Sentimientos encontrados con este restaurante.
Estuvimos comiendo en Saboris de Sempris en el Día de Extremadura y si bien es cierto que todo lo que tomamos nos encantó, el trato fue un poco distante tanto para asignarnos una mesa en el comedor como una vez sentados, llegando a pasar 40 minutos desde que nos trajeron las bebidas hasta que apareció por la mesa una pequeña cesta de pan sin que nadie nos dijese porque no salía nuestra comida.
En condiciones normales nos habríamos marchado del restaurante, pero era nuestro primer día de vacaciones por la Sierra de Gata y no queríamos empezarlo de esta manera, así que decidimos esperar … y qué gran decisión, porque la comida nos pareció fabulosa.
De entrante tomamos unos boletus con torta del Casar deliciosos. La ración es muy generosa, aunque gustosamente habríamos repetido. De segundo, optamos por sepia y presa ibérica: muy ricos ambos platos, aunque el segundo fue el claro vencedor. Se nota que hay muy buena mano en esa cocina, y esa presa hecha a la parrilla nos supo a gloria.
Tan encantados terminamos con lo que habíamos tomado y en vista de que el trato mejoró sustancialmente en los últimos compases de la comida —gracias a una camarera muy amable que nos dio todo tipo de recomendaciones sobre qué hacer por la zona— decidimos darles un voto de confianza y reservamos de nuevo para despedir nuestro último día en Sierra de Gata con un arroz con bogavante.
El arroz, fabuloso y a un precio imbatible. Eso sí, solo por encargo. Como nota negativa, el pan que nos sirvieron ese segundo día no tenía nada que ver con el del primero: muy duro y de peor calidad. En esta ocasión, como no habíamos tomado entrantes -tampoco nos dieron opción-, pedimos postre para compartir: un flan de queso muy rico, aunque personalmente le quitaríamos el sirope de caramelo que lleva por encima (o lo pondríamos a un lado), ya que no le aporta nada. También tomamos un par de cafés: malísimos. Pero, por desgracia, el tema del café es una batalla perdida en el 90 % de los locales de Extremadura.
Ojalá sean capaces de corregir esos pequeños detalles y consigan ser más regulares, tanto en lo que ofrecen como en el trato, porque sin duda una cocina así, en un pueblo tan bonito como San Martín de Trevejo,...
Read moreHe cenado el 16 de Julio, he probado ensalada César, huevos estrellados, chuletón y de postre arroz con leche. He de decir que en cuanto a la atención al cliente por parte de sala, impecable, muy amables. Sin embargo en cuanto a la comida se nota que la hacen sin ganas, y con prisa:
La ensalada cesar: Todo lechuga, huevo cocido (que no pinta nada en una césar), con un pollo frito, seco y una salsa César liquida e insípida.
Huevos estrellados: El fallo más notable sin duda es que las patatas no estaban fritas, si no confitadas (cocidas en aceite). Lo que quiere decir que las patatas no estaban crujientes y habían absorbido en exceso aceite. Los huevos fritos lamentables, igualmente confitados, por lo tanto las yemas estaban completamente hechas. Sinceramente si un cocinero trae un plato así es que no quiere cocinar.
Chuletón: El chuletón es consecuente en calidad a su precio y al estar situado el restaurante en una zona rural se puede ver el producto de kilómetro 0. Sin embargo el chuletón estaba más hecho por un lado que por el otro perdiendo su simetría. Esto es debido a que la plancha empezó fría y por lo tanto una parte se coció. Pero por lo general está pieza está muy bien.
Arroz con leche: He de decir que este postre estaba perfectamente nivelado en cuanto a la cantidad del azúcar, el arroz en su punto. Es un tipo de arroz cremoso, y con mucha leche, no es el convencional, aunque completamente respetable. Te dejan la canela al gusto, aunque el bote de canela que tenía yo ya llevaba tiempo y había perdido aroma.
No recomiendo venir, deben mejorar mucho el nivel gastronómico, sin embargo tienen muy buena...
Read moreLa comida en general estaba buena, con platos típicos extremeños como el solomillo de ternera y el bacalao a la dorada que destacaron. Sin embargo, la experiencia se vio empañada por varios detalles. En la carta no aparecían los alérgenos, lo que nos llevó a pedir un plato de boletus sin saber que llevaba torta del Casar (que además no era auténtica), lo cual fue un problema para algunos comensales.
El trato de la mayoría de los camareros no estuvo a la altura: poco atentos, sin preguntar en ningún momento si todo iba bien o si nos faltaba algo. En especial, un camarero tuvo muy malos modales al decirnos que si no aceptábamos la única mesa disponible dentro, y si llovía, tendríamos que llevarnos la comida en tupper a casa porque no nos podría reubicar. Dentro, además, había bastante ruido, lo que hacía difícil disfrutar de la comida.
Las chuletas de cordero resultaron ser de cordero viejo y no lechal, algo que debería especificarse en la carta. Por suerte, al final nos atendió una camarera con gafas, bastante más amable, que nos permitió tomar el café fuera al sol, lo cual agradecimos mucho.
En resumen: buena calidad en algunos platos y precio correcto, pero un servicio deficiente y un trato poco cuidado que deslucen la...
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