de al lado, nosotros siempre los últimos ; pero continuábamos siendo invisibles, y yo no soy bajito precisamente.
Pues bien, al final de la comida vino el camarero a decirnos:
-¿Van a tomar algún postre? (Sin mirarnos siquiera). Aquí es habitual el trato displicente al cliente. En tiempos del Covid ya me llamaron la atención por haberme bajado un poco la mascarilla cuando iba al baño, son así de risueños desde tiempo ha).
Pues sí. Una tarta de queso. Es con queso azul. ¿Es la tarta de queso Shorpshire? Sí, la misma de siempre. Y un café solo, pero después de la tarta. ¿Y la Sra? Yo prefiero un té verde.
Media hora más tarde no habíamos tomado aún ni la tarta ni el café ni el té. Veíamos al mismo camarero cambiando manteles y vajillas. Nosotros esperando. Veo a otro camarero en la barra y le pido hablar con el jefe de sala. Me dice "Yo le puedo atender. Soy uno de los socios". Se lo explico. Vuelve el camarero anterior. "¿Me pueden repetir lo que habían pedido? Lo siento mucho, se me había olvidado pedirlo".
Después de esto pedimos la cuenta y nos fuimos. Pobre camarero estresado y olvidadizo, que se nota, como a la mayoría, que no ama su trabajo. Pero, hombre, no se te ocurre, ni a ti ni a tu jefe, tener una disculpa que suene verdadera, un detalle, un saber estar, una demostración de coherencia con el nivel del restaurante por nivel de precios de los platos (25 € media el plato de un trocito de pescado salvaje a la brasa), no sé, no trabajo en este sector, pero cualquiera puede entender, basta con ser generoso, buen profesional, lo mínimo oiga.
"Restaurante de gran nivel de cocina, producto y vistas. Buen arroz de descartes de pescado, delicioso tartar de atún, magnífico el punto del pescado salvaje a la brasa, en otra ocasión fue pargo o pajel, otras lubina salvaje..." (de una crítica anterior publicada por mi).
Un restaurante debe dar bien de comer. Esto es obvio. Un buen restaurante debe dar muy bien de comer... y hasta algo más. No sólo se trata de comer bien, se trata de tener buen trato con el cliente y estar a la altura. Para llegar aquí se tienen que hacer muchos kms. No está cerca, imposible aparcar en verano.
Cuando estaba la chica rubia como jefa de sala era otra cosa. Ahora vais como pollos sin cabeza. ¿Desde cuándo tres camareros diferentes para una mesa? Nadie está a cargo de nada. No fue culpa del camarero empanado. Es la mala gestión de la sala. La exigencia no debe ser con el cliente, la exigencia es siempre para el profesional. Así debería ser. Lástima la buena cocina. Vemos que os sobran clientes. Pues que...
Read moreUpdate: (Original Review Below)
Having a look at the response from the owner, you would expect something more mature.
Calling your customers who are taking the time to write a review "pathetic" shows the emotional maturity of a 5 year old. Grow up and perhaps start running your business with the customer's satisfaction in mind, not your own ego.
The true judgement of any establishment should be made based on how they conduct themselves when they make a mistake or receive criticism.
Having worked in various companies conducting customer service, they have a LOT to learn.
ORIGINAL REVIEW:
Incredibly overpriced.
Come with plenty of time to spare. Ordered a simple salad and tuna steak. It took 40 minutes arrive.
When it arrived the tuna was cold and the salad very basic and tasteless.
Ordered desserts also, the worst cheesecake I have tried in my life and a brownie on the level of a petrol station snack, absolutely tiny for 6.50.
Not worth it.
Argumentative staff and charged for returned and uneaten food. Zero class from the owners. Run by egomaniacs who cannot accept any form...
Read moreMy first piece of advice is make a reservation!! We turned up without a reservation and they just about managed to fit us in. Which we were very grateful for as we had specifically looked to come to this restaurant, and we live over an hour away. Thank goodness they fit us in, the food was fantastic, the service was excellent. I highly recommend the patatas bravas, completely different to any you’ve ever experienced, the calamari super fresh and I would definitely recommend the pineapple carpaccio, so refreshing and so tasty. My only negative comment is that we were offered more bread, which we declined, they bought it to us anyway, and we were still charged for it. That said we did eat some of it. There were English speaking staff here, which we were grateful for with our...
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